viernes, 8 de junio de 2012

Corpus Christi 2012,

Despues de leer el siguiente documento sobre Cäritas con motivo del Corpus Christi 2012 – Día de la Caridad de   el 6 de junio de 2012 ..Pomgo a continuación algunas reflexiones sobre CARITAS y las desuniones y rupturas dentro de la Iglesia Católica. Y en Post  aparte una breve reseña unos recientes ejercicios en el Vaticano, que por su contenido son importantes en este momento de trebulación que atraviesa la Curia Romana. .    
   Queridos diocesanos:
Nos disponemos un año más a celebrar el Día de la Caridad, que la Iglesia española vincula con acierto a la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, manifestación suprema de su inmenso amor a los hombres y estímulo constante de toda la acción caritativa de la Iglesia.
El lema de Cáritas para esta campaña es sugerente: “Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. Se nos recuerda con él que hay muchos que necesitan nuestra ayuda simplemente para vivir. La crisis económica que padecemos ha acrecentado el número de personas que viven el drama de la pobreza o que están en peligro de exclusión social. Las cifras de parados y de pobreza, tanto en nuestra Diócesis como en el ámbito nacional, son verdaderamente alarmantes.
No podemos permanecer indiferentes como cristianos ante estos hermanos que nos necesitan. Dios sigue hablándonos a través de esta situación de injusticia y nos recuerda que somos responsables de ellos. No podemos quedarnos de brazos cruzados. “Cristo sigue exhortando –dice el Papa- también hoy a sus discípulos a comprometerse en primera persona: dadles vosotros de comer (Mt 14,16). En verdad, la vocación de cada uno de nosotros consiste en ser, junto con Jesús, pan partido para la vida del mundo” (Sacramentum Caritatis, 88).
Para que los demás puedan vivir, se nos pide vivir sencillamente. Se trata, sobre todo, de un estilo de vida, que, por ser consciente de las necesidades de los demás, renuncia al lujo y al dispendio y busca compartir. Este modo de vida requiere gran generosidad –nos han recordado en su mensaje los Obispos de la Comisión de Pastoral Social-: “Trabajemos por la justicia para que todos vean respetados sus derechos. Pero, si de verdad queremos y buscamos el bien de todos, especialmente de los más pobres, habrá que sobrepasar, muchas veces, la justicia legal con la gratuidad propia de la caridad cristiana” (Mensaje para el Corpus 2012).
Con la invitación a vivir sencillamente se nos propone un verdadero cambio de mentalidad que debe reflejarse no sólo en nuestra vida personal, sino en nuestra sociedad. Por supuesto, la austeridad y sencillez deben ser criterio que presidan siempre la vida de la Iglesia: de sus parroquias, cofradías, movimientos y de cualquier actividad. Pero también los consideramos un criterio válido para nuestra sociedad, que abarca el mundo de las empresas y las finanzas, del deporte y el espectáculo, de la política y la vida social. A todos invitamos a realizar una profunda reflexión sobre la urgente necesidad de un nuevo modelo de desarrollo y una nueva economía, que tenga como centro al ser humano y respete el medio ambiente.
La propuesta de vivir sencillamente es también un acicate para que vivamos la comunicación cristiana de bienes. Recordaba el Santo Padre en el documento antes citado que “los cristianos han procurado desde el principio compartir sus bienes (cf. Hch 4,32) y ayudar a los pobres (cf. Rm 15,26). La colecta en las asambleas litúrgicas no sólo nos lo recuerda expresamente, sino que es también una necesidad muy actual. Las instituciones eclesiales de beneficencia, en particular Caritas en sus diversos ámbitos, prestan el precioso servicio de ayudar a las personas necesitadas, sobre todo a los más pobres” (Sacramentum Caritatis, 90). Una forma de concretar esta ayuda es colaborando en la colecta para Cáritas que se realizarán en todas las parroquias el día del Corpus Christi. Recuerdo a los sacerdotes que han de entregar íntegramente y con diligencia esta colecta a Cáritas Diocesana.
La celebración del Día de la Caridad me brinda, a su vez, la oportunidad de expresar mi gratitud a los 1.200 voluntarios que tiene Cáritas en nuestra Diócesis; son auténticos servidores de la caridad y ministros del amor de Dios. Ellos ponen tiempo e ilusión al servicio de los pobres y son el rostro de una Iglesia que quiere estar muy cerca de ellos. Agradezco también las múltiples iniciativas diocesanas y parroquiales para paliar los efectos nada buenos de esta crisis. Y os doy las gracias por vuestra oración sincera, compañera indispensable y sustentadora de toda acción caritativa.
Buena celebración del Corpus Christi, día de la Caridad. Unidos siempre en Jesucristo Eucaristía,
+ Rafael Palmero Ramos
Obispo de Orihuela-Alicante

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