sábado, 29 de diciembre de 2012

La Misa neocatecumenal continua bajo estudio vaticano

Releyendo la siguiente noticia comprobamos que el tema continua en estudio.
ROMA, 11 de abril de 2012 – Con una carta autógrafa al cardenal William J. Levada, Benedicto XVI ha ordenado a la congregación para la doctrina de la fe que examine si las misas neocatecumenales son o no conforme a la doctrina y a la praxis litúrgica de la Iglesia católica.

(...)

Hace tiempo que Benedicto XVI está preocupado por las modalidades particulares con las que las comunidades del Camino neocatecumenal celebran sus misas, el sábado por la noche, en locales separados. [Esta palabra habría que interpretarla con una connotación no tan negativa... viniendo de Benedicto XVI]
Su preocupación ha aumentado también por la trama urdida a sus espaldas en la curia el invierno pasado, sobre la que informó www.chiesa en los siguientes servicios. [Y también este eremita: "Liturgia neocatecumenal - Rumores de aprobación" y "Camino Neocatecumenal - No hubo aprobación litúrgica"]


Lo que sucedió es que el pontificio consejo para los laicos, presidido por el cardenal Stanislaw Rylko, había preparado el texto de un decreto de aprobación global de todas las celebraciones litúrgicas y extralitúrgicas del Camino neocatecumenal, que tenía que hacerse público el 20 de enero en ocasión de un encuentro previsto del papa con el Camino.

El decreto había sido redactado por indicación de la congregación para el culto divino, presidida por el cardenal Antonio Cañizares Llovera. Los fundadores y líderes del Camino, Francisco "Kiko" Argüello y Carmen Hernández, fueron informados de ello y anticiparon felices a sus seguidores la inminente aprobación.

Todo sin el conocimiento del papa.

Benedicto XVI vino en conocimiento del texto del decreto pocos días antes del encuentro del 20 de enero.

Lo encontró inconexo y equivocado. Ordenó que se anulara y se volviera a escribir según sus indicaciones.

De hecho, el 20 de enero, el decreto que se hizo público se limitó a aprobar las ceremonias extralitúrgicas que marcan las etapas catequéticas del Camino.

[Esto es definitivamente una especulación, pero sinceramente, es la única que tiene sentido. Es un hecho que los neocatecumenales asumían (y muchos siguen asumiendo) que se iban a aprobar todas las celebraciones litúrgicas y es un hecho que eso no pasó. Pero que el Papa no supiese nada es algo que resta ser probado... un neocatecumenal me afirmó previamente a todo este embrollo: "Se van a aprobar las celebraciones de los pasos, y tal vez toda la liturgia". Que fue lo que pasó en realidad, dificilmente se sepa algún día... no es que importe demasiado tampoco]
El papa en su discursó subrayó que solo éstas habían sido convalidadas, mientras que acerca de la misa dio a los neocatecumenales una verdadera y propia lección - casi un ultimátum - sobre cómo celebrarla en plena fidelidad a las normas litúrgicas y en efectiva comunión con la Iglesia. En esos mismos días Benedicto XVI recibió en audiencia al arzobispo de Berlín, Rainer Maria Woelki, hombre de su confianza, al que en breve habría hecho cardenal. Woelki le habló, entre otros, precisamente de las dificultades que los neocatecumenales creaban en su diócesis, con sus misas separadas del sábado por la noche, oficiadas por una treintena de sus sacerdotes.

El papa pidió a Woelki que le hiciera una nota escrita sobre este tema. El 31 de enero Woelki le envió una carta con información más detallada.

Días más tarde, el 11 de febrero, el papa envió una copia de esta carta a la congregación para la doctrina de la fe, junto a su petición de examinar cuanto antes la cuestión, que "no sólo concierne a la archidiócesis de Berlín".

Según las indicaciones del papa, la comisión de examen presidida por la congregación para la doctrina de la fe tenía que tener la colaboración de otros dos dicasterios vaticanos: la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, y el pontificio consejo para los laicos.

