Tiene 76 años y
en su país de origen, Argentina, es un verdadero líder moral que se forjó
en tiempos del famoso "corralito", en la peor época de crisis
económica que padeció el país sudamericano en las últimas décadas.
En Buenos Aires suele viajar en autobús, y es común verle caminar por
la calle o coger el metro como un ciudadano más, aunque siempre viste de
sotana. Además, suele cuidar personalmente a sacerdotes ancianos y
enfermos de la diócesis de Buenos Aires. Él se traslada a sus domicilio u
hospital y les atiende durante toda la noche.
Prueba de su austeridad personal es el hecho de haber renunciado al Palacio
Arzobispal y vivir en un pequeño piso de la capital argentina acompañado
por otro presbítero.
El nuevo Papa Francisco I es uno de los cinco hijos de un matrimonio
italiano de clase media formado por Mario, empleado ferroviario, y Regina
Sívori, ama de casa
Primer Papa jesuita
Este jesuita, primero que ostenta el cargo, es conocido por su
seriedad, su carácter reservado y la escrupulosa coherencia con su
puesto.
Fue elegido cardenal en 2001, pero cuando se organizaba el viaje masivo de
feligreses a Roma para asistir a la ceremonia les paró los pies y pidió
que ese dinero del viaje se dedicara a obras de caridad.
Vocación tardía: cura a los 33 años
El nuevo Papa nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Es
químico y con estudios de filosofía y psicología. Bergoglio se hizo cura
tarde, con 33 años.
Llegó a ser provincial de su orden de 1973 a 1980, periodo en el que se
opuso a la teología de la liberación.
Como provincial de la Compañía de Jesús en Argentina "gobernó" con
firmeza ante los vaivenes de algunos de sus hermanos jesuitas. Esa
contundencia le pasó factura. Tras dejar de ser el máximo responsable de
la orden fue "desterrado" a Córdoba, asignándole las tareas de
director espiritual y confesor dejándole sin competencias pastorales de
primer orden.
Posteriormente, entre 1980 y 1986 fue Rector del Colegio Máximo de San Miguel
y de las Facultades de Filosofía y Teología de la misma Casa.
Juan Pablo II le nombró obispo
El Papa Juan Pablo II lo recuperó de su "destierro" y en
1992 le nombró obispo auxiliar de Buenos Aires.
Era papable desde 2003, pese a ser jesuita, y ya sólo esta condición le
resultaba insufrible. Cuando en 2005 Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI,
Bergoglio quedó segundo en las votaciones.
Hincha del equipo de fútbol San Lorenzo
Es muy aficionado al fútbol y reconocido hincha del San Lorenzo de
Almagro, un gran equipo argentino.
Su amor por los colores azul y rojo comenzó desde muy pequeño. Su padre
jugaba al baloncesto en el club y lo llevaba a ver los partidos en el Viejo
Gasómetro. Desde entonces la pasión por el Ciclón no mermó y hasta llegó a
meterse en la vida del club, informa el diario Clarín.
Contario al aborto, la eutanasia y la cultura
de la muerte
El 2 de octubre de 2007, el entonces arzobispo de Buenos Aires,
Jorge Mario Bergoglio, afirmó taxativamente que "en la Argentina se vive
una cultura del descarte por la que se aplica la pena de muerte mediante
el aborto y la eutanasia de ancianos mediante el abandono".
"Esta cultura es como una ´nueva ilustración´ que se expresa en un
progresismo ahistórico, sin raíces y en un terrorismo demográfico",
advirtió el entonces presidente de la conferencia episcopal argentina..
También señaló que "en la Argentina hay eutanasia encubierta. Las
obras sociales pagan hasta cierto límite, si te pasás, morite, total sos
viejo. Hoy se descarta a los viejos cuando, en realidad, son la sede de la
sabiduría del pueblo", precisó, antes de lamentar la cotidianidad de
la prostitución infantil en ciertos ámbitos (incluso como parte de los
servicios de algunos hoteles).
Lamentó entonces el reciente caso de una joven con discapacidad, víctima de
una violación, a la que se le practicó un aborto: "Seamos conscientes
de que con eufemismos no podemos tapar la cultura del descarte",
pidió.
El aborto, el uso de preservativos o las uniones civiles de homosexuales "no
entran en el eje fundamental del derecho a la vida por el que reclama la
Iglesia", que consiste en "dejar vivir y no matar; dejar crecer,
alimentar, educar, curar y dejar morir con dignidad. No interferir
manipuladoramente".
"Una ternura especial con los
pecadores"
En septiembre de 2012 no tuvo reparos en llamar a sus propios
sacerdotes "hipócritas de hoy" por rehusarse a bautizar a los
hijos de madres solteras "porque no fueron concebidos en la santidad
del matrimonio".
Sucedió durante un Encuentro de Pastoral Urbana de la Región Buenos Aires,
en el que advirtió la necesidad de mostrar "una ternura especial con
los pecadores" y los más alejados porque "Dios vive en medio de
ellos". Por esta razón lamentó que algunos hayan "clericalizado
a la Iglesia del Señor".
Con delicadeza, pero con firmeza y claridad, el purpurado bonaerense
denunció que éstos "llenan de preceptos y con dolor lo digo, y si
parece una denuncia o una ofensa, perdónenme, pero en nuestra región
eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres
solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio".
"Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los
que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que,
pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al
mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen",
añadió el hoy ocupante de la cátedra de Pedro.
