Más de un centenar de cristianos fueron asesinados el pasado fin de semana en varias aldeas del estado de Kaduna, en Nigeria, donde se produjo un ataque violento por parte de grupos de hombres armados que, según las primeras informaciones, eran pastores de etnia fulani y religión musulmana.
(Morning Star News/Protestante Digital) El ataque se produjo de forma simultánea en pueblos de mayoría cristiana y agricultora, como son Ugwar Sankwai, Ungwar Gata y Chenshyi. El pastor Yakubu Gandu Nkut, presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) en la región, dijo que la esposa de un pastor y sus tres hijos estaban entre los muertos.
«El desafortunado ataque a nuestras comunidades ha llevado a la muerte de más de 100 cristianos», dijo Nkut. «La esposa de uno de nuestros pastores , la señora Jummai Likita Riku, y sus tres hijos, de Iglesia Evangélica Ganar Todos, murieron en el ataque».
También se atacó a las iglesias y edificios de la iglesia anglicana en Ugwar Sankwai, dijo Nkut.
Daniel Anyip, vicepresidente del Consejo de Gobiernos Locales, confirmó los ataques y el número de muertos. Mujeres y niños fueron quemados hasta la muerte en las casas de los asaltantes incendiados. «No hay justificación para este acto inhumano», dijo Anyip a los medios de comunicación.
Algunos cristianos que consiguieron huir se han refuigado en la ciudad de Manchok. Uno de ellos, Nuhu Moses, contó a los periodistas que los pastores musulmanes fulani mataron a unos 50 cristianos en el pueblo de Chenshyi.
«Los ganaderos que atacaron mi aldea eran más de 40, y estaban armados con pistolas y otras armas», contó Moses a Morning Star News. «No hay ni una casa que no haya sido destruida, dado que les prendieron fuego. A los que intentábamos escapar nos disparaban», relata Moses, que considera un «milagro» que pudiera sobrevivir.
El conflicto territorial entre pastores de etnia fulani, de religión musulmana, y los agricultores de mayoría cristiana en Plateau, Bauchi, Kaduna, Taraba y Adamawa, han dejado miles de víctimas en los últimos años. Sin embargo, en los últimos tiempos se comienza a detectar un vínculo entre los asaltantes y grupos extremistas islámicos que operan en otras zonas del continente.
El gobernador de Kaduna, Mukhtar Yero describió los ataques del 14 y 15 de marzo como una masacre «impía y bárbara» y se comprometió a ordenar una investigación.
«Esta situación es inaceptable, y vamos a intensificar los esfuerzos para mejorar la vigilancia e impedir que vuelva a ocurrir», dijo en un comunicado de prensa. «Oramos para que Dios pudiera exponer a las personas que están causando este problema. Oramos para que Dios toque sus corazones para detener estos actos cobardes o destruir sus malvadas maquinaciones».
El Excmo. Rev. George Dodo, presidente de la CAN en el estado de Kaduna, pidió al gobierno de Nigeria que actúen para poner fin a la persecución sistemática de los cristianos en el estado.
«El desafortunado ataque a nuestras comunidades ha llevado a la muerte de más de 100 cristianos», dijo Nkut. «La esposa de uno de nuestros pastores , la señora Jummai Likita Riku, y sus tres hijos, de Iglesia Evangélica Ganar Todos, murieron en el ataque».
También se atacó a las iglesias y edificios de la iglesia anglicana en Ugwar Sankwai, dijo Nkut.
Daniel Anyip, vicepresidente del Consejo de Gobiernos Locales, confirmó los ataques y el número de muertos. Mujeres y niños fueron quemados hasta la muerte en las casas de los asaltantes incendiados. «No hay justificación para este acto inhumano», dijo Anyip a los medios de comunicación.
Algunos cristianos que consiguieron huir se han refuigado en la ciudad de Manchok. Uno de ellos, Nuhu Moses, contó a los periodistas que los pastores musulmanes fulani mataron a unos 50 cristianos en el pueblo de Chenshyi.
«Los ganaderos que atacaron mi aldea eran más de 40, y estaban armados con pistolas y otras armas», contó Moses a Morning Star News. «No hay ni una casa que no haya sido destruida, dado que les prendieron fuego. A los que intentábamos escapar nos disparaban», relata Moses, que considera un «milagro» que pudiera sobrevivir.
Despliegue policial
Las Fuerzas de Policía de Nigeria en Kaduna corroboraron los ataques, diciendo que más policías habían sido desplegados en la zona para restaurar el orden. El personal de seguridad llegó a las 4 de la mañana, aproximadamente una hora después de los ataques terminasen. Aminu Lawan, diputado superintendente de la policía, dijo a Morning Star Noticias por teléfono que la policía ha abierto una investigación.Ataques anteriores
El 30 de enero, un grupo de pastores Fulani musulmanes armados atacaron la aldea cristiana de Ungwar Kajit en la zona Manyi Akuru de Kaduna, cerca de Manchok, matando a una familia de siete miembros y un hombre cercano, e hiriendo a decenas más.El conflicto territorial entre pastores de etnia fulani, de religión musulmana, y los agricultores de mayoría cristiana en Plateau, Bauchi, Kaduna, Taraba y Adamawa, han dejado miles de víctimas en los últimos años. Sin embargo, en los últimos tiempos se comienza a detectar un vínculo entre los asaltantes y grupos extremistas islámicos que operan en otras zonas del continente.
El gobernador de Kaduna, Mukhtar Yero describió los ataques del 14 y 15 de marzo como una masacre «impía y bárbara» y se comprometió a ordenar una investigación.
«Esta situación es inaceptable, y vamos a intensificar los esfuerzos para mejorar la vigilancia e impedir que vuelva a ocurrir», dijo en un comunicado de prensa. «Oramos para que Dios pudiera exponer a las personas que están causando este problema. Oramos para que Dios toque sus corazones para detener estos actos cobardes o destruir sus malvadas maquinaciones».
El Excmo. Rev. George Dodo, presidente de la CAN en el estado de Kaduna, pidió al gobierno de Nigeria que actúen para poner fin a la persecución sistemática de los cristianos en el estado.
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