Mostrando entradas con la etiqueta Ecumenismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ecumenismo. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de enero de 2014

Para los cristianos perseguidos, su fe es una "fuente de satisfacción y alegría".

Persecución religiosa

Para los cristianos perseguidos, su fe es una "fuente de satisfacción y alegría"

Son los grandes olvidados: personas de carne y hueso, con nombre y rostro, que padecen marginación, persecución y muerte por la única razón de su fidelidad a Cristo. Para muchos de nosotros es fácil ser católico. Pero "hay muchos cristianos en el mundo que todas las mañanas, al levantarse, tienen que elegir entre su fe y la posibilidad de perder la vida".
Quien nos lo recuerda es precisamente un periodista que no está dispuesto al olvido. Fernando de Haro, tras pasar por Canal +, CNN+ y los servicios informativos de Popular TV (entre otros destinos profesionales), dirige La mañana de fin de semana en la COPE y el periódico PaginasDigital.es, y acaba de publicar un libro consagrado a los mártires de nuestro tiempo: Cristianos y leones (Planeta Testimonio). Donde nos recuerda un hecho: cada año 100.000 cristianos son asesinados en el mundo. Un hecho tan escandaloso que dio lugar a una anécdota significativa.

¿Cómo empezó esa anécodota?

El periódico italiano Il Sussidiario, en el que yo colaboro habitualmente, me pidió un artículo sobre la persecución de los cristianos en el mundo. Y empecé ese artículo recordando que en el mundo mueren 100.000 cristianos al año de forma violenta por su fe.

¿Está documentada esa cifra?

Es el dato que manejan en la OSCE, que a su vez se basa en los trabajos del Center for Study of Global Christianity, dirigido por David B. Barrett. Esta institución está en el Evangelic Gordon-Conwell Theological Seminary de Massachussetts y publica la World Christian Encyclopedia y el Atlas of Global Christianity. Los trabajos de Barret son los más citados en el mundo académico por los que se dedican a la estadística religiosa.

¿Qué repercusión tuvo el artículo?

Cuando publiqué el artículo los lectores empezaron a escribir diciendo que había una errata. Así que el redactor jefe me llamó pidiéndome explicaciones y le explique no había ningún error, que las estimaciones eran ciertas.

¿Cuál ha sido la época de la Historia en la que más cristianos han muerto por su fe?

En términos absolutos éste es el momento en el que hay más cristianos perseguidos. Pero es que éste es el momento en el que más cristianos hay desde hace veinte siglos. Hay más de dos mil millones, de los que la mayoría vive en los países del sur del planeta. El cristianismo, que es la religión más extendida, es la más perseguida.

¿Cómo comparar con otras épocas?

Es difícil establecer comparaciones con otros períodos históricos. Sobre todo con los primeros siglos, porque los datos de las persecuciones como la de Diocleciano (comienzos del siglo IV) son difíciles de precisar. El siglo XX fue un siglo, por ejemplo, bestial, sobre todo a causa del estalinismo. En términos relativos, Barrett sostiene que la persecución desde los primeros siglos se ha mantenido más o menos estable y que ha afectado al 0,8% de los bautizados.

¿Por qué si los rectores de Occidente son cristianos no hacen nada para evitar esto?

Decir que Occidente es mayoritariamente cristiano es decir mucho. La cultura, las formas de pensamiento, los líderes de opinión hace mucho tiempo que dejaron de serlo.

¿Y los derechos humanos?

Esta cuestión de la persecución de los cristianos no es percibida como una cuestión de tutela de derechos humanos. Aunque se han tomado iniciativas importantes en el seno de las OSCE y del Parlamento Europeo, se sigue pensado que es una “cuestión religiosa” y todo lo que tiene que ver con lo religioso entra en el terreno de las opciones, de la subjetividad.

En resumen, no les interesa...

La persecución no entra dentro de las categorías ideológicas habituales, no es un tema que tenga que ver con el cambio climático, las cuestiones de género o los llamados derechos reproductivos, ni tampoco con el choque de civilizaciones, que son las cuestiones que están en la agenda. Y como bien dices hay una debilidad de los cristianos occidentales.

¿En qué consiste?

La primera debilidad es el desconocimiento. La mayoría de los bautizados europeos y americanos no saben nada de sus hermanos orientales, de los coptos egipcios, de los caldeos iraquíes, de los cristianos de la India, de China o de África.

¿Por qué?

Esta debilidad tiene que ver con una concepción abstracta de la fe. Si el cristianismo se reduce a principios, a doctrina y a moral y ya no es un acontecimiento histórico se pierde la tensión por saber y conocer dónde sufre en este momento el Cuerpo de Cristo, el Pueblo de Dios. Por el contrario, un cristianismo que no es solo un recuerdo del pasado o un conjunto de buenos sentimientos, sino algo que está sucediendo aquí y ahora, es un cristianismo que está pendiente de lo que le sucede, que busca los nuevos testigos que sufren por su fe y que tiende a ayudarles.

Usted se ha encontrado, y así lo cuenta en Cristianos y leones, con muchos de ellos. ¿Qué le ha impresionado más?

Hace años, cuando leí algunas actas de los mártires de los primeros siglos, me llamaba la atención que aquella gente, en muchos casos personas muy sencillas, estimaran más su fe que la propia vida. Cuando uno se acerca a los cristianos perseguidos de ahora se da cuenta de que es la misma historia, exactamente la misma historia que hace 2000, 1800 o 1600 años. La misma sencilla y potente adhesión a un cristianismo que antes que nada es una fuente de satisfacción y alegría.

¿A pesar del drama que viven?

¡Cuál será el nivel de satisfacción, de correspondencia que encuentra en la fe esta gente perseguida, que ni las más complejas maquinarias de poder (como el comunismo chino), ni los pogroms (como los que se han producido en la India), ni leyes brutalmente injustas que te condenan a una muerte segura (como la ley de la blasfemia en Pakistán), ni la discriminación social, ni otras presiones les hacen apartarse de lo que han encontrado!

¿Cómo lo explica?

Hace falta tener una experiencia muy concreta y muy plena para tener esa posición. El cristianismo en la vida de muchos perseguidos del siglo XXI brilla con una belleza fascinante. Como los primeros, perdonan ante la muerte, ante la violación, ante la injusticia. Se hace en ellos carne lo que dice el salmo: “Tu gracia vale más que la vida”.

Solemos asociar hoy la persecución al islamismo, pero por ejemplo una de las peores matanzas fue en Orissa...

Se conoce muy poco el fenómeno del terror azafrán, el terrorismo hinduista. En 2008 ese terrorismo provocó una masacre de 500 cristianos, y 54.000 personas se quedaron sin techo. Lo peor es que no se ha hecho justicia. Diez mil personas que tuvieron que abandonar sus hogares no han vuelto. Y a los culpables se le han impuesto penas menores. La India va a ser una de las grandes potencias este siglo, le disputa el liderazgo a China, que será un país de viejos antes de salir de la pobreza.

¿Qué sucede en la India?

India, que es una democracia, tiene un nacionalismo hindú muy parecido a algunos nacionalismos violentos de Occidente. El BPJ, un partido que está en el juego democrático, sirve de paraguas a una serie de organizaciones que tienen en el punto de mira a los bautizados. Les molesta que los cristianos, una minoría de 230 millones en una población de más de mil millones, tengan conversiones.

¿A qué se deben?

La fe se extiende, sobre todo, entre los intocables, los parias. Y se extiende por la caridad. Hay mucha gente en la India que al encontrarse con un cristiano se encuentra por primera vez con alguien que no le mira por la casta a la que pertenece.

Vamos con China...

En el libro cuento los orígenes de la llamada Iglesia Patriótica China. La historia es interesante. La gran maquinaria del poder maoísta pretendió crear una Iglesia patriótica. Funcionarios del partido seleccionaban a los que debían ser seminaristas, a los que debían ordenarse como sacerdotes o ser obispos.

¿Un cisma en toda regla?

Lo sorprendente es que después de décadas de intervención y de presiones (te llevan al campo de concentración sino cedes) no haya surgido una Iglesia cismática. Muchos de los miembros (obispos sobre todo) de esa mal llamada Iglesia patriótica, que estuvieron aislados durante años, en cuanto pudieron ponerse en contacto con la Santa Sede mostraron su fidelidad al Papa.

¡Es curioso...!

Fue fundamental la carta que escribió Benedicto XVI en 2007. A pesar de las dificultades para darla a conocer en China, para muchos cristianos que viven en circunstancias dificilísimas y muy confusas fue una clara orientación.

¿Y qué sucedió entonces?

La mal llamada Iglesia patriótica se nutre de obispos que son ordenados sin el consentimiento de Roma. Durante los últimos años parecía que las autoridades chinas iban a dejar de realizar este tipo de ordenaciones, pero continúan haciéndolo. No es extraño que algunos sacerdotes e incluso obispos promovidos por las autoridades comunistas, como decía antes, muestren a su fidelidad a Roma.
Thaddeus-Ma-Daqin
Foto: El obispo Taddheus Ma Daquin eligión la fidelidad a Roma. Desde entonces no ha conocido la libertad.

Como el reciente obispo que "les salió rana"...

El caso del obispo de Sanghai Thaddeus Ma Daqin es un buen ejemplo. Su ordenación como obispo fue acordada por las autoridades comunistas y por la Santa Sede. Tan pronto como fue ordenado, abandonó los órganos de la Asociación Patriótica y desde entonces está aislado junto al santuario de Seshan. Es un caso que refleja bien la situación: crece la fidelidad a Roma y el régimen no afloja.

