Pescar hombres con redes virtuales

Las redes sociales no
son más que el conjunto de personas que se reconocen y se relacionan
entre si, de una u otra forma. No son algo nuevo e innovador, ya que han
existido incluso antes que el ser humano apareciera sobre la faz de la
tierra. ¿Y esto? Los animales conforman redes sociales en forma de
manada, grupo familiar, etc
Entonces ¿Qué son Facebook o Tuenti? Son redes sociales de tipo virtual.
Poseen características similares a las redes sociales tradicionales
pero ofrecen una serie de ampliaciones que son lo realmente novedoso. El
factor del éxito que experimentan las redes sociales virtuales, se
centra en la capacidad de extensión comunicativa y la capacidad de
gestionar la comunicación que se establece.
Relacionarte
con los vecinos de toda la vida no es ni la mitad de atractivo que
establecer comunicación con personas de todo el mundo. Los elementos de
la comunicación virtual son más innovadores y aparentes que... la misma
batallita que cuenta siempre nuestro compañero de trabajo… y además
podemos elegir cuándo y cómo queremos comunicarnos. El éxito es
evidente.
Desde
el punto de vista de la evangelización… ¿Son útiles las redes sociales
virtuales? Vamos a realizar un análisis de ventajas-desventajas
Las ventajas
son, la capacidad de extenderse más allá de nuestro entorno geográfico,
ser rápidas, permitir intercambiar contenidos multimedia (texto, video,
fotos, animaciones, etc), posibilitan realizar trabajos en grupo de
forma automatizada y tienen la facilidad de bloqueo/filtrado … en el
caso de encontrarnos con personas desagradables.
Las desventajas
son la lejanía afectiva, falta de trato humano, inconsistencia de los
compromisos y la incapacidad de evaluar realmente la eficacia de
nuestra acción.
Pero, a mi modo de ver, la principal desventaja de la acción evangelizadora en una red social virtual, aparece en el momento de haber logrado el éxito en nuestra labor. ¿Qué hacemos con la(s) personas que reaccionan favorablemente a nuestra labor? Sobre todo si esta persona vive al otro lado del mundo.
Para solventar este problema podemos pensar según la máxima ecologista: piensa de forma global actúa en forma local.
Es decir, buscar personas cercanas geográficamente para dar la
posibilidad de un acercamiento real tras la maduración de un
acercamiento virtual.
¿Qué acciones evangelizadoras podemos realizar en las redes sociales virtuales?
1.- Podemos efectuar un acercamiento personal directo y
presentarnos a una persona y decirle que nos admita como amigo…
dejándole desde el primer momento clara nuestra intención de hablarle de
Cristo y de la Iglesia. Si nos abre las puertas, tendremos una
oportunidad de acercarnos personalmente a esta persona y a través de
ella, a su grupo de amistades. Dada la inmensa cantidad de personas que
interactúan en el universo virtual, es necesario ser restrictivo en este
tipo de acciones… o nos veremos sobrepasados a las pocas semanas o
días. Tengo alguna referencia de trabajos de este tipo y si se llevan
adelante con criterios y objetivos claros… da buenos resultados.
2.- Crear foros de discusión donde
se intercambien ideas y se resuelvan dudas. Para que este tipo de
iniciativa tenga éxito, hace falta un equipo de animación activo y
dispuesto a recibir críticas. La evangelización actúa de manera
indirecta. Los foros suelen tener una vida activa relativamente corta,
ya que desgastan con facilidad.
3.- Compartir materiales
y pedir a nuestras amistades que, a su vez, los compartan con las
suyas. Es un tipo de pesca ciega y limitada por la cadena de voluntades
que han de ponerse en movimiento, para llevar lo más lejos posible el
material. Esto se puede hacer dentro de las propias redes sociales
virtuales establecidas (Facebook, Tuenti, etc) o por correo electrónico.
Mi experiencia con este tipo de acciones, me hace pensar que es poco
eficaz.
4.- También tenemos la opción de crear portales web, blogs o espacios temáticos (grupos, causas, etc) dentro
de Facebook o Tuenti, que permitan acceder a la iniciativa propuesta, a
quien lo desee. Requiere un esfuerzo considerable y en la realidad, no
se llega más allá de implicar a una ínfima parte de esas personas que
pasan o se apuntan. En el caso de los blogs, lo más interesante es la
interacción que se suele dar entre autores más o menos afines.
5.- Dar soporte afectivo de quienes ya están dentro de la Iglesia.
Hay muchas personas viven desafectados de su comunidad real… ya que no
se ajusta a su sensibilidad religiosa. Dentro de las redes es posible
encontrar a personas con sensibilidades similares a la nuestra y
conformar una red de amistad que apoye y permita seguir adelante con un
acompañamiento mínimo. Mi experiencia me indica que muchas personas
buscan en las redes virtuales, el calor que no encuentran en sus
comunidades reales. Es una pena decirlo, pero nos falta capacidad de
acogida en el mundo real.
6.- Reproducir y extender las redes sociales convencionales
y así poder interactuar más allá de estar presentes en un momento y
lugar determinado. Esto representa una oportunidad nada despreciable a
la hora cohesionar y gestionar grupos de formación o grupos de acción
reales. Esto es la panacea para ONGs, grupos de catequesis, grupos de
pastoral, etc…
¿Se
os ocurren otras alternativas para utilizar las redes sociales? ¿Qué
problemas encontráis? ... no dudéis en compartir vuestros conocimientos e
inquietudes en este humilde espacio.
“Y Jesús les dijo: venid en pos de mí, y os haré ser pescadores de hombres”(Mt 1,16)
A hora tenemos nuevas redes con las que trabajar. Aprovechémoslas en cristiano.
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