miércoles, 27 de abril de 2011

Descubre la esencia de la Santidad de Juan Pablo II.

El viernes 25 de febrero, el postulado de las Causas de Beatificación de Karol Wojtyla (nombre de bautismo del Papa polaco), el sacerdote Slawomir Oder, participó de la Conferencia “El secreto y la esencia de la santidad de Juan Pablo II”, junto con el Ateneu Pontificio Regina Apostolorum, en Roma. El encuentro fue organizado por el Centro de Estudios Juan Pablo II, la estructura de Ateneu que recoge publicaciones y escritos sobre el futuro Beato.
“Lo que caracteriza, sin embargo, la [santidad], figura de Juan Pablo II, según las cartas del proceso de Beatificación, son esencialmente dos dimensiones. Su dimensión de hombre de oración, de hombre de Dios, y la dimensión de su ansia apostólica, su ser misionero de Cristo. De hecho, había en Él urgencia por la caridad de Cristo que le animaba a llevar al Señor a todos los lugares”, explica el postulador.

Seguidamente, mira la entrevista del sacerdote Oder con la Radio Vaticano, donde habla sobre los preparativos para el evento y la experiencia con Juan Pablo II:

Padre Slawomir Oder - No hay dudas de que antes de todo en un nivel humano, esto es una gran emoción. Para mí, el motivo de la Beatificación de Juan Paulo II fue, sin duda una aventura espiritual que marcó mi vida. Por lo tanto, la consciencia de haber contribuido con la realización de esta realidad extraordinaria, de haber llegado en este punto, me da una gran satisfacción, de alegría ante el Señor.

Radio Vaticano - Seguramente, hay muchos aspectos importantes de este proceso para la Causa de la Beatificación. Si tuviera que citar lo que más le marcó en estos últimos años…

Padre Oder - Seguramente su espiritualidad, su forma de rezar y su modo de ser. La figura de Juan Pablo II, nos señala, sin duda, la profundidad de su espiritualidad. Una expresión que define muy bien que es “hombre de Dios”, “hombre de oración”. Y eso es algo que voy llevar siempre en mi corazón, un tesoro para mí y para el sacerdocio. Además, el proceso es hecho a través de los encuentros con personas que escriben sus testimonios. En este caso, lo que me sorprendió fue la proximidad de este grande hombre de Dios -este gran místico, podemos decir- de la vida de muchas personas. Él entró en los corazones, en nuestras familias, y allí permaneció. El afecto que podemos percibir de los testimonios que todavía llegan a la sede de la postulación, hacen comprender que el Papa Wojtyla es una persona viva en nuestros corazones y en nuestros sentimientos.

Radio Vaticano - Llegamos al tema de la Conferencia en la Regina Apostolorum, un tema con un título muy ambicioso: “El secreto y la esencia de la santidad de Juan Pablo II” Obviamente es muy difícil responder a esa pregunta. Pero, ¿cuál fue la esencia de este testimonio de santidad?

Padre Oder - Efectivamente, restituir con una frase - aún con una conferencia - un cuadro completo de este personaje es imposible. Lo que caracteriza, sin embargo, a la figura de Juan Pablo II, según las cartas del proceso de Beatificación, son esencialmente dos dimensiones. La dimensión de hombre de oración, de hombre de Dios, de la dimensión por su ansia apostólica o su ser misionero de Cristo. De hecho él tenía urgencia de la caridad de Cristo le que incentivaba a levar al Señor a todos los lugares. El punto común de estos dos aspectos es su amor por Cristo. Él amaba al Señor porque se sentía profundamente amado por Él, por eso no podía dejar de responder con esa profundidad de vida espiritual y con esa abertura que tenía en su corazón al mundo.

Radio Vaticano - ¿Que frutos se cosechan de esta Beatificación del primero de mayo?

Padre Oder - Pienso en lo siguiente: en los años de este proceso, tuve la clara sensación de quien lo hizo, en realidad fue el Señor: Él hace todo a su tiempo, y muchas veces nos sorprende. Por eso estoy convencido de que el Señor, a través de la bondad del mensaje de Juan Pablo II, siembra en los corazones de tantas personas muchos frutos espirituales. Pero lo que seguramente será un elemento común, como yo espero y deseo, es que nazca la esperanza, la esperanza renovada de que Juan Pablo II ha sido llamado para ser testigo, y Él lo es. Es la esperanza de que el mundo no nos da, pero solo la tenemos con la amistad con el Señor, con Cristo.

Informaciones de Radio Vaticano (en italiano - traducción de CN Notícias / CN Español)

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