Es llamativa la inclusión en el libro de Venezuela. Y eso que a Hugo Chávez no se le caía Jesucristo de la boca...

Las referencias cristianas de Hugo Chávez eran un intento de utilizar la religiosidad popular para su proyecto totalitario. La persecución en América Latina, aunque sigue habiendo casos de violencia física, es sobre todo cultural. Los populismos neo-indigenistas quieren evitar la capacidad crítica que genera la fe y quieren destruir una tradición que tiene un valor evidente.

¿Y otra zona que nos cae cerca, el norte de África?

Lo que está sucediendo en el Sahel es poco conocido. El desarrollo de Al Queda de Magreb supone una amenaza para las minorías cristianas del norte de África. La prueba más clara la tenemos con lo que ha ocurrido en Mali.

¿Es Mohamed VI un parapeto eficaz contra el islamismo?

Hay que ver cómo se mueve el rey, tras las últimas reformas (que han servido para poco), en su relación con los islamistas en el Gobierno. Mohamed VI ha utilizado en algún momento la expulsión de cristianos como válvula de escape.

¿Hay posibilidad en Europa de una persecución anticristiana a corto plazo?

Los últimos pronunciamientos del Tribunal de Estrasburgo sobre los símbolos religiosos y el uso público de la cruz son preocupantes. Es necesario responder con un esfuerzo de laicidad positiva al creciente laicismo. La laicidad positiva es, sobre todo, un esfuerzo para narrar en un mundo plural, la propia experiencia.

¿Qué debemos hacer nosotros para paliar este drama y ayudar a quienes padecen?

Lo importante es saber qué pasa. Ser conscientes de que esta gente, que tiene la misma experiencia que nosotros, son perseguidos por ella. Lo demás vendrá luego: oración, ayuda material, concienciación social, e incluso presencia política.
( Tomado de Miércoles, 05 Junio 2013(www.religionenlibertad.com)).

lunes, 20 de enero de 2014

COLEGIALIDAD Y EJERCICIO DE LA POTESTAD SUPREMA DE LA IGLESIA.

lunes 20 de enero de 2014 COLEGIALIDAD Y EJERCICIO DE LA POTESTAD SUPREMA DE LA IGLESIA Texto íntegro de la conferencia del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Müller

1. El nuevo impulso de la "Evangelii gaudium"

Al hablar de la Iglesia solo podemos hacerlo con motivo de la cuestión sobre Dios y el conocimiento de su presencia humana para el mundo en Jesucristo.

Las guerras civiles y el terrorismo, la pobreza y la explotación, la situación de los refugiados, las muertes de drogadictos, el incremento de los suicidios, la adición a la pornografía en un 20% de la juventud, la crisis de sentido y la desorientación espiritual y moral de millones de personas, etc., todas estas tragedias globales y cotidianas hacen que sobrevenga a la Iglesia de Dios la tarea trascendental de dar nuevamente esperanza a la humanidad.

Pero la Iglesia no es la Luz, ella solo puede dar testimonio de la Luz que ilumina a cada hombre, es decir, un testimonio de Jesús, el Hijo de Dios y Redentor de todos los hombres. En este conocimiento de Dios, se decide si el ser humano es consciente de su vocación divina y si tiene un futuro en este mundo y más allá de él.

Una Iglesia que solo girase en torno a los propios problemas estructurales, sería espantosamente anacrónica y ajena al mundo, pues en su ser y misión, no es otra cosa que la Iglesia del Dios trinitario, origen y destino de cada hombre y de todo el universo.

Un reajuste de independencia y colaboración de las Iglesias locales, de la colegialidad episcopal y del Primado del Papa nos permitirá no perder de vista la exigencia trascendental de la cuestión sobre Dios. El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica "Evangelii gaudium", habla de una saludable “descentralización”. La vida de la Iglesia no puede concentrarse de tal forma en el Papa y su Curia, como si en las parroquias, comunidades y diócesis tuviera lugar sólo algo secundario. Papa y Obispos se remiten más bien a Cristo, el único que da esperanza a los seres humanos.

El Papa no puede ni debe abarcar centralmente desde Roma las diversas condiciones de vida que se le presentan a la Iglesia en las distintas naciones y culturas, ni resolver por sí mismo los problemas de cada lugar. Una centralización exagerada de la administración no ayudaría a la Iglesia sino que más bien impediría su dinámica misional (EG 32). Por eso un ejercicio reformado del Primado también pertenece a la nueva evangelización, tema del último Sínodo de los Obispos (7-28/10/2012). Este ejercicio incumbe a las estructuras de la dirección universal de la Iglesia, concretamente, a los Dicasterios de la Curia Romana, de los que el Papa se sirve en el ejercicio de la Potestad suprema, plena e inmediata, sobre toda la Iglesia. Éstos, “en consecuencia, realizan su labor en su nombre y bajo su autoridad, para bien de las Iglesias y servicio de los sagrados pastores” (CD 9).

En este contexto de la nueva evangelización, también los Obispos, los Sínodos y las Conferencias Episcopales deben ejercer una mayor responsabilidad que incluya “una cierta competencia magisterial”, pues ésta les corresponde por la consagración y la misión canónica, y no sólo por una habilitación Papal especial: “Los Obispos, cuando enseñan en comunión con el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como testigos de la verdad divina y católica” (LG 25).

El magisterio Papal no sustituye al magisterio de los Obispos y su acción conjunta a nivel nacional o continental (por ejemplo, los documentos del CELAM: Puebla, Medellín, Santo Domingo, Aparecida), sino que lo presupone y exige por la responsabilidad de los Obispos para la Iglesia entera (EG 16).

Sobre este tema, el Papa se refiere expresamente al Motu Proprio "Apostolos suos" (1998), en el que Juan Pablo II, basándose en el Concilio Vaticano II, describió más de cerca las competencias de las Conferencias Episcopales. Con esto, no se ha dado la señal para un cambio de dirección o una “revolución en el Vaticano”, en contraposición con interpretaciones superficiales. La Iglesia solo podría permitirse luchas de poder y disputas de competencias so pena de la pérdida de su tarea misional.

Según la síntesis eclesiológica del Vaticano II, debemos excluir una interpretación antagónica o dialéctica de la relación entre la Iglesia Universal y las Iglesias locales. Los extremos históricos del Papismo/Curialismo por una parte, y por otra del Episcopalismo/(Conciliarismo/ Galicanismo/ Febronianismo/ Veterocatolicismo) solo nos demuestran, de que formas no funciona la Iglesia, y que la absolutización de un elemento constitutivo a expensas de otro contradice la confesión de Ecclesia una, sancta, catholica et apostolica. La unidad fraternal de los Obispos de la Iglesia Universal cum et sub Petro se fundamenta en la sacramentalidad de la Iglesia, y con ello, en el derecho divino. Solo a precio de una desacralización de la Iglesia podría realizarse una lucha de poder entre fuerzas centralistas y particularistas. Al final quedaría una Iglesia secularizada y politizada, que solo se diferenciaría en grado de una ONG, y esto sería un contraste completo respecto a la Exhortación Apostólica "Evangelii gaudium".

Según el género literario, este escrito no es dogmático sino un texto parenético. Se presupone como su base dogmática, se presupone la doctrina sobre la Iglesia expuesta en "Lumen gentium" con la más alta vinculación magisterial (EG 17). Al Papa le interesa con ello una superación tanto del letargo y de la resignación ante la secularización extrema, como un final de las disputas debilitantes dentro de la Iglesia entre ideologías tradicionalistas y progresistas

A pesar de todas las tormentas y vientos contrarios, la barquilla de Pedro debe volver a izar las velas de la alegría por Jesús, que está junto a nosotros. Y los discípulos deben asir sin miedo el timón para que la misión de la Iglesia avance llena de fuerza.

Cuando la Iglesia presenta hacia afuera una imagen de desgarramiento y hostilidad, no se puede esperar que alguien perciba la Iglesia como testigo creíble del amor de Dios ni que aprenda a amarla como su madre.

2. Origen de la unidad en Jesucristo

El Concilio Vaticano II, en la Constitución dogmática sobre la Iglesia "Lumen gentium", no se sitúa desde una determinación sociológico-inmanentista, como si la Iglesia fuese constituida desde una voluntad comunitarizante de miembros de una misma convicción religioso-moral.

La Iglesia tiene más bien su origen más profundo en la procedencia interno-divina del Hijo desde el Padre. En el Hijo todos los seres humanos ya están llamados desde la eternidad a participar en la vida divina. La comunidad de los hombres con Dios está ya prefigurada en Cristo desde el principio de la historia de la humanidad. Esta comunidad sería preparada historico-salvíficamente en el Pueblo de la Antigua Alianza, constituida finalmente en la venida del Señor y en la efusión del Espíritu Santo, y, después, revelada en la Iglesia de la nueva y definitiva Alianza (LG 2).