Tensa relación con los Kichner
Con Néstor Kichner, presidente de la Argentina, la relación fue
mucho más distante y conflictiva que con la actual Presidenta. El ex
presidente llegó a identificar al entonces cardenal como “el verdadero
representante de la oposición”. En aquel momento, Bergoglio se quejó de
los dichos de Kirchner.
En enero de 2007, el periodista especializado de Clarín, Sergio Rubín,
escribió una nota titulada “Kirchner y Bergoglio, separados por cuestiones
de fondo”. En la misma explicaba que se había pospuesto una reunión entre
las partes y que ni siquiera la cúpula del Episcopado —que encabeza el propio
Bergoglio— logró acordar una visita protocolar a las máximas autoridades del
Congreso.
“Kirchner siente que el grueso de los obispos con Bergoglio a la cabeza son
un factor muy fuerte de cuestionamiento" a su gestión. La Casa Rosada se
quejó muchas veces de que la Iglesia nunca le reconoció todo lo que hizo
el presidente por sacar al país de una de las peores crisis de su historia”,
explicó Rubin en el texto.
Sin embargo, cuando el ex Presidente murió, Bergoglio reaccionó rápidamente y
en cuestión de horas decidió oficiar una misa por el eterno descanso de
Kichner. Lo hizo en la catedral metropolitana. “El pueblo tiene que
claudicar de todo tipo de posición antagónica frente a la muerte de un hombre
ungido por el pueblo para conducirlo y todo el país debe rezar por él”,
dijo en esa oportunidad.
Además, en ese momento pidió que los ciudadanos no sean desagradecidos. “Sería
una ingratitud que este pueblo no se una en oración por un hombre que cargó
sobre su corazón, sobre su conciencia y sobre su hombre la unción de un
pueblo que le pidió que lo condujera”, dijo.
Con Cristina, el punto de enfrentamiento máximo llegó con la ley de
matrimonio entre personas de un mismo sexo. Bergoglio fue la cara visible
de la marcha contra el casamiento gay y se opuso rotundamente al proyecto que
más adelante se transformó en una realidad.
“Me preocupa el tono que ha adquirido el discurso, se plantea como una
cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en
realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está”, respondió
Cristina en esa oportunidad.
Igualmente, Bergoglio festejó varias veces el tono conciliador con los que
Cristina encaraba sus discursos –aunque criticó cuando lo hizo con belicosidad-,
y apuntó siempre a lo mismo: la unidad entre los argentinos.
Un químico y psicólogo
Estudió y se diplomó como técnico químico, pero al decidirse por
el sacerdocio ingresó en el seminario de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958
pasó al noviciado de la Compañía de Jesús, estudió humanidades en Chile, y en
1960, de regreso a Buenos Aires, obtuvo la licenciatura en Filosofía en el
Colegio Máximo San José, en la localidad de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue
profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa
Fe, y en 1966 dictó iguales materias en el Colegio del Salvador de Buenos
Aires. De 1967 a 1970 cursó Teología en el Colegio Máximo de San Miguel, cuya
licenciatura obtuvo.
Pasó por Alcalá de Henares (España)
Sacerdocio: El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote. En
1971 hizo la tercera probación en Alcalá de Henares (España), y el 22 de
abril de 1973, su profesión perpetua. Fue maestro de novicios en la
residencia Villa Barilari, de San Miguel (años 1972/73), profesor en la
Facultad de Teología y Consultor de la Provincia y Rector del Colegio Máximo.
Episcopado: El 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II lo designó Obispo Titular de
Auca y Auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio del mismo año recibió en la
Catedral primada la ordenación episcopal, y fue promovido a Arzobispo
Coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997. De dicha sede arzobispal es
titular desde el 28 de febrero de 1998, cuando se convirtió en el primer
jesuita que llegó a ser primado de la Argentina. Sucedió en el cargo al
Cardenal Antonio Quarracino.
Pastor de los fieles del rito oriental
Es Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la
Argentina y que no cuentan con Ordinario de su propio rito. En la Conferencia
Episcopal Argentina ha sido vicepresidente (2002-2005); y como miembro de la
Comisión Ejecutiva ha sido miembro de la Comisión Permanente representando a
la Provincia Eclesiástica de Buenos Aires. Ha integrado, además, las
comisiones episcopales de Educación Católica y de la Universidad Católica
Argentina, de la que es Gran Canciller.
Cardenalato: Creado Cardenal presbítero el 21 de febrero del 2001; recibió la
birreta roja y el título de San Roberto Belarmino. Asistió como Relator
General Adjunto a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos, Ciudad del
Vaticano realizado del 30 de setiembre al 27 de octubre de 2001. En la Santa
Sede, forma parte de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de
los Sacramentos, la Congregación para el Clero, la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Asimismo,
integra el Pontificio Consejo para la Familia, la Comisión para América
Latina (CAL) y el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo
de los Obispos. Participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005.
Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad
del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005. Miembro del consejo post-sinodal de
la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El 9 de noviembre
de 2005 fue electo Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, para el
trienio 2005-2008.
En la Santa Sede es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la
disciplina de los Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la Congregación
para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida
Apostólica; y del Pontificio Consejo para la Familia.
Libros y escritos
Entre sus escritos figuran Meditaciones para religiosos (1982),
Reflexiones sobre la vida apostólica (1986), Reflexiones de
esperanza (1992).
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