lunes, 11 de abril de 2011

Peces Barba dice que los católicos sólo entienden del palo.

Peces Barba asegura que “solo la Iglesia católica se mantiene en la línea de la tradición que arranca de las concepciones aristotélico-tomistas del mundo y de la vida. El sólido mecanismo ético de la salvación que necesita de los dos pilares inseparables de la gracia que se produce por el sacrificio de Cristo en la Cruz y de la libertad, que necesita de las obras humanas, sigue siendo el suyo, pero es un dualismo que quiebra a partir del tránsito a la modernidad”.

(InfoCatólica) En un artículo publicado en el diario El País (España), Gregorio Peces Barba, «padre» de la actual Constitución y uno de los ideólogos del socialismo gobernante, lamenta la según él poca firmeza de Rodríguez Zapatero con la Iglesia y los católicos. «Cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden. Solo entienden del palo y de la separación de los campos». El ideólogo socialista cree que todavía hay tiempo para que el actual gobierno tome medidas para castigar a la Iglesia. Estas serían la derogación de los acuerdos con la Santa Sede y la supresión de la asignatura de religión.




El socialista explica que “las éticas modernas serán las del protestantismo y las del humanismo laico. Las primeras son éticas solo de la gracia y la segunda solo de la libertad” y añade que “los protestantes se salvan porque están predestinados y los humanistas laicos prescinden progresivamente de la divinidad. Así ambos se proyectarán en la sociedad y en la realización de proyectos seculares y buscarán para ello una ética secularizadora, en la que podrán coincidir, sin necesidad del apoyo ni de Dios ni de las Iglesias”.



Tras asegurar que “la escuela y las instituciones públicas son el ámbito donde se desarrolla, desde el respeto a la libertad de conciencia, la supremacía de la razón”, Peces Barba afirma que el espíritu laico presente en Europa coexiste “con una Iglesia católica que vuelve por sus fueros y por su prepotencia desde Juan Pablo II hasta el Papa actual”.



En ese contexto, don Gregorio opina que “España ha sido una de las grandes perjudicadas del clericalismo, y lo ha sufrido en sus carnes antes del franquismo, durante el franquismo y con la democracia, cuando todavía hay demasiada contemporización con los peores usos clericales” y critica que haya “muchos aspectos pendientes y el gobierno de Rodríguez Zapatero consiente demasiado pensando que es una buena fórmula”.



“¡Craso error!”, sentencia Peces Barba, a la vez que lamenta que “en cuanto se les presenta la ocasión, como en estas elecciones autonómicas, dicen que no se puede votar a partidos que apoyan el divorcio, el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo”.



El socialista cree que “todavía hay tiempo y pido al PSOE y a su Gobierno que se decidan a tomar medidas que se sitúen claramente en la línea debida. Al menos dos medidas, derogación de los acuerdos con la Santa Sede y supresión de la enseñanza reglada de la religión deben ser tomadas. ¡Todavía se puede hacer!”



Y justifica su parecer asegurando que los anticlericales como él no pueden “ser tan ingenuos como para pensar que la inacción por nuestra parte va a ser respondida con la neutralidad y el juego limpio. Eso solo ocurrió con Juan XXIII y con Pablo VI. Después las cosas volvieron a su cauce tradicional y la deslealtad a las autoridades civiles volvió a ser la regla”.



En relación a los católicos, Peces Barba tiene claro lo que el gobierno debería hacer: “Cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden. Solo entienden del palo y de la separación de los campos“.

1 comentario:

  1. Gregorio Peces-Barba

    (Gregorio Peces-Barba Martínez; Madrid, 1938) Político español que fue presidente del Congreso de los Diputados entre 1982 y 1986. Estudió el Bachillerato en el Liceo Francés de Madrid. Posteriormente, cursó la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, por la que se licenció y más tarde doctoró con la tesis sobre el pensamiento social y político de Jacques Maritain, que fue calificada con cum laude. Amplió sus estudios en la Universidad francesa de Estrasburgo, donde obtuvo la licenciatura en Derecho Comparado.

    Inició el ejercicio de la abogacía en el despacho profesional de su padre y compartió la actividad con José María Mohedano y Tomás de la Quadra. Desde 1963 hasta 1975 actuó como abogado defensor en numerosos procesos ante el desaparecido Tribunal de Orden Público (TOP) y en diversos consejos de Guerra. Intervino en el sumario número 1, un proceso contra la Comisión Obrera de Vizcaya y en 1970 fue el defensor del miembro de ETA, Víctor Aranda, en el Proceso de Burgos.

    En 1966 obtuvo la plaza de profesor numerario de Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, en la que, de 1976 a 1977, desempeñó el cargo de vicedecano de la Facultad de Derecho. En 1963 fue uno de los fundadores de la revista Cuadernos para el Diálogo, junto a Joaquín Ruíz-Giménez, Pedro Altares y Javier Rupérez, entre otros. En 1972 ingresó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), entonces en la clandestinidad.

    En las elecciones generales del 15 de junio de 1977 fue elegido diputado por Valladolid, provincia en la que encabezó la lista del PSOE. En el Congreso de los Diputados resultó elegido secretario del Grupo Parlamentario socialista y fue miembro de la Ponencia encargada de estudiar el anteproyecto de la Constitución. En las elecciones generales del 1 de marzo de 1979 fue elegido nuevamente diputado del PSOE por Valladolid. En la Cámara Baja formó parte de la Diputación Permanente y de las comisiones de Reglamento, Mixta Constitución-Reglamento y Justicia. Asimismo, desempeñó el cargo de secretario del Grupo Parlamentario Socialista, puesto del que dimitió a finales de 1981.

    En 1982 obtuvo, por concurso-oposición, la plaza de profesor agregado de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Decidió entonces no presentarse a los comicios que se iban a celebrar en otoño de ese año para dedicarse plenamente a la docencia, pero más tarde reconsideró su postura y accedió a presentar de nuevo su candidatura en la lista de su partido. En las elecciones generales del 28 de octubre de 1982 renovó el escaño de diputado por Valladolid, circunscripción por la que encabezó la lista del PSOE.

    Candidato del Partido Socialista para ocupar la Presidencia del Congreso, el 18 de noviembre de 1982, día de la constitución de las Cortes Generales, fue elegido presidente de la Cámara Baja. En el discurso que pronunció inmediatamente después de su elección, manifestó que, como signo externo de neutralidad, no ejercería su derecho al voto en las sesiones de la Cámara. Compatibilizó este cargo con la docencia en la Universidad Complutense de Madrid.

    En junio de 1986 cesó como presidente del Congreso e inmediatamente solicitó su incorporación a la cátedra de Derecho Natural y Filosofía del Derecho, en la Universidad Complutense de Madrid. Renunció a presentarse a las elecciones generales del 22 de junio de ese año. El 7 de junio de 1989 fue nombrado presidente de la Comisión Gestora de la Universidad Carlos III, en la zona sur de Madrid, de la que desde su puesta en funcionamiento (curso académico 1990-1991) fue rector y catedrático de Derecho, Moral y Político. Colaboró en diversas publicaciones nacionales y fue autor de varios libros, entre los que destacan Teoría general de los derechos humanos, Texto básico de los Derechos Humanos y Libertad, poder, socialismo.

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