En tanto la Iglesia no es una organización puramente humana, la pregunta sobre su fundación socio-juridica, a través del Jesús “histórico”, es objetivamente inapropiada y resulta anacrónica desde una hermenéutica teológica de la revelación histórica. La Iglesia, más bien, se funda como comunidad de vida con Jesús, en su naturaleza divina y en su relación filial con el Padre; y se revela históricamente en su actuar como hombre, pues en su persona ha llegado el Reino de Dios. A esto pertenece la reunión de los discípulos, a quienes Él les da parte en su pleno poder y misión. Jesús, como el mediador escatológico del reinado de Dios (1.), a través de su anuncio, de sus obras salvíficas y, sobretodo, a través de su muerte en cruz y resurrección, ha fundado el Pueblo escatológico de la alianza como comunión de la humanidad con Dios, y ha dado (2.) parte en su misión a la comunidad que cree en él.

Son, por tanto, los dos elementos, la comunión y la misión, los que constituyen a la comunidad de los discípulos de Jesús como signo e instrumento de unidad de los hombres con Dios y de unidad entre ellos mismos. Por tanto, la Iglesia es esencialmente una sola, como servidora y mediadora de esa unión. La Iglesia no es la posterior suma de los individuos en su relación autónoma e inmediata con Dios, sino que está ya unida con Cristo orgánicamente como el cuerpo con la cabeza.

Cristo constituye como cabeza el principio de la unidad de todos los miembros del cuerpo. Solo así todos pueden alegrarse y sufrir con el otro, cuando el otro se alegra y sufre. La pluralidad de los miembros del cuerpo está en relación con la cabeza única (Gal 3,28): "totus Christus – caput et corpus". Cristo, como el sólo y único mediador, es el hombre escatológico, el nuevo Adán; y todos los miembros del cuerpo son introducidos en una relación filial con el Padre en el Espíritu Santo (Gal 4, 4-6).

Nos encontramos con la palabra “Iglesia”, que ya aparecía en los LXX como traducción griega para la asamblea del Pueblo de Dios, siempre en singular, y en relación con Dios –el Padre, Cristo, el Hijo, y el Espíritu Santo–: como el solo y único Pueblo de Dios, el sólo y único cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y el sólo y único Templo del Espíritu Santo. Esta Iglesia una, que subsiste en la Iglesia Católica (LG 8, respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a una cuestión acerca de algunos aspectos relacionados con la doctrina sobre la Iglesia, 2, 2007), se sitúa por completo en el servicio de la mediación salvífica de Cristo, una y universal/católica, y es por ello necesariamente universal en su esencia y en su misión, es decir, católica, pues la Iglesia anuncia la salvación a todos los hombres.

El evangelio de Cristo libera a los hombres de su dispersión babilónica, y los convoca de entre la multitud de pueblos y lenguas a entrar en la unidad pentecostal del Pueblo único de Dios. Esta Iglesia única está presente en la multitud de pueblos y culturas, configurándolos con la única humanidad en Cristo, cabeza de toda la creación.

3. La Iglesia única en su misión universal y su concretización local

La sacramentalidad de la Iglesia se funda en la Encarnación. En analogía con la unidad divino-humana de Cristo, la Iglesia una, santa, católica y apostólica se fundamenta como una comunidad de vida con Dios espiritualmente invisible, y en tanto visible, como una sociedad constituida jerárquicamente. La unidad visible se muestra en la doctrina apostólica común, en la vida sacramental y en la constitución jerárquica. De este modo, la Iglesia no puede ser meramente una idea trascendente que unifica a los pueblos, es decir una civitas platonica.

Como Iglesia para la humanidad, en su dimensión constitucional espiritual y corporal y en su forma existencial histórica y social, ella se concretiza en las coordenadas de espacio y tiempo según las condiciones de vida culturales de los hombres. La Iglesia de la Palabra de Dios, Palabra que ha entrado en el espacio y tiempo, se realiza simultáneamente universal y localmente.

La Iglesia única y universal, dirigida por el Papa y los Obispos en comunión con él, existe en y desde las Iglesias locales. Este es el sentido de la fórmula “in quibus et ex quibus una et unica Ecclesia catholica existit” (LG 23). La misión de Cristo concierne a todos los seres humanos, de todos los lugares y de todos los tiempos. Y, con todo, Él mismo vivió en uno de los muchos lugares de la tierra y, durante un minúsculo espacio de tiempo, en la historia de la humanidad.

Esta misión se realizó históricamente una vez en el hombre Jesús de Nazaret, que ha vivido y actuado durante un tiempo determinado en un determinado lugar del mundo. Ya en el tiempo prepascual nos encontramos con la tensión entre misión universal y presencia local. Jesús elige para si a los Apóstoles a fin de enviarlos a aquellos lugares a los que Él mismo no podía ir. Después de la Pascua, Él envía a los Apóstoles al mundo entero, y les promete su presencia a todos juntos y a cada uno; de modo que el Cristo único está presente en la mediación de la multitud de apóstoles, mediadores de salvación en cada lugar del mundo y unificadores de la humanidad.

En este sentido, el concepto de “Iglesia” puede ser utilizado también para las Iglesias locales. La sola y única Iglesia de Dios esta presente como Iglesia universal en las Iglesias de Dios en Corinto, Roma, Tesalónica, etc. Y en cada lugar, los fieles no tienen que ver con otra cosa que no sea la Iglesia única de Cristo, en la cual el Espíritu Santo une entre sí a todos los bautizados, y los inserta en la unidad del Cuerpo de Cristo, de modo que todos son uno en Cristo y como hijos e hijas de Dios forman en Cristo la única familia Dei.

No se trata, por tanto, de una potestad espiritual etérea que se administra para la Iglesia universal y las Iglesias locales según las consideraciones políticas y las conveniencias estratégicas entre el Papa y los Obispos. Más bien Cristo ha llamado a los apóstoles conjuntamente –como Colegio–. Él mismo ha antepuesto al Apóstol Pedro como fundamento y principio de la unidad de la potestad apostólica única y de la misión para la Iglesia entera. La consagración episcopal muestra la naturaleza colegial de la función episcopal en la inserción del Obispo singular en la totalidad del Colegio con el Papa como cabeza, sin el cual, el Colegio no puede ejercer ninguna potestad universal en la función magisterial y pastoral. “La unión colegial se manifiesta también en las mutuas relaciones de cada Obispo con las Iglesias particulares y con la Iglesia universal. El Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los Obispos como de la multitud de los fieles. Por su parte, los Obispos son, individualmente, el principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares, formadas a imagen de la Iglesia universal, en las cuales y a partir de las cuales existe la Iglesia católica, una y única. Por eso, cada Obispo representa a su Iglesia, y todos juntos con el Papa representan a toda la Iglesia en el vínculo de la paz, del amor y de la unidad” (LG 23).

La determinación de la relación entre universalidad y particularidad resulta exitosa sólo desde una perspectiva consecuentemente cristológica y eclesiológica. No hay ninguna analogía para esta relación en comparación con formas de organización, estatales y no estatales, de sociedades humanas y empresas. De hecho, la unidad de la Iglesia se realiza en la particularidad local-eclesial, por ello una comunidad personal nunca puede ser Iglesia local en sentido propio, del mismo modo que la naturaleza de cada Iglesia local no puede ser otra cosa que la Iglesia universal en un lugar determinado.

Este hacerse presente recíproco es la comunión católica de la Iglesia, que se constituye como communio ecclesiarum. En esto podemos observar que la totalidad de la Iglesia no se puede entender como la mera suma de las porciones eclesiales, sino que la precede ontológica y temporalmente. El documento "Communionis notio", que la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó en 1992, lo explica de la siguiente manera: “En efecto, ontológicamente, la Iglesia-misterio, la Iglesia una y única según los Padres precede la creación, y da a luz a las Iglesias particulares como hijas, se expresa en ellas, es madre y no producto de las Iglesias particulares. De otra parte, temporalmente, la Iglesia se manifiesta el día de Pentecostés en la comunidad de los ciento veinte reunidos en torno a María y a los doce Apóstoles, representantes de la única Iglesia y futuros fundadores de las Iglesias locales, que tienen una misión orientada al mundo: ya entonces la Iglesia habla todas las lenguas. De ella, originada y manifestada universal, tomaron origen las diversas Iglesias locales, como realizaciones particulares de esa una y única Iglesia de Jesucristo. Naciendo en y a partir de la Iglesia universal, en ella y de ella tienen su propia eclesialidad. Así pues, la fórmula del Concilio Vaticano II: la Iglesia en y a partir de las Iglesias ("Ecclesia in et ex Ecclesiis"), es inseparable de esta otra: Las Iglesias en y a partir de la Iglesia ("Ecclesiae in et ex Ecclesia"). Es evidente la naturaleza mistérica de esta relación entre Iglesia universal e Iglesias particulares, que no es comparable a la del todo con las partes en cualquier grupo o sociedad meramente humana” (n. 9).

4. La unidad de Primado y Episcopado

En el tercer capítulo de "Lumen gentium" se describe la unidad de la universalidad y de la particularidad. Se presupone aquí la constitución apostólica de las Iglesias locales. Esto significa que las Iglesias locales, como la Iglesia de Cristo, no son constituidas en absoluto por la voluntad asociacional de cada uno de los cristianos. Más bien es Cristo mismo, quien, mediante sus Apóstoles y los sucesores de éstos (en el munus praedicandi, sanctificandi et gubernandi), funda la Iglesia universal en y desde las Iglesias locales como communio ecclesiarum. Solo se puede hablar de Iglesia local, cuando ésta realiza visiblemente en el Obispo, sucesor de los Apóstoles, la unidad con las otras Iglesias locales y la unidad con el origen de la Iglesia en Cristo y los Apóstoles.