Y así ha sido. El 26 de marzo, en el Palacio del Santo Oficio, bajo la presidencia del secretario de la congregación para la doctrina de la fe, el arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita, se han reunido para un primer examen de la cuestión los secretarios de los otros dos dicasterios – el arzobispo Augustine J. Di Noia, dominico, para el culto divino y el obispo Josef Clemens, para los laicos – y cuatro expertos por ellos designados. Un quinto experto, ausente, dom Cassiano Folsom, prior del monasterio de San Benedicto en Norcia, envió su opinión por escrito.

Los juicios expresados sobre las misas de los neocatecumenales han sido todos críticos. Muy severo ha sido también el que la misma congregación para la doctrina de la fe había pedido, antes de la reunión, al teólogo y cardenal Karl J. Becker, jesuita, profesor emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana y consultor del dicasterio.
 
El párrafo más destacado del discurso que dio hoy el Santo Padre a los miembros del movimiento en cuestión es el siguiente:
"La celebración en las pequeñas comunidades, regulada por los Libros litúrgicos, que hay que seguir fielmente, y con las particularidades aprobadas en los Estatutos del Camino, tiene la función de ayudar a cuantos recorren el itinerario neocatecumenal a percibir la gracia de estar incorporados al misterio salvífico de Cristo. (...) Al mismo tiempo, la progresiva maduración de la fe de cada persona y de la pequeña comunidad debe favorecer su incorporación en la vida de la gran comunidad eclesial, que encuentra su forma ordinaria en la celebración litúrgica de la parroquia, en la cual y por la cual actúa el Neocatecumenado".

Impresionantes palabras del Santo Padre, instando a los neocatecumenales a seguir fielmente los libros litúrgicos (cosa que no hacen) y a incorporarse a la "celebración litúrgica de la parroquia", que es la "forma ordinaria" de "la vida de la gran comunidad eclesial", a cuya incorporación de favorecer "la progresiva maduración de la fe de cada persona y de la pequeña comunidad".

El Papa les marca la cancha, es hora de ver si van a ser obedientes o no...
El eventual lector habrá leído ya mi crítica a la Misa neocatecumenal (caso contrario le sugiero leerla), sobre la cual querría agregar algunas reflexiones más.

¿Por qué el Camino Neocatecumenal insiste en tener una Misa por separado? Básicamente por dos razones: Porque (1) aduce que vivir la Misa en pequeñas comunidad posee un valor catequético y porque (2) supuestamente intentan vivir la Misa tal y como la celebraban las primeras comunidades.

Hemos de rechazar categóricamente la proposición (2) por muchas razones de peso. No por nada Pío XII condenó el "arqueologismo" litúrgico: se poseen muy pocas fuentes acerca de la liturgia en los tres primeros siglos de la Iglesia. Múltiples intentos de reconstruir esa liturgia darían resultados muy distintos, y además, el arqueologismo equivale a negar la guía divina del Espíritu Santo en la tradición de la Iglesia y la autoridad de los Papas como custodios de dicha tradición.

La multiplicidad de ritos existe en la Iglesia (y es una riqueza) por cuestiones culturales e históricas. San Pío V abolió en el siglo XVI todos los ritos que no tuviesen mas de 200 años de antigüedad precisamente para que estos no se multiplicasen sin necesidad, atentando contra la universalidad de la liturgia. Hoy por hoy, no se puede conceder a los movimientos la potestad de generar nuevos ritos, precisamente por esta misma razón. Los ritos de la Iglesia latina pueden contarse con los dedos de una mano: romano, dominico, cartujo, ambrosiano, mozárabe... no creo estar olvidándome de ninguno que siga "vivo". Si cada "carisma" pudiese tener el suyo propio, al cuerno con la universalidad de la Liturgia.

Hablemos ahora de la proposición (1). El Papa no la niega (puede constatarse eso en su último discurso a los neocatecumenales). Pero le pone un límite: "la maduración progresiva de la persona y de la pequeña comunidad en la fe debe favorecer su inserción en la vida de la gran comunidad eclesial, que tiene su forma ordinaria en la celebración litúrgica de la parroquia, en la cual y por la cual se actúa el Neocatecumenado".

