viernes, 27 de diciembre de 2013

África está sufriendo en pleno siglo XXI una nueva colonización internacional: la carrera por la explotación de las tierras fértiles. India China y Brasil, se disputan sus hectáreas.

África frente a una nueva colonización. Africa está sufriendo en pleno siglo XXI una nueva colonización internacional: la carrera por la explotación de las tierras fértiles. India China y Brasil, se disputan sus hectáreas.

Raquel Molina Rey


Africa esta sufriendo una nueva colonización. Mas de 50 millones de hectáreas han pasado a ser propiedad de India, China y Brasil. Países que compran las tierras fértiles del continente para la obtención de biocombustibles.

África es un continente rico con una población empobrecida. Posee más de sesenta materias primas, vitales para el progreso de los países occidentales y en vías de desarrollo. Los productos que cultivan son para la exportación y no para satisfacer las necesidades del país.

Asistimos a nueva colonización que tiene por objetivo la explotación y el control del inmenso caudal de materias primas africanas. A Occidente, que organizó la segunda colonización después de las independencias, se le han sumado China, India y Brasil. Quienes consiguen petróleo sin depender tanto del Golfo Pérsico. Son países que necesitan materias primas y las encuentran en África a precios demasiado bajos porque los que marcan las pautas no son los países africanos, que están siendo neocolonizados. Gerardo González, periodista y escritor explica que “para ser dueños de su destino tendrán que aumentar la transformación de las materias primas in situ. Ninguna potencia quiere que eso ocurra porque haría salir a África del subdesarrollo dándole una plusvalía al producto“. El gran problema de África es que la quieren dejar como un mero productor de materias primas y tenerlo como reserva para el desarrollo de otros países. Sólo interesa la explotación al máximo; si es preciso, hasta el agotamiento. Aunque para ello haya que azuzar guerras como la de Congo o eliminar pueblos como los Nuer en Sudán. Nzuzi-Mbembe, activista africano, insiste en que “ tenemos multitud de recursos para no ser un continente pobre pero no quieren que se asi”.

La soberanía de sus débiles estados tiene poco que hacer. Están en el poder para enriquecerse. Los dirigentes africanos carecen de ideas y de proyectos. Se preocupan más por el saldo de sus propias cuentas corrientes que por el bien general del país y sus ciudadanos. Mientras, China, con 1.300 millones de habitantes y una economía que crece a un ritmo acelerado, necesita un inmenso consumo de energía para sostener su crecimiento. Actualmente, el mayor importador de petróleo del mundo es Estados Unidos, seguido de Japón y de China. Pronto China ocupará el segundo lugar. “Es muy peligroso porque a ellos solo les interesa solucionar sus problemas de crecimiento y conseguir materias primas“; añade Larra, licenciado en periodismo.

África no necesita dinero sino que no se produzca su colonización. “Siempre se ha dicho el refrán de no le des peces, enséñale a pescar. En este caso no hay que quitarle los peces”aclara González.
Sin los recursos africanos el mudo estaría menos desarrollado, pero los pueblos africanos no sufrirían tanto ante el expolio de sus recursos naturales.

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