Esto se muestra en la unidad de la confesión apostólica y de la actualización sacramental-litúrgica de la salvación en Cristo. La Doctrina de los Obispos como sucesores de los Apóstoles, de su unidad colegial entre ellos, y de su unidad con el sucesor de Pedro como cabeza visible de toda la Iglesia y del Colegio Episcopal, es, por tanto, constitutiva para el concepto católico de Iglesia.

Solo desde este presupuesto se puede apreciar correctamente la consiguiente descripción de universalidad y particularidad como descripción de la unidad y unicidad de la Iglesia de Cristo: “Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un solo Colegio apostólico, de igual manera se unen entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles. (…) El Colegio o Cuerpo de los Obispos, por su parte, no tiene autoridad, a no ser que se considere en comunión con el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo, quedando totalmente a salvo el poder primacial de éste sobre todos, tanto pastores como fieles. (…) Este Colegio, en cuanto compuesto de muchos, expresa la variedad y universalidad del Pueblo de Dios; y en cuanto agrupado bajo una sola Cabeza, la unidad de la grey de Cristo. Dentro de este Colegio los Obispos, respetando fielmente el primado y preeminencia de su Cabeza, gozan de potestad propia para bien de sus propios fieles, incluso para bien de toda la Iglesia porque el Espíritu Santo consolida sin cesar su estructura orgánica y su concordia. La potestad suprema sobre la Iglesia universal que posee este Colegio se ejercita de modo solemne en el concilio ecuménico. (…) Esta misma potestad colegial puede ser ejercida por los Obispos dispersos por el mundo a una con el Papa, con tal que la Cabeza del Colegio los llame a una acción colegial o, por lo menos, apruebe la acción unida de éstos o la acepte libremente, para que sea un verdadero acto colegial” (LG 22).

La Iglesia católica subsiste en y desde las distintas Iglesias locales. Cada Iglesia local participa de la totalidad de la Iglesia mediante la unidad con ella y con su origen apostólico, a través de la unidad de la confesión de la fe, a través de la mediación salvífica con sus formas litúrgico-sacramentales, y a través de la Autoridad Apostólica, que se encarna y garantiza en el Obispo por la sucesión que se remonta a los Apóstoles.

Esta totalidad no impide sino que exige su señorío, el cual aflora mediante la inculturación con los pueblos y épocas de la historia. La Iglesia local de Roma es una entre muchas Iglesias locales, con la peculiaridad de que su fundación apostólica mediante el testimonio –verbi et sanguinis– de los Apóstoles Pedro y Pablo le otorga un primado en el testimonio conjunto y en la unidad de vida de la catholica communio. Debido a esta potentior principalitas, cada Iglesia local debe coincidir con ella (cf. Ireneo, adv. haer III, 3, 2). Según la sustancia de la fe, incluso en ambos Concilios Vaticanos no se ha añadido nada más sobre la catolicidad y particularidad, ni sobre la colegialidad de los Obispos y la orientación hacia la Cátedra de Pedro en doctrina y disciplina.

Las advertencias de la Congregación para la Doctrina de la fe sobre el Primado del Sucesor del Pedro en el misterio de la Iglesia (1998) determinan, por ello, resumidamente: “Las características del ejercicio del Primado deben entenderse sobre todo a partir de dos premisas fundamentales: la unidad del Episcopado y el carácter episcopal del Primado mismo. Al ser el Episcopado una realidad ‘una e indivisa’, el Primado del Papa comporta la facultad de servir efectivamente a la unidad de todos los Obispos y de todos los fieles, y ‘se ejerce en varios niveles, que se refieren a la vigilancia sobre la transmisión de la Palabra, la celebración sacramental y litúrgica, la misión, la disciplina y la vida cristiana’; a estos niveles, por voluntad de Cristo, en la Iglesia todos – tanto los Obispos como los demás fieles – deben obediencia al Sucesor de Pedro, el cual también es garante de la legítima diversidad de ritos, disciplinas y estructuras eclesiásticas entre Oriente y Occidente” (n. 8).

5. Papa y Obispos al servicio de la Iglesia única

Es importante interpretar el ministerio episcopal como realidad sacramental en la Iglesia sacramental y no confundirlo con el servicio de un moderador de puras asociaciones humanas.

Pues el Episcopado es un Ministerio instituido para siempre (LG 18). Los “Obispos, puestos por el Espíritu Santo” (Hch 20, 28), se sitúan en el lugar de Dios ante el Rebaño de Cristo (LG 19). En la consagración sacramental actúa de tal modo el Espíritu, que, “los Obispos, de modo visible y eminente, hacen las veces del mismo Cristo, Maestro, Pastor y Pontífice, y actúan en lugar suyo” (LG 21). Ellos son “vicarios y legados de Cristo” (LG 27) en el ejercicio de su servicio.

Ya el hecho de que en la ordenación sacramental del sucesor se hace referencia a la consagración mediante “Obispos vecinos de otras Iglesias” indica la dimensión colegial y universal-eclesial del Episcopado. Ninguna comunidad se constituye sola ni a sí misma ni su ministerio. La consagración episcopal integra al Obispo emblemáticamente en el Colegio Episcopal y le confiere una responsabilidad para la única Iglesia Católica extendida por el mundo, que subsiste en la communio ecclesiarum.

El Obispo es en su Iglesia local “principio y fundamento visible de unidad” (LG 23). Esto se relaciona con la comunión de todos los fieles y el colegio de quienes ostentan un cargo: presbíteros, diáconos y demás oficios eclesiales. El único oficio episcopal no agota la pluralidad de misiones y servicios. A través del oficio episcopal, no solo se impide el desmoronamiento de los servicios individuales, sino que también se exige la pluralidad de servicios en cada uno de los miembros y se asegura la unidad de la misión de la Iglesia única en martirio, diaconía y liturgia.

En tanto que el colegio del Obispo sirve a la unidad de la Iglesia, éste debe portar en sí mismo el principio de esa unidad. Por ello el Obispo solo puede ser Obispo de una Iglesia local y no el presidente de una federación de alianzas eclesiales regionales y continentales. Y su colegio no puede ser sólo un principio objetivo puro (decisión mayoritaria, delegación de derechos a un gremio de dirección elegido, etc.). En tanto que en la esencia interior del oficio episcopal se trata de un testimonio personal, el principio de la unidad del episcopado mismo se encarna en una persona.

Según la concepción católica, el principio personal de la unidad, tanto en el origen como en su aplicación actual, se da en el Obispo de Roma. Como Obispo, él es el sucesor de Pedro, quien en persona encarna la unidad del Colegio Apostólico. Para una teología del Primado resulta decisiva la descripción del servicio de Pedro como una misión episcopal, como también el conocimiento de que este Oficio no es de derecho humano sino divino, en tanto en cuanto solo puede ser ejercido en la Potestad de Cristo, en virtud de un carisma entregado personalmente a su portador en el Espíritu Santo.

“Jesucristo, Pastor eterno (…) para que el mismo Episcopado fuese uno solo e indiviso, puso al frente de los demás Apóstoles al bienaventurado Pedro e instituyó en la persona del mismo el principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y de comunión” (LG 18; DH3051).

El Papa sugiere en "Evangelii gaudium" una praxis corregida, correspondiente a la civilización global y digitalizada de hoy. Aunque Primado y Episcopado pertenecen a la esencia de la Iglesia, las formas de su realización en la historia son necesariamente diversas. La invitación del Papa a una renovada percepción de la Colegialidad de los Obispos es lo contrario a una relativización del servicio que Cristo le ha encomendado de forma inmediata, es decir: un servicio a la unidad de todos los Obispos y fieles en la fe revelada, un servicio a la vida común desde la gracia sacramental, y un servicio a la misión de mediar la unidad de los hombres en Dios (LG 1).

En tanto que el Episcopado tiene naturaleza colegial, al Obispo, en virtud de la Consagración y de la misión canónica, también se le confiere la co-preocupación y la co-responsabilidad para el bien de la Iglesia universal: “El cuidado de anunciar el Evangelio en todo el mundo pertenece al Cuerpo de los Pastores (…) por tanto, todos los Obispos, en cuanto se lo permite el desempeño de su propio oficio, están obligados a colaborar entre sí y con el sucesor de Pedro, a quien de modo especial le ha sido confiado el oficio excelso de propagar el nombre cristiano” (LG 23).

En el reconocimiento del fructuoso apostolado que habían ejercitado las Conferencias Episcopales ya entonces existentes, y con el deseo de que estos organismos fuesen erigidos en todas partes, el Concilio Vaticano II formuló, por así decir, una breve definición: “La conferencia episcopal es como una asamblea en que los Obispos de cada nación o territorio ejercen unidos su cargo pastoral para conseguir el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres, sobre todo por las formas y métodos del apostolado, aptamente acomodado a las circunstancias del tiempo” (CD 38,1). La implementación teológica y práctica del servicio de las Conferencias Episcopales a la totalidad de la Iglesia y a las partes eclesiales comprendidas en ella, ha continuado siendo desarrollada y concretizada en el Motu Proprio "Apostolos suos".

