martes, 15 de febrero de 2011

En total, junto a los 11.000 católicos romanos residentes en el país, la minoría cristiana ronda las 100.000 personas. Una escasa grey, de lo que fue en su día la cuna de San Pablo. Por el contrario, Europa da cobijo a 3 millones de ciudadanos turcos, respetando su identidad cultural y religiosa.

La libertad religiosa en Turquía: una tarea pendiente


(Esta noticia se publicó el 04/09/2009,aún tiene vigencia  para la situación actual de Turquia).

Autor: Gaudium Press

París (Viernes, 04-09-2009, Gaudium Press) "Nosotros escuchamos bellas palabras, pero concretamente las cosas no se mueven mucho para los cristianos". Con estas frases -recogidas por el diario francés La Croix- se expresaba el pasado miércoles un observador de la situación religiosa en Turquía, país que retomó especial importancia para los católicos con motivo del Año Paulino decretado por Benedicto XVI, que concluyó en junio pasado con la proclamación del nuevo Año Sacerdotal.
Y es que en Turquía se encuentra Tarso, ciudad ligada perennemente a los oídos cristianos con aquel que la tradición de la Iglesia consagró como ‘El Apóstol'. Saulo de Tarso, Pablo de Tarso allí nació, y después de su conversión a la fe de Cristo, desde allí partió para muchos cristianos emprendimientos. Efeso, Colosas, Filadelfia, son nombres de gran significado en la Escrituras, y todos ellos se hallan en tierras turcas. Por lo demás, muchas figuras de los primeros siglos de la era cristiana - y de las más relevantes - nacieron en Turquía: El propio San Lucas nacido en Antioquía, San Ignacio de Antioquía, San Basilio Magno, San Ireneo de Lyon...
En un gesto de buena voluntad hacia los cristianos, el gobierno turco permitió durante el año paulino que en la Iglesia de Tarso se celebrasen misas de forma continua. Con ello "por vez primera, los musulmanes turcos han sido testigos de cristianos venidos, no como turistas, sino como peregrinos orantes. Su devoción hizo una fuerte impresión en los turcos", explicó a Radio Vaticano Mons. Luigi Padovese, Vicario Apostólico de Anatolia.
Entretanto, la esperanza de que ese permiso se extendiese en el tiempo y que la Iglesia, convertida en museo, se transformase en un lugar de culto fue desmentida por los hechos. El gobierno decretó de nuevo el carácter de museo de la construcción, permitiendo las celebraciones sólo con un pedido anticipado, pagando el tiquete de entrada y con la condición de no interrumpir las actividades del museo. El anuncio suscitó las contrariadas reacciones de líderes cristianos, quienes afirmaron que realmente la libertad religiosa no había evolucionado en Turquía.



El 15 de agosto pasado, tal como informó Gaudium Press, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acompañado de cuatro ministros, se entrevistó con los líderes de las confesiones no musulmanas presentes en el país (ortodoxos, armenios, sirio-ortodoxos, sirio-católicos y judíos), quienes le presentaron un informe conteniendo 88 casos problemáticos de sus relaciones con el Estado. En la ocasión el ministro Erdogan prometió "reformas democráticas" que permitiesen la solución de las situaciones.



Turquía - Unión Europea





Turquía está pleiteando su ingreso a la Unión europea. El próximo diciembre el primer ministro Erdogan deberá rendir cuentas a la unión sobre algunos requerimientos para su ingreso. Afirma la agencia Asia News que sobre el tema de la libertad religiosa hay pocos avances.



La Corte Europea de Derechos Humanos se ha pronunciado sobre varias situaciones atinentes a la vulneración de derechos religiosos y de propiedad en Turquía, como por ejemplo el del antiguo orfanato ortodoxo de Estambul, tomado por el gobierno en 1960, y del que la corte exigió su restitución el año pasado. Asimismo, son varios los casos similares que esa Corte está analizando en el momento.



Preocupación ha suscitado la colocación de auto-colantes (stickers) de colores, pegados en las casas de cristianos de los barrios Feriköy y Kurtulus en Estambul. El hecho ha motivado el pronunciamiento de un parlamentario del país. Monseñor Louis-Armel Pelâtre, responsable de la diócesis católica de rito latino de Estambul, declaró entretanto que cree no tratarse de amenazas religiosas, cuanto de un posible movimiento político de personas que buscan dificultar al gobierno la democratización del país y la adhesión de Turquía a la unión europea.



Con información de La Croix

2 comentarios:

  1. ¿Turquía, un país europeo?



