Ciudad del Vaticano.- Miles de niños sufren violencia y explotación en Africa donde son enrolados como guerrilleros u obligados a ser esclavos sexuales denunció hoy John Baptist Odama, durante una cumbre de obispos en El Vaticano.

El pastor de Gulu, en Uganda, estableció entre 20 mil y 30 mil las víctimas de este fenómeno sólo en este país africano donde opera el grupo rebelde que se hace llamar "Ejército de Dios", conocido también como LRA.

Esas afirmaciones fueron parte de un discurso que pronunció ante una platea encabezada por el Papa Benedicto XVI y formada por más de 200 prelados que participan en la segunda Asamblea del Sínodo de los Obispos que se celebrará hasta el 25 de octubre.

"Las fuerzas del ejército de Dios han raptado jóvenes y muchachos para obligarlos a convertirse en niños soldado, dañando sus mentes y sus almas en manera terrible", lamentó.

Según Odana violencia de este tipo se verifica también en la República Democrática del Congo, en el sur de Sudán y en Africa central.

Señaló que existe otro tipo de violencia cotidiana "muy difundida en todo el continente" la cual consiste en la falta de oportunidades educativas, cuidados médicos y condiciones de vida adecuadas en los campos de prófugos.

Durante las discusiones en el Aula del Sínodo del Palacio Apostólico del Vaticano se analizaron otros asuntos relacionados con la actualidad social, política y económica del Continente Africano.

Al respecto Joseph Shipandeni Shikongo, obispo di Rundu en Namibia, alertó sobre los riesgos de la experimentación de fármacos sobre las poblaciones de esa región.

El clérigo puso en duda la eficacia curativa de esas medicinas que son vendidas con el objetivo de experimentación, a veces con dosis peligrosas, mientras en los países de producción no han sido aprobadas.

"Se dice que Africa está más expuesta a este tipo de fármacos a causa de las limitadas capacidades de efectuar análisis e investigaciones en la materia", indicó.

"Por eso –agregó- la Iglesia debería pedir al gobierno de favorecer las actividades de los curanderos tradicionales y sus respectivas prácticas médicas".

Además Shikongo arremetió contra los programas gubernamentales que apuntan a la prevención del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) a través del uso de preservativos porque "propagan una visión secular y relativista de la sexualidad".

"El fracaso de estos instrumentos es deliberadamente ignorado o explicado mal. En este modo se anima a la promiscuidad que produce mayor difusión del virus", lamentó.