A este servicio también le corresponde una competencia magisterial de los Obispos pertenecientes a una Conferencia considerados en su conjunto (cf. AS 21; CIC can. 753). Estas instituciones surgen al servicio de la unidad de la fe y de la implementación concreta en un espacio cultural. La referencia al sucesor de Pedro, principio visible de la unidad de la Iglesia, es constitutiva para cada Concilio ecuménico, para cada sínodo particular y para cada Conferencia Episcopal; y además, es de derecho divino, al cual se debe subordinar todo derecho de la Iglesia. Una Conferencia Episcopal no puede emitir nunca una declaración dogmática vinculante de forma separada, ni tampoco relativizar dogmas definidos o estructuras sacramentales constitutivas (por ejemplo, hacer depender el propio ministerio magisterial y pastoral de organismos de puro derecho eclesial).

Tendencias separatistas y comportamientos prepotentes solo dañarían a la Iglesia. La revelación ha sido encomendada a la Iglesia única y universal para su fiel custodia, Iglesia guiada por el Papa y los Obispos en comunión con él (LG 8; DV 10). La Iglesia Católica es communio ecclesiarum y no una federación de Iglesias estatales o una alianza mundial de comunidades eclesiales confesionalmente emparentadas, que respetan por tradición humana al Obispo de Roma como presidente honorífico. Pues nación, idioma, cultura, no son principios constitutivos para la Iglesia, que testifica y realiza la unidad de los pueblos en Cristo; pero son medios indispensables, en los cuales se despliega toda la riqueza y la plenitud de Cristo en los redimidos.

La "Evangelii gaudium" quiere reunificar interiormente a la Iglesia, para que el Pueblo de Dios, en su servicio misionero, no sea obstáculo a una humanidad necesitada de salvación y ayuda. El Papa Francisco propone en su escrito apostólico “algunas líneas que puedan alentar y orientar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo” (EG 17).

Gerhard Ludwig Müller

La vida de la Iglesia no puede concentrarse de tal forma en el Papa y su Curia, como si en las parroquias, comunidades y diócesis tuviera lugar sólo algo secundario”.


VALENCIA, 20 ENE. (AVAN).- El arzobispo alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que será creado Cardenal en el próximo consistorio del 21 de febrero, ha asegurado hoy, en unas jornadas organizadas por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”, que “la vida de la Iglesia no puede concentrarse de tal forma en el Papa y su Curia, como si en las parroquias, comunidades y diócesis tuviera lugar sólo algo secundario”.

Según el prelado alemán, “una centralización exagerada de la administración no ayuda a la Iglesia sino que más bien impide su dinámica misional”.

En las jornadas, en las que ha intervenido también el arzobispo de Valencia y Gran Canciller de la UCV, monseñor Carlos Osoro, Gerhard Ludwig Müller ha disertado sobre la colegialidad y ejercicio de la potestad suprema de la Iglesia en el marco de las XII Conversaciones de Derecho.
Así, monseñor Müller ha recordado las palabras del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”, que habla de una “saludable descentralización” en la Iglesia: “Un reajuste de independencia y colaboración de las Iglesias locales, de la colegialidad episcopal y del Primado del Papa nos permitirá no perder de vista la exigencia trascendental de la cuestión sobre Dios”.

Para el prelado germano un ejercicio “reformado” del Primado también pertenece a la nueva evangelización. “Una Iglesia que sólo girase en torno a los propios problemas estructurales sería espantosamente anacrónica y ajena al mundo, pues en su ser y misión no es otra cosa que la Iglesia del Dios trinitario, origen y destino de cada hombre y de todo el universo”, ha aducido.

Con el texto papal -ha puntualizado monseñor Müller-, “no se ha dado la señal para un cambio de dirección o una revolución en el Vaticano, en contraposición con interpretaciones superficiales”. Según Müller, “lo que le interesa al Papa es una superación tanto del letargo y de la resignación ante la secularización extrema, como un final de las disputas debilitantes dentro de la Iglesia entre ideologías tradicionalistas y progresistas”.

“La Evangelii Gaudium quiere reunificar interiormente a la Iglesia, para que el Pueblo de Dios, en su servicio misionero, no sea obstáculo a una humanidad necesitada de salvación y ayuda. Las guerras civiles, el terrorismo, la pobreza, la explotación, la situación de los refugiados, la drogadicción, el incremento de los suicidios, la adición a la pornografía en un 20% de la juventud, la crisis de sentido y la desorientación espiritual y moral de millones de personas…todas estas tragedias globales y cotidianas hacen que sobrevenga a la Iglesia de Dios la tarea trascendental de dar nuevamente esperanza a la humanidad”, ha incidido.

En opinión del nuevo cardenal, “tendencias separatistas y comportamientos prepotentes solo dañarían a la Iglesia”. La revelación ha sido encomendada a la Iglesia “única y universal” para su fiel custodia, guiada por el Papa y los Obispos en comunión con él. “La Iglesia Católica es communio ecclesiarum y no una federación de Iglesias estatales o una alianza mundial de comunidades eclesiales confesionalmente emparentadas, que respetan por tradición humana al Obispo de Roma como presidente honorífico”.

Así monseñor Müller ha manifestado que, aún siendo medios “indispensables”, nación, idioma y cultura “no son principios constitutivos para la Iglesia, que testifica y realiza la unidad de los pueblos en Cristo”.

“Las iglesias locales, como la Iglesia de Cristo, no son constituidas en absoluto por la voluntad asociacional de cada uno de los cristianos. Más bien es Cristo mismo, quien, mediante sus Apóstoles y los sucesores de éstos funda la Iglesia universal en y desde las Iglesias locales. Solo se puede hablar de Iglesia local, cuando ésta realiza visiblemente en el Obispo, sucesor de los Apóstoles, la unidad con las otras Iglesias locales y la unidad con el origen de la Iglesia en Cristo y los Apóstoles.

PRIMADO Y EPISCOPADO, ESENCIA DE LA IGLESIA
El arzobispo alemán ha aseverado que la unidad “fraternal” de los obispos de la Iglesia Universal “cum et sub Petro” se fundamenta en la “sacramentalidad” de la Iglesia, y con ello, en el derecho divino. “Solo a precio de una desacralización de la Iglesia podría realizarse una lucha de poder entre fuerzas centralistas y particularistas. Al final quedaría una Iglesia secularizada y politizada, que solo se diferenciaría en grado de una ONG. La invitación del Papa a una renovada percepción de la Colegialidad de los Obispos es lo contrario a una relativización del servicio que Cristo le ha encomendado de forma inmediata”, ha añadido.

Para el Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe el Papa sugiere en “Evangelii Gaudium” una praxis “corregida, correspondiente a la civilización global y digitalizada de hoy”. Aunque Primado y Episcopado pertenecen a la “esencia” de la Iglesia, las formas de su realización en la historia son necesariamente “diversas”.

“La comunión y la misión son los dos elementos que constituyen a la comunidad de los discípulos de Jesús como signo e instrumento de unidad de los hombres con Dios y de unidad entre ellos mismos. Por tanto, la Iglesia es esencialmente una sola, como servidora y mediadora de esa unión. La Iglesia no es la posterior suma de los individuos en su relación autónoma e inmediata con Dios, sino que está ya unida con Cristo orgánicamente como el cuerpo con la cabeza”, ha indicado.

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se ha referido también al papel de los obispos a dicho respecto: “En tanto que el colegio del obispo sirve a la unidad de la Iglesia, éste debe portar en sí mismo el principio de esa unidad. Por ello el obispo solo puede ser pastor de una Iglesia local y no el presidente de una federación de alianzas eclesiales regionales y continentales. Y su colegio no puede ser sólo un principio objetivo puro. En tanto que en la esencia interior del oficio episcopal se trata de un testimonio personal, el principio de la unidad del episcopado mismo se encarna en una persona”.

Para monseñor Müller es “importante” interpretar el ministerio episcopal “como realidad sacramental en la Iglesia sacramental y no confundirlo con el servicio de un moderador de puras asociaciones humanas”.

Finalmente, el arzobispo alemán ha recordado que la Iglesia “no es la Luz”, ella solo puede dar testimonio “de la Luz que ilumina a cada hombre, Jesucristo” y que, “a pesar de todas las tormentas y vientos contrarios, la barquilla de Pedro debe volver a izar las velas de la alegría por Jesús, que está junto a nosotros”.


viernes, 3 de enero de 2014

Europa niega asilo a los cristianos perseguidos a muerte por los islamistas.


Europa niega asilo a los cristianos perseguidos a muerte por los islamistas.


Firma y reenvía a tus conocidos esta alerta, para obligar a la Unión Europea a
ayudar a los cristianos en riesgo de ser asesinados por su fe

El pasado 7 de noviembre, el Tribunal Europeo de Justicia en Luxemburgo sentenciaba
que los homosexuales de países africanos o asiáticos podrían pedir asilo político en
la Unión Europea, cuando exista riesgo de ir a la cárcel en sus respectivos países
debido a su 'orientación sexual'.

No obstante, la doble moral de las instituciones de la EU queda evidenciada en la
negación del asilo político a los cristianos sirios que corren el riesgo de morir y
no simplemente, de ir a la cárcel.

Ese ha sido el caso de 45 de ellos, principalmente mujeres y niños, asesinado en la
ciudad de Sadad (al norte de Damasco) a manos de los “rebeldes” islamistas hace solo
unas semanas, pero por supuesto, no el único caso ( aunque se mantiene el silencio
mediático, se calcula que el número de cristianos civiles asesinados por los
islamistas en Siria, es de más de mil).

