(La Jornada) La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que reliquias del beato Juan Pablo II llegarán el próximo 17 de agosto al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para comenzar, el 25 del mismo mes, una peregrinación que se extenderá por cuatro meses, a través de las diócesis del país. Los obispos aseguran que asi se cumplen los deseos de muchos creyentes mexicanos, que solicitaron a la CEM la llegada de dichas reliquias.
La CEM confió en que esto abonará a “fortalecer la fe del pueblo mexicano en estos momentos en que nuestra nación vive una profunda transformación social y hoy, más que nunca, necesita consolidar procesos de paz y convivencia para que construyamos un México más justo y fraterno”.
Mons. Carlos Aguiar Retes, presidente de la CEM, y Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general del organismo episcopal, detallaron que las reliquias, catalogadas de primer grado, consisten en una cápsula que contiene sangre del beato, que se expondrá a la veneración pública acompañada de una figura de cera del pontífice fallecido en 2005, la cual estará revestida con los distintivos pontificios.
Sobre esto, Mons. Aguiar Retes señaló a través de su cuenta de Twitter: “Agradezco a Dios permitirnos que las reliquias del beato Juan Pablo II peregrinen a México”.
La CEM detalló que fue “a petición expresa de muchos creyentes que los obispos de México en su Asamblea Plenaria, por unanimidad, acordaron solicitar a las Congregaciones para el Culto Divino y de las Causas de los Santos, la visita de las reliquias a nuestro país, lo cual fue aceptado con beneplácito para que las reliquias del “papa mexicano” recorran por primera vez el largo y ancho de la República mexicana, a unos meses de su beatificación en Roma por su santidad Benedicto XVI”.
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