Clama al cielo. Una realidad simpre presente.

Clama al cielo

Mientras en muchos hogares se arrojan a la basura alimentos todavía comestibles, en otros lugares del mundo escasean y, lo peor, faltan. Y cuando faltan seguramente hay un niño, hay una niña, hambriento, o una familia entera con pésima calidad de vida por carecer de sus cuatro comidas diarias (a veces ni una).

Quiero pedir a DIOS por mis Hermanas y Hermanos con hambre y/o mal alimentados, para que jamás falte ya el pan en ninguna mesa del planeta. Yo sé que es demasiado pedir al SEÑOR para que ÉL actúe.
Para que esto suceda debe sensibilizarse el corazón de quien tiene el poder, la capacidad, la firme voluntad y visión de cambio; debe poblarse e impregnarse de Luz, de Amor y Respeto hacia sus Semejantes el espíritu de los que están llamados y en potencia de ejercer, ejecutar y producir esas transformaciones sociales tan innecesariamente postergadas.

Todo cambio se conquista con legítima voluntad de cambio.
Que el SEÑOR dote de esta capacidad de cambio, que despierte voluntades, en aquellos Hermanos y Hermanas con la oportunidad (única) de poner, de llevar, un plato de comida en cada mesa del planeta. Pensemos que un día las utopías dejarán de ser utopías. Pensemos que un día el Hombre elegirá hacer lo correcto y no lo que le conviene con fines mezquinos, oscuros, denigrantes e indignos.

Nuestras Oraciones ayudarán a que muchos corazones despierten a otra vida y elijan, por convencimiento, formular los cambios necesarios. Hay que ayudar a despertarlos y arrastrarlos a la Luz para que tamaño acontecimiento se produzca…, ya, ahora... El fantasma del hambre no espera. Miles de vidas aguardan.

Mi MADRE DE LUZ, Lilian Inés, vuelvo a pedirte que intercedas por mis Plegarias ante DIOS. Sé que ÉL espera que sus Hijas e Hijos terrenales seamos capaces de empezar a construir otro mundo de justicia social, de oportunidades, de dignidad, y no de dádivas, prebendas y humillación.
Que así sea. Amén…
Oscar