Si bien la lucha en Siria se da entre los musulmanes alauitas (Gobierno) y
mahometanos de rito sunita (rebeldes islamistas apoyados por Obama e Inglaterra), es
la población cristiana la que sufre más horriblemente la represión, el terror y la
guerra, especialmente a manos de los rebeldes islamistas. Por ejemplo:

Cuando los rebeldes ejecutan a un soldado prisionero, suelen hacerlo fusilándolo,
pero cuando cogen a un ciudadano cristiano intentando escapar de ellos, el
procedimiento es el degüello.


Siendo así ¿Cómo es posible que Europa no acoja como refugiados a los cristianos
sirios y sí a los homosexuales de cualquier país, que como mucho, solo corren el
riesgo de ir a la carcel?

Quizás el misterio lo estén desvelando involuntariamente nuestros hermanos sirios
cuando acusan a Europa: “Si rechazáis a los perseguidos, rechazáis a Cristo”.
Así lo demuestra Europa ante los refugiados cristianos sirios que se hallan
actualmente en Jordania y que han tratado de recibir asilo en Occidente. Ningún país
occidental se lo ha concedido (tampoco la España del 'católico' PP).

En palabras de uno de los refugiados cristianos:

«Todos vendimos cuanto poseíamos en Siria para poder llegar hasta aquí, con el
objetivo de solicitar visados en alguna embajada. Cuál fue nuestra sorpresa al
comprobar que nuestra solicitud había sido rechazada aludiendo a que no teníamos
ningún motivo para ir a Europa. – No tienen razón, se equivocan plenamente.»

El artículo del que sustraemos el tezto, añade que otro refugiado cristiano dijo que
las naciones occidentales «se suponía que nos apoyaban y se suponía que nos darían
asilo por nuestra condición de cristianos. Me entristece mucho que no haya sido
así.» Y que: Unas 70 familias cristianas sirias han hallado refugio en una iglesia
asiria en Amán, la capital de Jordania. Duermen en las dependencias de la misma
iglesia. Para ellos, la Navidad, en lugar de ser un día de gozo, ha sido un día de
melancolía.

Uno de los cristianos declaró: «soy incapaz de estar alegre esta Navidad mientras
nuestro país se desangra».

Otro dijo apesadumbrado: «estamos sufriendo mucho aquí, la única misa que hemos
celebrado hoy ha sido para pedirle a Dios que traiga de nuevo la seguridad y la paz
a Siria.»


La persecución que sufren los cristianos de Oriente con la complicidad de Occidente
clama al Cielo. Es preciso que los cristianos de Occidente sean conscientes de ella
y hagan todo lo posible por ayudar a sus hermanos perseguidos, pues como dicen las
Sagradas Escrituras, es al propio Cristo a quien se persigue (Hch 9:4).

En Cruz de San Andrés siempre hemos sido muy conscientes de la necesidad de
denunciar la persecución que los cristianos sufren en los países marxistas y muy
especialmente a manos del Islam (100.000 cristianos son asesinados cada año en el
mundo), y queremos presionar a Catherine Ashton (Reino Unido) que tiene actualmente
el cargo de Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y
Política de Seguridad, para que no mire a otro lado y acoja a los cristianos
perseguidos por su fe.



Cristianos egipcios asesinados por su fe, tras la 'primavera democrática arabe'

Por ello y si quieres ayudar a los cristianos de Siria, firma la carta que te
proponemos y que encontrarás al fina de este enlace. La enviaremos en tu nombre a la
alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.




En Cristo Rey

Asociación Cruz de San Andrés

viernes, 13 de diciembre de 2013

Es de bien nacidos ser agradecidos. El primer agradecimiento es a la vida.

El PSOE se compromete con la patronal abortista a volver a legislar a favor del aborto libre en España. 
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, se comprometió este jueves con la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) -es decir, para acabar con la vida de los no nacidos- a buscar un acuerdo parlamentario entre los grupos de la oposición para derogar la nueva ley del aborto cuando los socialistas vuelvan a gobernar. (Servimedia/InfoCatólica) «Cuando tengamos un texto legislativo, nos comprometemos a trabajar por un acuerdo parlamentario amplio, de tal suerte que todas las mujeres sepan que cuando cambie la mayoría parlamentaria en este país, volveremos a una ley del aborto que sea digna para las mujeres», afirmó Valenciano en un acto organizado por ACAI
para presentar un vídeo sobre el aborto. Por otra parte, la responsable socialista señaló que cuando se proyecta impulsar una ley «tan importante y tan lesiva» como ésta, «lo razonable es hacer consultas», algo que, aseguró, el Gobierno de Mariano Rajoy no ha hecho. Cree que la nueva ley saldrá en Navidad Sobre la fecha exacta en la que el Ejecutivo llevará al Consejo de Ministros el anteproyecto de reforma de la legislación sobre el aborto, la responsable socialista lo tiene claro: será en Navidad. «Estoy casi segura de que van a hacerlo en Navidad para encontrar una mayor desmovilización por parte de las mujeres y en la sociedad española», señaló Valenciano, quien añadió que la fecha «es una táctica del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón». No obstante, advirtió, «vamos a responder frontalmente, aunque sea Navidad». Valenciano respondió así a la petición de la presidenta de las clínicas acreditadas para acabar con la vida de los no nacidos, Francisca García, quien pidió en el acto organizado por ACAI «que se trabaje en el Parlamento» por la búsqueda de consenso para derogar la norma de Gallardón sobre el aborto cuando cambie el color del Gobierno.

miércoles, 10 de julio de 2013

Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel.

Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel.
Mediante una semana de sensibilización y acción por una paz justa en Palestina e Israel, las iglesias miembros del CMI y organizaciones conexas aportarán un testimonio internacional común por la paz del 22 al 28 de septiembre de 2013.
Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel

Detalles del evento

Cuándo

22 de Septiembre 2013 a 00:00 a
28 de Septiembre 2013 a 23:55

                       

El Consejo Mundial de Iglesias invita a las iglesias miembros y organizaciones conexas a unirse a la semana de sensibilización y acción en favor de una paz justa en Palestina e Israel. Quienes comparten la esperanza de justicia están invitados a realizar juntos acciones pacíficas y a crear un testimonio público internacional común.

Cómo participar

Durante la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel, 22 - 28 de septiembre 2013, las iglesias de diferentes países envían una clara señal a los responsables de las políticas, a los públicos interesados y a las propias parroquias sobre la necesidad urgente de un acuerdo de paz que garantice los derechos legítimos y el futuro de ambos pueblos. Se pide a los participantes que planifiquen sus actividades en torno a estos puntos:

  1. Orar con las iglesias que viven bajo la ocupación, utilizando una oración especial de Jerusalén.
  2. Educar sobre acciones que contribuyen a la paz y sobre hechos reales que se oponen a ella, especialmente los asentamientos en el territorio ocupado.
  3. Sensibilizar a los líderes políticos utilizando políticas ecuménicas que promuevan la paz con justicia.

¿Porqué?

La semana pide a los participantes que traten de alcanzar la justicia para los palestinos a fin de que tanto israelíes como palestinos puedan por fin vivir en paz. Han pasado ya más de 60 años desde que la división de Palestina se consolidó como una pesadilla permanente para los palestinos. Han pasado más de 40 años desde que la ocupación de Jerusalén Este, la Rivera Occidental y Gaza destruyera el ideal pacífico de una tierra, dos pueblos.
Sin embargo, el sueño de una nación no puede cumplirse a expensas de la otra.
El mensaje de la semana de acción es que ahora
  • Es tiempo de que los palestinos e israelíes compartan una paz justa.
  • Es tiempo de liberarse de la ocupación.
  • Es tiempo de igualdad de derechos.
  • Es tiempo de sanar las almas heridas.

domingo, 24 de marzo de 2013

Semana Santa. Sus simbolos.


Los ramos ya se usaban como símbolo de victoria en el mundo antiguo antes de la aparición del cristianismo
Temas
 
Si es cierto que España dejó de ser católica, lo disimula muy bien. Al menos, en esta semana. Las calles se llenan de simbología religiosa de significados no sólo espirituales, sino también históricos y culturales. En ella se mezclan nuestras raíces romanas, hebreas y cristianas.


Contestamos siete preguntas básicas imprescindibles para conocer el significado simbólico de estas fiestas.

1. ¿Por qué se usan ramos o palmas?

Los ramos de hojas de palma ya eran símbolo de victoria en el mundo antiguo, mucho antes antes de nacer Cristo. El domingo previo a su muerte, Jesús fue recibido entre vítores por el pueblo de Jerusalén, que agitaba ramos de palma y de olivo. La Iglesia recuerda todos los años ese día en la fiesta del domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa. Tal día se bendicen dicho ramos, que muchos llevan a su casa y mantienen hasta la próxima Semana Santa.

2. ¿Qué significa la ceniza?

La ceniza es símbolo de muerte, puesto que en eso se convierte nuestro cuerpo cuando fallecemos. El Miércoles de Ceniza los cristianos recuerdan precisamente eso: que van a morir y que hasta que llegue ese momento deben vivir con la humildad que Cristo vivió y predicó. Para enfatizar la necesidad de recordarlo, el sacerdote impone una cruz de ceniza en la frente.
También es un símbolo antiquísimo:varios pueblos de medio oriente, entre ellos los judíos, se cubrían de ceniza cuando estaban arrepentido por algo o realizaban determinados sacrificios.
La ceniza que se impone a los fieles el Miércoles de Ceniza, procede de la quema de las palmas bendecidas durante la Misa del Domingo de Ramos del año anterior. Es una forma de recordar que la gloria que representan esas palmas se convierte en nada.

