lunes, 2 de mayo de 2011

Gracias D. Agustín por todo lo que ha hecho en Valencia.


Gracias D. Agustín por todo lo que ha hecho en Valencia.
Ha dejado una profunda huella a su paso por Valencia. Persona –como sacerdote y Obispo- de arraigados valores cristianos que ejemplificó con su vida, y que supo transmitirlos a toda la Diócesis, a través de los distintos Planes Pastorales.
Como Obispo se acercó a la sociedad valenciana en su conjunto. Esta cercanía no quedó solo en lo folklórico, sino supo aunar a las agentes pastorales en su formación ( plena implantación del Instituto de Ciencias religiosas) sino también en los grandes acontecimientos eclesiales, como pudo experimentarse en el V Encuentro Mundial de las Familias.

D. Agustín trabajó incansablemente para hacer una sociedad más humana y más cercana a Dios. Esto se tradujo en un incansable magisterio y en una dedicación sin límites, siempre en comunión con las enseñazas del Concilio Vaticano II y con las aplicaciones del mismo llevadas a cabo por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
D. Agustín puso también su empeño en la formación integral de la persona. Formación que equilibrara la plena armonía personal del desarrollo del ser humano. A él se debe el gran impulso de los colegios de titularidad diocesana y la creación de la Universidad Católica de Valencia.
Como Obispo, Padre y Pastor, fue cálido, cercano y comprensivo con las personas, con sus logros y con sus debilidades. Conversando con él àrecia que su interlocutor era lo único importante. Personalmente le tengo que agradecer la confianza con que siempre me trató. Confianza que quedó plasmada al confiarme la construcción de la Parroquia de Nuestra Señora de Montserrat en la barriada de Malilla en la Ciudad de Valencia. Hermoso fue el día de la consagración del templo y altar., el 19 de octubre de 1997. La preocupación por nuevas iglesia en las nacientes barriadas, fue una parcela de su labor entre nosotros, grande fue su convencimiento y tenacidad para llevar a todos los barrios la misión pastoral y social de la Iglesia. Las parroquias fueron para Don Agustín su base más social, más cercana a las gentes. La labor social, discreta y silenciosa ha representado y significa en la actualidad una de las piedras angulares de la Iglesia, e indudablemente la Parroquia de Montserrat es y será una de esas piedras angulares de la diócesis valentina.
Don Agustín era firme a la hora de enjuiciar las ideas y valores de la sociedad actual y de poner en evidencia sus aciertos y sus errores. Igualmente era firme en los proyectos de evangelización; esta firmeza le llevaba a promover iniciativas animando a ser creativos, ilusionando a los sacerdotes y a los fieles en el deseo de buscar nuevos caminos de evangelización. Tenia las ideas muy claras sobre lo que la Iglesia podía hacer para hacer más presente a Jesucristo en la vida de los hombres y de las mujeres, siempre asombraba su creatividad que procede de la verdadera alegría cristiana, Dentro de esa actitud de craetividad le debemos su apoyo para nuestra Asociación civil “Sacra Virginitas” y la aprobación de la Asociación Publica de fieles “Ad virginitatem sacram promovendam”, el 1 de febrero del A.D. 2005, víspera de la Fiesta de la Presentación del Señor, Día de la Vida Consagrada.
Esa confianza como Padre y Pastor, continuó hasta que fue sustituido como Arzobispo de Valencia.
Dios lo llamó a las moradas eternas en un día muy señalado, el de la beatificación de Juan Pablo II, el día de la Misericordia.
¡Que Dios rico en Misericordia lo tenga junto a si eternamente!

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