domingo, 6 de marzo de 2016

El Papa Francisco, conmocionado ante "la masacre inútil y sin sentido".

El papa Francisco manifestó su "profunda tristeza" y calificó de "violencia insensata y diabólica" el ataque contra una residencia de ancianos en la ciudad yemení de Aden en el que murieron cuatro Misioneras de la Caridad y otras 12 personas.
Según un mensaje de pésame emitido hoy y firmado por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en nombre del papa, Francisco ha quedado "conmocionado y profundamente entristecido por la muerte de cuatro Misioneras de la Caridad y otras doce personas en una residencia de ancianos en Aden".
"Él asegura sus oraciones por los muertos y su cercanía espiritual a sus familias y para todos los afectados de este acto de violencia sin sentido y diabólico".
El Papa "ora para que esta masacre sin sentido despierte las conciencias, de lugar a un cambio de corazón, e inspirar a todas las partes a deponer las armas y tomar el camino del diálogo".
"En el nombre de Dios, se hace un llamamiento a todas las partes en el presente conflicto a renunciar a la violencia y a renovar su compromiso con el pueblo de Yemen, en particular los más necesitados, a quienes las hermanas y sus ayudantes trataron de servir".
"A todo el mundo que sufren de esta violencia, el Santo Padre invoca la bendición de Dios y de forma especial a las Misioneras de la Caridad".
Según las fuentes de seguridad de este país, ubicado al sur de Arabia Saudita, el ataque fue perpetrado por extremistas musulmanes que acusan a la congregación de hacer proselitismo cristiano.




Al menos 16 personas han fallecido hoy, entre ellas cuatro monjas (misioneras de la Caridad) por los disparos efectuados por tres hombres armados contra una residencia de ancianos en la ciudad yemení de Adén, según fuentes oficiales, mientras otras elevan el total de víctimas mortales a doce, a la espera de confirmación.
En total, se trata de cuatro monjas -de nacionalidad india-, dos trabajadoras yemeníes del centro y un guardia de seguridad los fallecidos por la irrupción de los tres asaltantes en el interior del centro, que acribillaron con fusiles de asalto. Los tres individuos se dieron inmediatamente a la fuga tras el ataque. Sus motivos se desconocen y ningún grupo ha asumido de momento la responsabilidad del ataque.
El asalto revela la debilidad del actual Gobierno yemení, que tiene su sede en Adén tras su expulsión el año pasado de la capital, Saná, por los rebeldes hutíes (chiíes).
La ciudad, que en su día fue uno de los grandes núcleos cosmopolitas de la región, se ha convertido en un territorio sin ley donde las comunidades cristianas han sido expulsadas y sus iglesias y cementerios, objeto de desecración.
(Rd/Agencias)

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