3. ¿Por qué la pasión de Semana Santa alude al dolor y no al sentimiento?

Solemos usar el término pasión como sinónimo de “afición vehemente a alguien o algo”, pero su significado original tiene que ver con el sufrimiento. La palabra pasión viene del latín “passus”, participio del verbo (patior: sufrir, soportar, tolerar...); cuando el participio se convierte en sustantivo obenemos la palabra “passio”, o sea, “aquello que se padece”. En el caso de Jesús, la pasión empieza cuando es apresado y termina cuando es enterrado, tras haber sido golpeado, vejado y crucificado injustamente.

4. ¿Por qué el ayuno y la abstinencia?

La costumbre de no comer voluntariamente (ayuno) también existía antes del cristianismo, así como la abstinencia (acción de privarse o abstenerse de algo, en este caso de carne o del alimento que disponga la conferencia episcopal de cada país). Es un gesto penitencial, para unirse a los sufrimientos de Jesús.
La iglesia recomienda que la penitencia sea moderada, que no ponga en peligro la propia salud, y que vaya acompañada de pequeños gestos de amor al prójimo.
Para conocer las prácticas de penitencia sobre ayuno y abstinencia, según el derecho canónico, hacer clic aquí.

5.¿Qué es un “Ecce Homo”? ¿Qué significa?

Se trata de una expresión latina que significa “este es el hombre”. Estas mismas palabras fueron pronunciadas por el gobernador Poncio Pilato al presentar a Jesús después de haberlo hecho azotar. El cuerpo de Jesús debía de estar tan desfigurado por la tortura que Pilato pensó que su exhibición pública en un estado físico tan lamentable calmaría a sus acusadores. No fue así y el Gobernador terminó por ordenar la ejecución para evitar una revuelta. También se conocen como “ecce homo” a las representaciones artísticas de Jesús en esta situación de dolor. Ver aquí un ejemplo.

6. ¿Por qué en todas las Iglesias hay una vela grande llamada Cirio pascual?

La luz siempre ha sido símbolo de la verdad. El fuego que no se apaga, es símbolo de la divinidad. Dios se apareció a moisés en forma de zarza que ardía sin consumirse. El cirio simboliza a Jesús, que es Dios y portador de la Verdad que ilumina al mundo. El cirio pascual se enciende el sábado santo, con las luces de los templos apagadas. La oscuridad representa la muerte. Cuando se enciende el cirio pascual, se quiere simbolizar a Cristo como única Verdad. Por eso de esta llama se prenden todos las velas que llevan los asistentes a la celebración, que se simbolizando su condición de portadores de la Verdad de Cristo.

7. ¿Por qué el violeta o púrpura es un color típico de Semana Santa?

Porque es el color que simboliza la penitencia y el duelo. Se usa en Semana Santa, los domingos de Cuaresma y en los cuatro domingos de Adviento. Cuando los curas confiesan, utilizan una estola violeta. La liturgia también establece que se use este color en las ceremonias de difuntos.

Han colaborado en este artículo:
César Izquierdo, profesor de Teología Fundamental de la Universidad de Navarra.
Andrés Martínez, profesor de Historia de la Iglesia de la Universidad San Dámaso.

viernes, 12 de octubre de 2012

El Patriarca de Constantinopla alaba los frutos ecuménicos del Concilio Vaticano II.


El Patriarca de Constantinopla alaba los frutos ecuménicos del Concilio Vaticano II.

En el curso de la ceremonia de inauguración del Año de la Fe, el patriarca ecuménico Bartolomé I de Constantinopla pronunció ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro un discurso en el que aseguró que el Concilio Vaticano II fue una piedra angular y transformadora de la Iglesia Católica Romana que ha producido logros como la apertura del encuentro ecuménico. «Nuestra presencia aquí significa y sella nuestro compromiso de testimoniar juntos el mensaje de salvación y sanación», aseveró el Patriarca.
(VIS/InfoCatólica) El Vatican Information Service ha distribuido entre los medios los siguientes extractos del discurso del Patriarca de Constantinopla:
«Hace cincuenta años en esta plaza una celebración solemne y significativa arrebató el corazón y la mente de la Iglesia Católica Romana, llevándola a través de los siglos, hasta el mundo contemporáneo. La apertura del Concilio Vaticano II, piedra angular y transformadora, estuvo inspirada por el hecho fundamental de que el Hijo y el Logos encarnado de Dios está donde hay dos o tres reunidos en su nombre y de que el Espíritu que procede del Padre nos guiará hacia toda la verdad».
«En el curso de las últimas cinco décadas, los logros de esta asamblea han sido diversos, como demuestran una serie de constituciones, declaraciones y decretos importantes e influyentes. Hemos asistido a la renovación del espíritu y al `regreso a las fuentes´ a través del estudio de la liturgia, la investigación bíblica y las enseñanzas patrísticas. Hemos apreciado el esfuerzo por liberarse gradualmente de la limitación del rígido escolasticismo para llegar a la apertura del encuentro ecuménico que ha desembocado en la revocación recíproca de las excomuniones del año 1054, el intercambio de saludos, la restitución de las reliquias, el inicio de diálogos importantes y las visitas recíprocas a las sedes respectivas».
«Nuestro camino no ha sido siempre fácil o exente de sufrimientos y desafíos (...) La teología fundamental y los temas principales del Concilio Vaticano II - el misterio de la Iglesia, la sacralidad de la liturgia y la autoridad del obispo- son difíciles de aplicar con esmero y su asimilación es una tarea que requiere una entera vida y la labor de toda la Iglesia».
«Prosiguiendo nuestro camino, damos gracias y alabamos al Dios vivo -Padre, Hijo y Espíritu Santo- porque la misma asamblea episcopal ha reconocido la importancia de la reflexión y del diálogo sincero entre nuestras `iglesias hermanas´».
Nos unimos «en la espera que derrocado todo muro que separa la Iglesia occidental y la oriental, se hará una sola morada, cuya piedra angular es Cristo Jesús, que hará de las dos una sola cosa».
«Nuestra presencia aquí significa y sella nuestro compromiso de testimoniar juntos el mensaje de salvación y sanación para nuestros hermanos más pequeños: los pobres, los oprimidos, los olvidados en el mundo que Dios creó. Recemos por la paz y la salud de nuestros hermanos y hermanas cristianos que viven en Oriente Medio. En el torbellino de violencia, separación y división que se extiende cada vez más a los pueblos y las naciones, puedan servir de modelo para el mundo el amor y el deseo de armonía que aquí profesamos y la compresión que buscamos mediante el diálogo y el respeto mutuo. Y que la humanidad pueda tender la mano al otro y aunar sus esfuerzos para vencer el dolor de los pueblos en cualquier lugar, sobre todo por hambre, enfermedades, calamidades naturales y por la guerra que, al final, afecta a todas nuestras vidas».
«A la luz de cuanto tiene que hacer todavía la Iglesia en el mundo y, con gran aprecio por todo el progreso que hemos compartido, nos sentimos honrados de haber sido invitados a participar y -humildemente llamados a hablar- en esta solemne y gozosa conmemoración del Concilio Vaticano II. No es mera coincidencia que esta ocasión marque en vuestra Iglesia la inauguración del Año de la Fe, dado que la fe constituye una señal evidente del camino que hemos recorrido juntos a lo largo del sendero de la reconciliación y de la unidad visible».

lunes, 3 de septiembre de 2012

La Fraternidad Sacerdotal San Pío X, peca contra el Espiritu Santo, promotor divino del Concilio Vaticano II,


El obispo lefebvriano cree que la Fraternidad se rinde

Mons. Williamson explica y critica las condiciones irrenunciables planteadas por la FSSPX para llegar a un acuerdo con Roma

Mons. Williamson, obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, ha publicado y criticado en el último número de sus «Comentarios eleison» las seis condiciones que la Fraternidad considera irrenunciables para cualquier acuerdo futuro con la Santa Sede. Para el obispo británico, dichas condiciones, «fruto de de los debates de los 39 capitulares a principios de julio» -cuando tuvo lugar del Capítulo General de la FSSPX- son una rendición a los enemigos de la fe.
(InfoCatólica)Las seis condiciones, tal y como relata Mons. Williamson, serían las siguientes:
- Libertad para la Hermandad de enseñar la verdad inmutable de la Tradición Católica y de criticar a esos responsables de los errores del modernismo, del liberalismo y del Vaticano II.
- Uso exclusivo de la liturgia de 1962.
- Garantía de por lo menos un obispo (se sobreentiende que se refieren a que se ordene a un obispo entre los responsables de la Fraternidad).
- Que la Fraternidad tenga sus propios tribunales de primera instancia.
- Exención de las casas de la Hermandad del control de los obispos diocesanos.
- Creación de una comisión a ser establecida en Roma para cuidar de la Tradición, con una fuerte representación de la Tradición (posible referencia a la propia Fraternidad), pero «dependiendo del Papa».
Tras criticar una a una dichas condiciones, Mons. Williamson concluye que «a menos que el cuartel general de la Hermandad sea sacado de su sueño de paz con la Roma Conciliar tal como esas condiciones lo revelan, entonces el último bastión mundial de la Tradición católica está en riesgo de estar en vías de rendirse a los enemigos de la Fe. ¿Será que ya pasó la época de los bastiones? Amigos, prepárense a luchar por la Fe desde adentro de vuestros hogares. De sus hogares hagan Ustedes fortines».

miércoles, 1 de agosto de 2012

El Cardenal Martinez Somalo, olvida que primero las iglesia tiene que revangelizarse a si misma, incluida la Jerarquia de la Iglesia.


