viernes, 21 de octubre de 2011

El final de ETA, no es una realidad ,es un deseo.

ETA comunicó ayer el final de su actividad terrorista después de casi medio siglo y tras haber asesinado a más de 800 personas. «Es tiempo de mirar al futuro con esperanza y de actuar con responsabilidad y valentía.». La frase, que podría suscribir cualquier ciudadano, la leyeron ayer los encapuchados que lanzaron el mensaje en nombre de ETA. El anuncio, sin embargo, no habla de la disolución de la banda, no plantea la entrega de las armas ni incluye la petición de perdón a las víctimas. Eso sí, significa una claudicación ante el Estado de Derecho, que deja a merced de la generosidad de los gobiernos español y francés «la resolución de las consecuencias del conflicto». En todo caso, se impone la cautela. Aunque no existan precedentes y todos sepamos que la decisión es producto de una larga e intensa reflexión en el mundo abertzale, resulta imposible olvidar cuál ha sido el comportamiento de los terroristas en épocas incluso muy recientes. ETA ha sido derrotada gracias a la acción policial, la democracia y la presión ejercida por sus propios presos desde las cárceles. Es un paso histórico, pero no el definitivo. Se abre, por tanto, un nuevo escenario delicado y no exento de riesgo.
Para afrontar este proceso son necesarias grandes dosis de prudencia y generosidad, sólidas convicciones democráticas y una justa reparación de la memoria de las víctimas de estos 43 años. Loa miamoa que piden y exigen la desaparixción de cualquier vestigio franquista, afirman cosas como las siguientes: "Quedarán gentes que quieran más, la entrega de las armas, la petición de perdón, el desmantelamiento del grupo. Pero para el común de la gente lo principal ya ha ocurrido, y ese sentido práctico de la sociedad española, que ha tenido que sobreponerse a la tragedia de la guerra civil, lo que quiere es olvidar, seguir con sus vidas y visitar el País Vasco como turistas de un territorio bellísimo".
Es cierto que n oes lo mismo la guerra civil que el tema de ETA, pero tampoco las consecuencias ni el desarrollo de los acontecimientos es el mismo. Para unos se pide olvidar para otros se pide justicia histórica. ¿Que justicia se pide para los terroristas de ETA?. Borron y cuenta nueva y aqui no ha pasado nada.
Se pide la unidad política como algo imprescindible para crear una atmósfera que haga irreversible el proceso.Pero ¿Que unidad política?.¿Que criterios deben ser prioritarios? ¿Los de ETA o los del estado de derecho existentes hasta ahora?. Las sociedades son burguesas y aqui lo están demostrando hasta los más radicales de izquierdas, porque la burguesia tambien les gusta.

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