Acerca de este blog.

Desde la casa de Betania.
Es un blog de información religiosa general promovido por el movimiento eclesial "De Jerusalén a Betania": Caminos de vida cristiana.

Siempre fue difícil la información religiosa.

En tiempos posconciliares, en el tardofranquismo y durante la transición. Las dificultades provenían entonces de la situación política, la censura y del secretismo de la Iglesia que como institución pretendía la filtración de las noticias molestas. Temas como la Teología de la Liberación, los nuevos movimientos, la moral sexual y los sectores críticos dificultaban sobremanera la libertad de información y opinión. Los tiempos de Juan Pablo II fueron especialmente arduos para este quehacer, pues, si durante el posconcilio informar de la Iglesia llegó a ser un desafío, pero apasionante y constructivo, durante el pontificado de Wojtyla se impuso un monolitismo desde arriba. Evangelizar desde los medios se identificaba sólo con exponer y defender el pensamiento jerárquico. 
 Hoy sufrimos una situación opuesta. Hoy la imagen de la Iglesia que aparece en los grandes medios se está centrando casi exclusivamente en temas de pederastia, escándalos financieros y obispos y curas encausados. También las redes sociales en Internet y los cientos de blogs se alimentan de estas historias. Por un lado es bueno que todo esto salga a la luz. Escondido en el sótano de las miserias humanas que, como en todo sector social, también existen en la Iglesia, los recientes procesos los han sacado a la luz. El propio Benedicto XVI y el actual Papa Francisco, quiere que se procesen, se aclaren, se purifiquen. Por otro lado la verdad de la Iglesia está siendo falseada. Es cierto que nunca ha sido noticia la viejecita que reza el rosario al puerta de su casa, los religiosos/as que socorren anomimante a los enfermos, los curas que se desviven para atender docenas de parroquias. Sin embargo esa Iglesia existe. cooperantes cristianos o no que trabajan en silencio, luchan contra el hambre o intentan el despertar de las conciencias dormidas parecen ausentes o inexistentes. Frente a esta avalancha de noticias. ¿Cuál puede ser la solución? ¿Ponerse a la defensiva desde una estricta ortodoxia? ¿Lanzarse al ataque contra los grandes medios,  cavando nuevas trincheras? ¿O trabajar para mostrar el rostro cabalmente auténtico del cristianismo y la Iglesia, toda la Iglesia? Quizás esta nueva situación tenga un lado positivo: bajar los humos de una jerarquía considerada como impecable e intocable y tomar conciencia que por llevar sotana o alzacuellos nadie es mejor que su vecino. Y que el Reino se construye hombro con hombro con los demás, a base del testimonio.
En un sentido más amplio el hecho religioso genera un amplio y complejo  conjunto de noticias que nuestra sociedad recibe a veces tal cual son y otras veces manipuladas.  
Así pues respecto al hecho religioso, cada noticia es como los arboles de un bosque.
A veces los arboles individuales no nos dejan ver la realidad del bosque.