lunes, 16 de mayo de 2011

El Procurador General de la República de Colombia intervino en el Día de la Familia dejando claro que debe primar el interés del menor. Impresionante y políticamente incorrecto alegato en defensa de los niños en caso de adopción.

El procurador general de la República es en Colombia algo así como el Defensor del Pueblo en España, aunque con una tradición que se remonta a los orígenes del país como Estado independiente.

Sus facultades constitucionales son "promover la protección de los derechos fundamentales, el respeto de los deberes ciudadanos", y "ser guardián del interés general y vigilante del cumplimiento de los fines del Estado".

Alejandro Ordóñez Maldonado los cumple con gran independencia de criterio respecto al resto de poderes públicos, lo que le ha ganado bastante popularidad. Fue elegido en diciembre de 2008 con apoyo unánime del poder y de la oposición, algo infrecuente pero que reconocía los méritos de un juez y profesor universitario, doctor en Derecho y en Ciencias, que se ha ganado un respeto universal.

Adopción por parejas homosexuales

De ahí el valor de sus constantes tomas de posición públicas en contra del aborto y de la adopción de niños por parejas homosexuales. Ordóñez es católico practicante, pero deja claro que sus opiniones, expresadas tanto en entrevistas como en intervenciones institucionales, no reflejan un punto de vista religioso, sino legal.

Por ejemplo, las que mostró el pasado viernes en el Día de la Familia, cuando defendió el derecho de los niños “a tener una familia conformada por papá y por mamá. La familia está concebida por una pareja heterosexual estable. Está orientada a la educación de los hijos y busca el bienestar de la sociedad”.

Una de las obligaciones del Estado, afirmó, es defender ese concepto a la luz de la realidad objetiva y no atender a presiones ideológicas: “Si bien Colombia es un país pluralista donde se reconocen las diferencias étnicas y culturales, no legitima mediante un litigio estratégico el debate democrático para imponer a la fuerza valores éticos de minorías emergentes”.

Hacía referencia a la presión de grupos de gays y lesbianas ante un inminente fallo de la Corte Constitucional en el caso de una pareja de lesbianas que solicita la tutela de un menor.

El Procurador citó un estudio nacional de valores realizado en 2006, en el que se señala que la familia ocupa el primer lugar para los colombianos. "Esto no es producto de una ideología o una idea motivada por mis convicciones religiosas. La unión de hombre y mujer es una realidad que está inscrita en la naturaleza, con perdón de los que pretenden estructurar, a espaldas de las realidades objetivas, las instituciones sociales", dijo.

E insistió en que la familia, tal como lo establece la Constitución en su artículo 44, "es una unión de hombre y mujer y uno de los derechos fundamentales del niño. El niño tiene derecho a una familia, a un papá y a una mamá, es un derecho fundamental de los niños que prevalece frente a los de los padres y de la sociedad. Y esto no es porque lo dice el Procurador", concluyó ante quienes le acusan de proclamar sus convicciones, cuando el caso es que coinciden con los principios básicos del derecho colombiano y la opinión mayoritaria del país.

Aborto

Igualmente claro había sido dos días antes en referencia al aborto, criticando la cesión de dicho tribunal para admitirlo en ciertos casos. “Voy a analizar la evolución de la jurisprudencia de la Corte Constitucional en materia del derecho a la vida para concluir que gracias a esa evolución jurisprudencial estamos llegando al deseo como fuente de derecho. La corrección política ha pasado a fundamentar los derechos en los deseos, como si dijese: «Dime qué deseas y te concederé el derecho a ello»”, dijo.

Frente a ello, una evidencia no sólo moral, sino también jurídica: “¿Qué puede tener mayor legitimidad que la propia vida del no nacido?”.

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