Nacimiento y desarrollo del
nacionalismo catalán
El siglo XX
Es a
principios del siglo XX cuando el nacionalismo catalán empezó a tener
importancia política con la victoria electoral en 1901 de la Lliga Regionalista, un partido nacionalista conservador. En
1906 el ejército asaltó la redacción de un periódico de tendencia catalanista,
lo que desató las iras de todos los nacionalistas. Eso se tradujo en la
formación política Solidaridad Catalana, fruto de la coalición de las dos
partes del movimiento. En las elecciones de 1907 obtuvo 41 de los 44 escaños
del congreso catalán. La Semana Trágica de Barcelona ocasionó la disolución de
Solidaridad.
El gobierno
conservador de Eduardo Dato aprobó, en 1913, la creación de la Mancomunidad de
Cataluña, una especie de gobierno autónomo que englobaba las 4 diputaciones
provinciales y que estaba dirigido por líderes de la Lliga.
A partir de 1918 fue el partido más importante de Cataluña, aunque nunca
consiguió la mayoría de los escaños catalanes en las cortes generales
españolas. Su naturaleza conservadora hizo que participase en los últimos
gobiernos de la Restauración, y que en 1923 no se opusiera a la dictadura de
Primo de Rivera, que sin embargo disolvió la Mancomunidad. Por su parte, la
mayoría del proletariado apoyaba el anarquismo, representado por la CNT.
Es poco
antes de la dictadura de Primo de Rivera cuando, liderado por Francesc Macià aparece el primer partido independentista catalán, Estat Català. Pasada la
dictadura, Estat Català se
unió a partidos y organizaciones de izquierdas para constituir Esquerra
Republicana de Catalunya, que se convirtió en hegemónico en Cataluña durante la
Segunda República. Es este periodo, y tras la proclamación unilateral de una
efímera República Catalana, el nacionalismo catalán consigue un Estatuto de
autonomía de Cataluña (1932) (que restauró la Generalidad de Cataluña). La
victoria franquista en la guerra civil inició una época de represión en contra
de cualquier nacionalismo considerado traidor a España.
A pesar de la falta de libertad empezaron a
organizarse huelgas obreras, como las de 1951, 1956, 1971 o 1974, a partir de
las cuales la acción fue mayor.
Poco después, el 20 de noviembre de 1975,
murió Francisco Franco, y con su muerte se inició la Transición a la
democracia.
En 1977, a principios de la Transición
Española, se reinstituyó la Generalidad de Cataluña con Josep Tarradellas a la cabeza. Tras la redacción de la
Constitución Española de 1978, que reconocía a España como un estado con
diversas nacionalidades y regiones, y el establecimiento de un gobierno, el 11
de agosto de 1980 Cataluña se convirtió en una autonomía dentro de España. Ese
mismo año, las elecciones en Cataluña dieron el poder a Convergència
i Unió, liderada por Jordi Pujol, que se mantuvo en el poder hasta el año 2003.
Siglo XXI
CiU siguió
en el poder hasta su derrota electoral el 16 de noviembre de 2003. La nueva
Generalidad pasó a estar formada por el tripartito PSC – ERC – ICV-EUiA con Pasqual Maragall como
presidente de la Generalidad.
A nivel de diputados CiU consigue el mayor
número, seguido del PSC, ERC, PP e ICV. El pacto de gobierno, primero de
izquierdas desde hacia más de 20 años fue promovido
por ERC que gracias a un aumento considerable en sus votos se erige como una de
las principales fuerzas políticas de Cataluña, recuperando poco a poco la
posición que tenía años atrás.
El día 30 de
septiembre del 2005, después de más de dos años de negociaciones, el parlamento
catalán aprueba un proyecto de nuevo estatuto de autonomía con una amplia
mayoría parlamentaria, logrando así uno de los principales objetivos marcados
en el programa del gobierno. Aprobado por el Congreso de los Diputados y el
Senado, entró en vigor tras ser refrendado por los catalanes mediante consulta
popular. El Partido Popular recurrió ante el Tribunal Constitucional español
187 artículos de dicho Estatuto[cita requerida]. Tras
cuatro años de espera, el Tribunal emitió sentencia el 28 de junio de 2010
declarando 14 artículos inconstitucionales, desatando variable rechazo en todos
los partidos catalanes con representación parlamentaria a excepción de Ciutadans y el Partido Popular, que se mostró satisfecho
con la resolución. A consecuencia de la sentencia, se convocó una manifestación
el 10 de julio del 2010 dónde quedó patente un auge del nacionalismo catalán,
aun así en las últimas elecciones autonómicas y municipales ERC perdió una
considerable cifra de votos que quedaron repartidos en otras alternativas al
nacionalismo como pueden ser CiU, CUP o SI.
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