El Cardenal Martínez Somalo asegura que el objetivo de la Iglesia es «evangelizar y reevangelizar España»

El cardenal riojano, Eduardo Martínez Somalo, ha señalado esta mañana que el objetivo actual de la Iglesia pasa por «evangelizar y reevangelizar España». El prelado ha realizado estas manifestaciones tras recibir en su domicilio de Baños de Río Tobía, al presidente del Gobierno riojano, Pedro Sanz, quien ha expresado el agradecimiento por la recepción y además ha dicho estar «ilusionado porque el cardenal sea embajador de La Rioja». El cardenal ha condenado también el aborto en declaraciones a los periodistas.
(Agencias/InfoCatólica) El cardenal, de 85 años, se encuentra en La Rioja disfrutando de las vacaciones en su localidad natal. Martínez Somalo, medalla de La Rioja en 1993 y excamarlengo de la Iglesia católica, ha recibido a Sanz, como hace tradicionalmente, en un encuentro en las relaciones entre las dos instituciones a las que ambos representan y como testimonio tanto de su afecto personal como del que le profesa la sociedad riojana.
Martínez Somalo, en declaraciones a los periodistas, se ha referido al aborto al afirmar que «no hay ninguna justificación posible para matar a un inocente».
Sanz ha añadido que es «muy importante valorar y reflexionar por qué vivimos», que, para él, se debe a la voluntad de cada uno de los padres que permiten dejar nacer a sus hijos.
Ha precisado que la defensa de la vida es «fundamental» en todos los ámbitos y ha asegurado que se resiste a creer que «pueda interrumpirse un embarazo por una malformación del feto».
Martínez Somalo, al que Sanz ha definido como «embajador de La Rioja en el Vaticano», ha recordado que, según los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, «Dios, la Virgen y la Fe son necesarios para nuestra vida cotidiana».
«Las personas que construyen una vida sin Dios, van contra sí mismas, contra la familia y contra la sociedad», ha subrayado el cardenal, quien cree que el principal reto de la Iglesia católica para el futuro es «seguir evangelizando por todo el mundo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» y volver nuevamente a las raíces cristianas, ha concluido.
Durante el encuentro, según ha explicado Sanz, se han tratado temas generales de la Iglesia relativos a La Rioja, así como el contexto de crisis económica y aspectos sobre el Papa y el arzobispo riojano Celso Morga, quien reside en Roma.
También ha agradecido al cardenal que «siempre tenga la buena dicha de volver a La Rioja, a su pueblo natal, en vacaciones» y visitar «los lugares más emblemáticos de la comunidad, como el Monasterio de Valvanera», que acoge a la patrona de la región.

lunes, 30 de julio de 2012

Cuando la democracia se devora a si misma.


Actualizado 30 julio 2012
Cuando la democracia se devora a si misma

            Estupefacto, verdaderamente estupefacto, leo en este mismo medio que el Comité Olímpico Internacional ha prohibido la introducción de todo tipo de símbolos religiosos dentro del recinto olímpico, algo que ocurre en estas Olimpiadas de Londres cuando no ocurrió ni siquiera en las que se celebraron en el corazón de la que se tiene por una de las grandes dictaduras del mundo, China, hace ahora cuatro años.


            No es el único caso de intolerancia disfrazada de modernidad con el que nos desayunamos cada día: sólo a modo de ejemplo, y también en este medio, leo consternado que el nuevo Obispo de Glasgow se queja de que puede acabar en la cárcel si se le ocurre hablar de homosexualidad. Algo que en España, por cierto, hemos estado cerca de conseguir, en un espectáculo bochornoso que debería habernos llenado de oprobio y de vergüenza como ha sido el juicio de una persona que acontecía ser un obispo por hacer uso de la que todos deberíamos considerar su sacrosanta libertad de expresión. Y aunque quepa decir que por esta vez el intento ha terminado en fracaso, mejor deberíamos reconocer que el solo hecho de sentar a alguien, mitrado o no, en un banquillo, por expresar su opinión sobre un determinado hecho o fenómeno, constituye en sí mismo un fracaso que todos deberíamos lamentar.
            Hechos como los que cito arriba me llevan a la triste constatación de que uno de los grandes logros de la especie humana a lo largo de los siglos, la democracia, va camino de devorarse a sí misma en un extraño proceso de autofagia o autocanibalismo que probablemente no tenga pocos precedentes en la historia.
            Siempre se preció la democracia de educar a los que tenían que beneficiarse de ella, todos los ciudadanos sin excepción, en aprender a aceptar la crítica, la discrepancia y la diferencia en aras a beneficiarse de poder ejercer, en pago, las libertades que se consideraban columnas de la misma: la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de cátedra y la libertad religiosa. Pero no porque unos pocos desgraciados tuvieran que degustar la amarga crítica para que otros pudieran deleitar la dulce libertad, no, sino porque degustando todos la amarga crítica, nos delitáramos todos también en la dulce libertad.
            Es curioso que en nombre de esas mismas libertades, lo que las democracias impulsan hoy día sea justamente lo contrario, a saber, una intolerancia atroz de las personas y de los grupos, en detrimento de esas mismas libertades de las que hablo más arriba. En los casos que nos ocupan, se prefiere prohibir la libertad de pensamiento y de expresión por lo que a la homosexualidad se refiere, para que los homosexuales no se sientan "vejados" con ninguna observación que pueda "malherir su exquisita sensibilidad". Se prohibe la libertad de culto, para que los que profesan religiones diferentes (y sobre todo, desengañémonos, los que observan la del "no Dios") no sientan ultrajados "sus más íntimos sentimientos".
            Curiosamente, la enfermedad ha comenzado por atacar a las democracias más antiguas, las anglosajonas, Estados Unidos, Gran Bretaña, país este último en el que ha adquirido tintes de verdadero cáncer, como si constituyera una fase más del proceso de vida de la democracia o estuviera inexorablemente unido a su decadencia. Es llamativo, aunque por otro lado comprensible, que inficione a sus libertades más importantes, las que se constituyen sus verdaderos pilares, la de pensamiento, la de cátedra, la de expresión y la de culto. Y no es menos significativo que se trate de un proceso “tranquilo”, sin violencia, sin aparente revolución, realizado incluso, como digo, en nombre de los mismos principios que pretende eliminar. Pero se trata de un tumor que o lo extirpamos de una vez, o convertirá inexorablemente y en no demasiado tiempo a las democracias en un nuevo sistema que cada vez se parezca más a una dictadura: la dictadura de lo políticamente correcto, de la ñoñería, de la intolerancia, de la hipocresía y de la censura.


            ©L.uis Antequera.

viernes, 20 de enero de 2012

El ecumenismo akgo más que unos breves encuentros anuales.

Obispos ortodoxos, anglicanos y católicos presiden este sábado en Valencia una oración ecuménica

En el convento de Santa Clara


VALENCIA, 20 ENE. (AVAN).-Tres obispos de las confesiones católica, ortodoxa y anglicana presidirán mañana, sábado, en el convento de Santa Clara de Valencia una oración ecuménica de la Resurrección con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se celebrará hasta el próximo 25 de enero.

La celebración tendrá lugar a las 19 horas en el convento de Santa Clara situado en la avenida Perez Galdós 119 de Valencia de las religiosas Clarisas Capuchinas, según ha indicado a la agencia AVAN August Monzó, director espiritual del Oratori Sant Felip Neri de Valencia que junto a la comisión de Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales del Arzobispado ha organizado la iniciativa.

La oración estará presidida por monseñor Policarpo Stavrópoulos, metropolita de España y Portugal del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla; monseñor Carlos López, obispo anglicano de España de la Iglesia Española Reformada Episcopal y monseñor Enrique Benavent, obispo auxiliar de Valencia, ha añadido.

Durante la celebración, que comenzará con el rito del lucernario, se celebrarán diversas oraciones propias de las tradiciones ortodoxas, anglicanas o católicas como el trisagio, una oración en honor a la Santísima Trinidad que se reza antes de las lecturas, un himno de las Iglesias reformadas y diversas oraciones católicas.

Las celebraciones de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos continuarán el domingo a las 18 horas, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Puerto de Sagunto y, a las 19.30 horas, en la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles de Valencia. Igualmente, tendrán lugar actos ecuménicos el lunes, 23 de enero, a las 20 horas, en la parroquia evangélica “Jesús es el Señor” de Valencia; el martes, día 24, a las 17 horas, en la parroquia San Antonio de Padua de Denia y, a las 20 horas, en la parroquia San Lázaro de Valencia y, el miércoles, día 25, a las 19.30 horas, en la parroquia Inmaculada de Vera de Valencia.

Los actos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se realiza en todo el mundo promovida por la Santa Sede y el Consejo Mundial de Iglesias han sido organizados por la comisión diocesana de Relaciones Interconfesionales, con la colaboración del Centro Ecuménico Interconfesional de Valencia, el Oratori de Sant Felip Neri y la Asociación Ecuménica Internacional.