(Agencias) Benedicto XVI sigue con profunda preocupación las noticias procedentes de la región del Cuerno de África y en particular de Somalia, golpeada por una gravísima sequía y después, en algunas zonas, perjudicada por las fuertes lluvias que están causando una catástrofe humanitaria. El Papa exigió la movilización internacional para que se envíe cuanto antes socorro a los afectados.
Innumerables son las personas que están huyendo por la tremenda carestía en busca de alimentos y ayuda. La ONU ya ha alertado de que la situación en vastas zonas de Somalia, Kenia, Eritrea y Yibuti es dramática y que al menos once millones de personas en esa región necesitan asistencia alimentaria debido a la sequía que padece, la peor en varias décadas.
Al concluir el rezo del ángelus ayer en Castelgandolfo, el Santo Padre dijo: “Con profunda preocupación sigo las noticias provenientes de la región del Cuerno de África y en particular de Somalia, golpeada por una gravísima sequía y además en algunas zonas, también por fuertes lluvias que están causando una catástrofe humanitaria. Innumerables personas están huyendo de esa tremenda carestía en busca de alimento y ayuda”.
En su última nota editorial, el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, había alentado a ayudar a los somalíes, ya que si bien “el Papa recuerda a Somalia cada año en su discurso a los diplomáticos, se tiene la sensación de que la opinión pública mundial y la comunidad internacional se han resignado y han abandonado a su destino a este desgraciado país”.
Ante esta situación, el Santo Padre hizo un llamamiento a “la movilización internacional para enviar rápidamente ayuda a estos nuestros hermanos y hermanas duramente probados, entre quienes hay muchos niños”.
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