martes, 15 de marzo de 2011

Un profesor de Ciencia Política de la Complutense apoya a quienes profanaron la capilla de Somosaguas.

«Se podrá estar en desacuerdo con la forma en la que las estudiantes llevaron a cabo su protesta pero, permítasenos el chiste, tenían más razón que un santo en sus reivindicaciones». Así se manifiesta Pablo Iglesias Turrión, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense, en Público, diario izquierdista y anticlerical. El profesor añade que es intolerable que los catolicos «en el marco de un Estado que se dice laico, sigan disfrutando de los privilegios que les otorgó su franquismo en las universidades públicas».
Parece que los lugares publicos pagados tambien por los católicos están reservados para los ateos y agnosticos. Para estos defensores del laicismo puro y duro hay que hacer una nueva revolución y acabar con los vestigios de las creencias cristianas.




(InfoCatólica) Pablo Iglesias Turrión acusa a la Iglesia de ser la institución “que más legitimó y se benefició del franquismo”, de haber “combatido con fe ciega el reconocimiento de derechos a las mujeres y a las personas homosexuales”, e incluso de callar “el 23-F”.



Iglesias asegura que “el hecho de que varias de las jóvenes se desnudaran de cintura para arriba durante la performance ha encrespado los ánimos de ciertos sectores ultracatólicos y una avalancha mediática conservadora ha tratado de criminalizar a las estudiantes”.



Señala que “varios medios han hablado de asalto y allanamiento de la capilla, de delito contra la libertad de culto, han denunciado que el rector de la Complutense ampara la persecución religiosa y algunos columnistas no han dudado en calificar a las alumnas de zorras. El sindicato de extrema derecha Manos Limpias se ha atrevido incluso presentar una querella criminal contra las estudiantes”.



Para el profesor de la Complutense, “más allá la relevancia simbólica y anecdótica de la iniciativa estudiantil, lo que está claro es que las alumnas han puesto sobre la mesa una cuestión que tiene que resolverse y frente a la que los demócratas tenemos que posicionarnos de manera contundente: la existencia de centros de culto católicos en las universidades públicas”.



En relación al grupo de alumnos que profanaron la capilla de Somosaguas, Iglesias Turrión asegura que “gracias a su audacia y a su compromiso democrático, del que debiéramos aprender algo los profesores, se ha presentado una ocasión inmejorable para que las autoridades académicas tomen nota y acaben de una vez por todas con los privilegios de la Iglesia en las universidades públicas”.



El profesor acaba su artículo en Público asegurando que “como demócratas y como profesores no podemos tolerar además que se criminalice y amenace a las estudiantes que, organizando jornadas, seminarios, debates y ¿por qué no? también movilizaciones, protestas y performances, nos recuerdan que la universidad debe ser un espacio laico y democrático para la crítica y la diversidad”.



El artículo del profesor Iglesias ha sido igualmente reproducido en Redes cristianas, portal de la extrema izquierda "religiosa".



Religión Digital acusa a los “ultras” de fomentar el morbo

Por su parte, José Manuel Vidal, director de Religión Digital, ha escrito un artículo en el que aunque critica la perfomance de las profanadoras, se queja de la reacción que dicha profanación ha causado entre los católicos. Vidal asegura que “los medios más ultras de la galaxia cristiana han arremetido sin piedad (virtud cristiana también) contra los y las estudiantes, tachándolas incluso de zorras. Y diversas organizaciones de la galaxia neocón ya han presentado denuncias y piden castigos ejemplares, movilizaciones, defensa de la fe”.



El director de RD señala que “hasta está programada, para este próximo viernes, una misa de desagravio (cuando, de hecho, no se produjo una profanación de la eucaristía) que, dadas las circunstancias, servirá simplemente para seguir alimentando el morbo de los medios y la dinámica de la acción-reacción”.

1 comentario:

  1. En otra de las cinco capillas de la UCM, la de Geografía e Historia, las ofensas se han limitado a insultos en pancartas y pintadas. El decano de esa Facultad, Luis Enrique Otero Carvajal, ha intentado en diversas ocasiones cerrar la capilla. En las últimas elecciones a representantes de alumnos, por primera vez en esa facultad resultó elegido por mayoría un grupo de alumnos contrario al cierre de la capilla.

    Trampa del decano

    El decano aprovechó el mes de julio para convocar una junta sin estudiantes, en la que propuso el cierre de la capilla y obtuvo mayoría de votos entre los profesores. De momento, sigue celebrándose misa tres días por semana.
    Ayer, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se sumó a los que piden la dimisión de Carlos Berzosa como rector de la UCM, apostillando que “mata moscas a cañonazos” si pretende eliminar las capillas de las universidades públicas.

    Por su parte, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, condenó el acto sacrílego como “reprobable, inadecuado e improcedente” y señaló como “muy adecuado” el expediente informativo abierto por Berzosa. Según HazteOír, más de 20.000 personas han firmado la petición a Berzosa para que cierre la asociación Contrapoder, que organizó la profanación.

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