viernes, 15 de julio de 2011

Denuncian que los opositores libios cometen atrocidades en las ciudades ocupadas.

Los opositores libios han cometido incendios, saqueos y abusos de civiles en su ofensiva contra Trípoli a partir de Djebel Nafusa (oeste), acusó este miércoles Human Right Watch.

La organización de defensa de los derechos humanos “ha presenciado algunos de estos actos, interrogó a testigos en otros casos y habló de esos abusos con un comandante rebelde”, declaró la organización en un comunicado.

La organización indica que esta violaciones de derechos humanos se produjeron en junio y julio, hasta la semana pasada, cuando las fuerzas gubernamentales llevaban a cabo su ofensiva a partir de Djebel Nafusa, región montañosa situada al sur de Trípoli.

“En cuatro ciudades capturadas por los rebeldes en los montes Nafusa estos últimos meses, los combatientes rebeldes y sus simpatizantes han saqueado bienes, han quemado ciertas viviendas, saqueado hospitales, casas y comercios, y han golpeado a personas sospechosas de apoyar a las fuerzas gubernamentales”, escribe HRW.

“Los jefes rebeldes tienen el deber de proteger a los civiles y sus bienes, en particular los hospitales, y sancionar a quien practique el saqueo y otros abusos”, declara HRW.

Un comandante rebelde de la región, que la organización identifica como coronel El Moktar Firnana, admitió que se cometieron abusos y algunos combatientes y simpatizantes fueron castigados.

“Si no hubiéramos dado instrucciones, la gente habría quemado hasta el último de estos pueblos”, declaró el responsable, citado por HRW, que precisa que dos de estos pueblos alberga a una tribu cercana al coronel Gadafi.

“Al Awaniya y Zawiyat Al Bagul son pueblos de la tribu de los Mesheshiya, conocida por su fidelidad al gobierno libio y a Muamar Gadafi”, indica HRW.

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