    José Luis Orella. 12 de agosto 2010

    La república turca es un país puente entre dos continentes. La actual Turquía es heredera del imperio otomano, un imperio que duró de 1299 hasta 1922. La Sublime Puerta llevó sus fronteras por el norte de África, los estados berberiscos reconocieron su vasallaje, y en Europa llegaron hasta Viena, la capital imperial. Sin embargo, tras un largo declinar, se fueron perdiendo las posesiones europeas, después de la Primera Guerra Mundial, perdió las provincias árabes asiáticas. No obstante, los intelectuales turcos pretendieron frenar la decadencia, adaptándose a modelos europeos. En 1908 el movimiento nacionalista de los Jóvenes Turcos, que depuso al sultán Abdul Hamid II, llamado El Rojo por su crueldad sanguinaria. Los Jóvenes Turcos gobernaron el imperio durante diez años, hasta el final de la Primera Guerra Mundial, pero conservando las centenarias instituciones del sultanato y el califato, que garantizaban la preeminencia de Constantinopla (Sagrada Puerta) sobre los musulmanes del mundo. El lema de "libertad, fraternidad e igualdad" amparó en realidad una política basada en la instrumentalización del islamismo y el panturanismo . Este movimiento pretendía unir a todos los pueblos de lengua y cultura turca. Pero la Primera Guerra Mundial trajo la desaparición del Imperio, y con él, el movimiento de los Jóvenes Turcos, su principal líder, Enver Pacha, murió en combate, al frente de los basmachis en Asia Central contra los bolcheviques. Fue en ese momento cuando apareció el resurgir del orgullo nacional capitalizado por un antiguo oficial turco, Kemal Atatürk, quien consiguió derrotar a los griegos y expulsarlos en 1921 de la península anatólica junto al resto de las potencias extranjeras, que se habían hecho cargo de los restos del imperio.

    Kemal Atatürk fue el fundador de la nueva Turquía, pensó que su país se había anquilosado y que debía escapar de la miseria modernizándose rápidamente copiando en todo a occidente. El laicismo se impuso y la religión islámica pasó a un segundo orden, el alfabeto latino fue establecido como obligatorio, la mujer conoció una libertad de oportunidades equiparable al mundo occidental. No obstante, la occidentalización de la nación no hizo desaparecer la vieja alma musulmana. La actual Turquía, es un país perteneciente a la OTAN y aliado estrecho de los Estados Unidos. Durante décadas fue un país fronterizo con la Unión Soviética y fuertemente armado. En nuestro tiempo, la nación otomana conserva viejos litigios con Grecia en el mar Egeo y especialmente en la isla de Chipre, donde todavía el norte de la isla sigue ocupada por los turcos, para evitar una ocasional anexión griega de la isla mediterránea. Sin embargo, el desplome del comunismo permitió un relanzamiento de su política exterior con su apadrinazgo a los pueblos musulmanes soviéticos de lengua turca. En la actualidad, hay seis países túrquicos independientes: Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Turkmenistán, Turquía, y Uzbekistán, así como la Republica Turca del Norte de Chipre.

    Pero la occidentalziación ha llevado a que la actual república turca sea uno de los pretendientes a la Unión Europea. El país anatólico crece a un ritmo del 7,6 % en 2005 y se ha convertido en uno de los gigantes de la producción electrónica. Con sus 71 millones de habitantes, un 30 % menor de 15 años, y los bajos costes salariales, el país turco es el candidato ideal para sustituir a China como país productor. Sin embargo, el emergente país cuenta con una homogeneidad cultural islámica, ganada con precio de sangre. Aunque desde el nacimiento de la república, en 1923, la occidentalización se convirtió en el eje de la política turca, la islamización social se llevó a cabo para evitar la extensión del marxismo.

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  2. (Final del articulo).
    No obstante, existe una página negra en la historia de Turquía. A principios del siglo XX, la población cristiana de la península anatólica, base geográfica de la actual república turca, era de un 30 %. Durante la Primera Guerra Mundial se procedió al exterminio de 1.500.000 armenios y 300.000 árabes cristianos. El resto de los supervivientes se refugiaron en los países vecinos, donde más de medio millón de armenios viven en Líbano y Siria. La derrota militar griega de 1923, causó la expulsión de los griegos de Trebisonda y Esmirna, 1.350.000 personas. A pesar de todo, aún quedaban contingentes importantes de cristianos. En Constantinopla, la población griega ortodoxa era de 80.000 personas, pero los violentos progromos de 1955, la redujeron a los 5.000 actuales. En cuanto a los armenios, su número actual no llega a los 80.000, dedicados a un activo comercio. Con respecto a los árabes, son unos 500.000 musulmanes que viven en la antigua Antioquia, pero los cristianos son unos escasos 10.000, de la Iglesia asiria que viven en la frontera con Siria, donde todavía rezan en arameo. En total, junto a los 11.000 católicos romanos residentes en el país, la minoría cristiana ronda las 100.000 personas. Una escasa grey, de lo que fue en su día la cuna de San Pablo. Por el contrario, Europa da cobijo a 3 millones de ciudadanos turcos, respetando su identidad cultural y religiosa.

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