Es sencillo profundizar el sentido de estas palabras: El Papa reconoce el valor catequético de la celebración de la Misa en pequeñas comunidades, sin embargo, a medida que el fin catequético se va obteniendo, esto debe llevar a una inserción en la vida litúrgica de la parroquia. Y es claro que el Papa no se refiere solamente a ciertas celebraciones como la Navidad o Domingo de Ramos (esto lo vienen haciendo en el camino desde hace tiempo), sino a la Misa parroquial ordinaria.

Además hay otra cuestión: No se que pasará en el resto del mundo, pero al menos en mi parroquia, los neocatecumenales no viven la Misa "en pequeña comunidad", por la sencilla razón de que no hay suficientes presbíteros. Entonces se juntan entre varias (o todas las) comunidades a celebrar la Misa. ¿El resultado? Una Misa parroquial paralela.

Entonces, de las dos razones que los neocatecumenales aducen para celebrar la Misa "a parte", una es objetivamente errónea y la otra tiene importantes limitaciones teóricas y prácticas. ¿Se justifica entonces la praxis neocatecumenal? Eso lo decidirá el Papa.

Aún así, vuelvo a mi crítica y me pregunto. ¿Que cosas deberían cambiar para asegurar la unidad con el resto de la Iglesia? De todo lo que menciono ahí, me parece que las siguientes cuestiones son fundamentales: Arrodillarse en la Consagración y la forma de recibir la Comunión. El corregir estos puntos es algo impostergable para garantizar el "sentire cum ecclesia", y también para acompañar a Benedicto XVI en su visión litúrgica, en la catequesis que quiere dar a la Iglesia y al mundo acerca de la misma.

Aquí Benedicto tiene una oportunidad de oro: Los neocatecumenales tienen un espíritu de obediencia a la Iglesia. Lo se porque los conozco. Si el Santo Padre mandase clara e inequívocamente a los neo a recibir la comunión de rodillas y en la boca, de inmediato tendría a un millón largo de personas recibiendo la Eucaristía de este modo. Y el beneficio para ellos y para la Iglesia sería inmediato.

El tema del altar también es crucial. Se deben emitir reglas claras para el Camino Neocatecumenal, que viola impunemente todos los cánones acerca del uso de altares. Aquí también tiene el Santo Padre una oportunidad de oro, aunque mandar a los neo a que celebren "ad orientem" sería un cambio muy drástico para ellos y no creo que lo haga. Pero al menos podría sugerirlo. No de cara a ellos, puesto que seguramente no cambiarán nada que no se les mande de forma taxativa, sino de cara a la Iglesia toda. Seria una oportunidad para afirmar una vez mas que el Concilio Vaticano II jamás mandó a "dar vuelta" los altares, y los beneficios de celebrar la liturgia "de cara a Dios".

Finalmente, también es una cuestión importante la de la música. Se les debe mandar, primero, a que respeten los lineamientos de la Redemptionis Sacramentum con respecto al acompañamiento musical durante la Consagración (que es ilícito). Luego se los debe animar enfáticamente a que empiecen a cantar gregoriano, a usar el propio de la Misa, etc. Les soy plenamente sincero: prefiero un millón de veces la música neocatecumenal a lo que se escucha en la diócesis de Quilmes, pero de nuevo, de cara al carácter universal de la liturgia, los neo deben ir incorporando el canto gregoriano... mas aún siendo un movimiento de carácter internacional... entiendo que los neo de todo el mundo cantan las mismas canciones (españolísimas) traducidas a la lengua vernácula, y mi espíritu se turba al solo imaginar los cantos neo cantados en alemán, japones... Santa Cecilia me libre. No, para eso existe el gregoriano, patrimonio de la Iglesia universal; la polifonía sacra, apoteosis de la música litúrgica. De nuevo, si el Papa tiene las agallas para mandar esto de forma "obligatoria", tendría un millón largo de personas cantando gregoriano cada domingo (o sábado a la noche)... y el beneficio sería gigantesco.

Con respecto a las cuestiones doctrinales, excepto lo que mencioné con respecto a la poca importancia que se le da al carácter sacrificial de la Misa (cosa que antaño los neo negaban, cayendo en herejía material), lo demás es ortodoxo... al menos dentro del paradigma del "novus ordo". Pero eso es oootro tema.

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