domingo, 11 de septiembre de 2011

A pesar de la persecución, el cristianismo se consolida en la India

La India ha vuelto a protagonizar recientemente por parte de extremistas religiosos un nuevo ataque contra intereses cristianos. El ataque y a la devastación sufridos por una iglesia católica de la diócesis de Quilon, al sur del estado indio de Kerala ha generado más preocupación y desconcierto en el seno de las comunidades cristianas. A pesar de ello, numerosos signos demuestran que el cristianismo se está extendiendo por el país asiático.

La noche de este domingo, 4 de septiembre, unos veinte hombres enmascarados se introdujeron en el templo, dedicado a Nuestra Señora de Vailankanni, en el pueblo de Kottenkulangara, forzando puertas y ventanas, según informa la agencia vaticana Fides. Los asaltantes destruyeron el altar, los ornamentos sagrados y los confesionarios, expulsando y amenazando a los fieles que habían acudido al lugar tras escuchar ruidos.

Monseñor Stanley Roman, obispo de Quilon, confesó a Fides su preocupación, “porque como cristianos estamos expuestos al crecimiento de los diversos extremismos religiosos, sobre todo el de matriz hindú, pero también el islámico”.

En la zona, explicó el prelado, “hay una comunidad católica muy viva y numerosa. Por esto tendríamos intenciones de construir una iglesia más grande. Quizás este proyecto ha alarmado a los grupos extremistas hindúes, que ya, indirectamente, intentan intimidarnos”.

A pesar de las intimidaciones, la realidad es que las comunidades cristianas proliferan en la India. Otro ejemplo del dinamismo católico en el país es la diócesis de Asansol que ha doblado el número de fieles y de curas en apenas 15 años. Es una zona con fuerte presencia industrial y bien comunicada con Calcuta. En la diócesis viven 13,2 millones de personas. Los católicos son poquísimos: 29.000, no llegan al 0,3%. Pero son el doble que hace apenas 15 años. Entonces tenían unos 15 curas diocesanos, ahora cuentan con 29, además de 21 sacerdotes de congregaciones religiosas, así que también han doblado su clero.

En la India los católicos son menos del 2% de la población, pero uno de cada tres trabajadores sanitarios del país trabaja en una entidad católica. Asansol es un caso de comunidad cristiana que crece en fieles y, desproporcionadamente, en obras.

Hay unos 17 millones de católicos en la India: algo menos del 2% de la población. Sin embargo, se calcula que el 33% de los trabajadores sanitarios del país son empleados en entidades sanitarias católicas (incluyendo 40.000 enfermeras religiosas), y que el 22% de los servicios de salud del país son católicos.

Este dinamismo es claro en las zonas en las que se establecieron los enclaves portugueses ya en el siglo XVI, como Goa y Kerala, pero incluso en zonas de reciente presencia católica, diminuta, se nota su florecimiento.

Justicia por los ataques a cristianos en Orissa

Recientemente los cristianos indios han podido mostrar su satisfacción tras la resolución del tribunal superior que ha sentenciado ofrecer compensaciones por la violencia en Orissa. El tribunal ha manda una Comisión Nacional de Derechos Humanos para realizar un informe sobre las compensaciones a las víctimas de la violencia anticristiana.

La decisión responde al brote de violencia que comenzó hace prácticamente tres años, cuando casi 300 pueblos fueron atacados, provocando la muerte de más de 70 personas. Al menos 25.000 personas huyeron para salvar sus vidas en el periodo violento que comenzó con el asesinato del político Swami Laxmanananda Saraswati el 23 de agosto de 2008.
Según UCANews Bipra Charan Nayak, coordinador de la “Asociación de Supervivientes de la Violencia de Khandamal, dijo: “Acogemos con satisfacción la orden del tribunal ya que podría ayudar a dejar las cosas como estaban antes de que comenzase la violencia”.

(Fuente: Forum Libertas.com ).

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