A pesar de que CiU gobierna ahora ambos organismos municipales de Barcelona, siguen la estela cultural que ha caracterizado al PSCI.
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La nueva fase cultural que cabría imaginar con el relevo de poderes en la Diputación de Barcelona y el consistorio barcelonés a favor de CiU no parece que se esté dando
ForumLibertas.com
El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), organismo dependiente del Ayuntamiento y de la Diputación de Barcelona ha programado para este mes de noviembre una jornada de debate en torno a la presencia de la religión en la vida pública. Por su contenido y sus conferenciantes, se trata de un programa sorprendentemente cercano a los promovidos por el PSC cuando gobernaba estos organismos públicos. ¿En qué ha cambiado la política cultural tras el relevo de CiU al frente de estos entes?
La jornada en cuestión está organizada en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra y recibe el nombre de ‘Religión y esfera pública’. El debate que acogerá tiene por objetivo, según la propia organización, “analizar las controversias recientes en relación a la presencia de símbolos religiosos en el espacio público y reflexionar sobre cómo las nociones de secularización y republicanismo, que tanto contribuyeron en la creación de la esfera pública europea, están hoy siendo cuestionadas por estas controversias”.
Además, fuentes de la organización aseguran que la intención del encuentro “es trasladar los ejes de un debate que se está produciendo en el ámbito académico a un público amplio, inquieto por profundizar en un tema que sacude hoy la sociedad europea”.
La nueva fase cultural que cabría imaginar con el relevo de poderes en la Diputación de Barcelona y el consistorio barcelonés a favor de CiU no parece que se esté dando. Hasta ahora la actividad cultural de la Diputación a lo largo de los años de gobierno socialista ha tenido un fuerte sesgo ideológico como lo constatan las subvenciones otorgadas, las actividades patrocinadas y, de una forma especialmente relevante, el fondo editorial de la red de bibliotecas. Las conferencias sobre religión y esfera pública del CCCB se trata de una iniciativa que revestida de academicismo, es unilateral y muy parcial. De hecho, constituyen unas sesiones de adoctrinamiento y no debate, por tres razones.
Primera. El enfoque global ya es absolutamente parcial.
La jornada ‘Religión y esfera pública’ tiene un enfoque que hace tabla rasa del concepto de tradición cultural, en los términos que por ejemplo lo expone MacIntyre en Tras La Virtud, y no hace posible disponer de todos los recursos elaborados en este marco. Además, incurre en la incapacidad que apunta Charles Taylor en Orígenes del yo en el sentido de que ninguna época puede dar respuesta a sus problemas y conflictos solamente con los recursos intelectuales de la propia época.
La presencia del hecho religioso en el espacio público no puede ser tratada sólo desde una perspectiva que considera que la vida racional europea comienza a partir de la Ilustración, que es el implícito del planteamiento que se hace en esta jornada. De hecho, la propia Ilustración nace de unos marcos referenciales que incorporan el hecho religioso. El propio republicanismo está ligado a él en función del periodo histórico y de la cultura legal en la que se encarna, a no ser que el concepto se restrinja tanto como sucedió en la Revolución Francesa.
Segunda. Las personas elegidas
La organización ha sido parcial en cuanto a la elección de las personas escogidas para protagonizar el debate. Todas ellas se adscriben a la misma idea sobre la exclusión del hecho religioso del espacio público. Por lo tanto, no se trata de un debate sino de un adoctrinamiento
Tercero. La metodología que se aplica.
Además, de anómalo, es difícil entender qué metodología aplica la organización cuando de dos sesiones sobre religión y espacio público, una incorpora la igualdad de género, como si fuera una guinda que hay que situar en todo pastel.
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