lunes, 31 de octubre de 2011

La moda del amancebamiento, el amor libre y el dominio de la mujer sobre su cuerpo. (IV)

LA MADRE SOLTERA

Ultimamente estamos oyendo a mujeres que llegan a los 30 o 35 años y dicen: yo no quiero el matrimonio, pero sí un hijo. Esto puede parecer "muy humano" como dicen ahora, pero indudablemente se ha juzgado a la ligera sin tener datos suficientes sobre las consecuencias de tales situaciones.

En primer lugar fácilmente podemos apreciar que esto significa para el niño un problema formidable, que se manifiesta en un desarrollo completamente anormal de lo que debe ser la vida de un niño común y corriente; desde luego es un hecho que el hijo de madre soltera voluntaria, tiene serias dificultades en la escuela con su aprendizaje, son mucho más distraídos y tienen dificultades de disciplina; en secundaria presentan más problemas de salud que los demás niños.

La ausencia de un padre es muy nociva en los pequeños y se traduce muchas veces en terribles pesadillas. Manifiestan una especial agresividad y mayorcitos, tanto niños como niñas, caen en grandes depresiones. En ausencia del padre los niños se vuelven tristes, sufren sentimientos de pérdida, aparecen aburridos y sin motivación en la escuela.

Para la madre soltera que trabaja y ve por su hijo, la cuestión económica es muy pesada. Gasta toda su energía en resolver problemas en vez de ser feliz; cae además en un error capital: toma al niño como adulto, exigiendo de él que sea compañero y confidente; el niño escucha con estupor las penas de su madre, quien tiene la necesidad de comunicárselas, lo que desde luego no contribuye en nada a la felicidad del niño.

El mayor problema del hijo de madre soltera es que el niño se ve forzado a crecer demasiado aprisa; hay niños que a los 8 años han manifestado nostalgia de su niñez; un niño de 3 años al ir a jugar a la pieza contigua le dice a su madre: si me necesitas, me llamas.

Gran número de niños se ven sobrecargados; no es posible que comprendan los problemas de los adultos ni es justo que los compartan. Estas presiones provocan en ellos serios desajustes de falta de propia estima por sentimientos conscientes o inconscientes de fracaso; ningún niño merece vivir en semejantes circunstancias.

No es difícil caer en cuenta de que la madre soltera voluntaria, es la persona más egoísta que darse pueda; tiene al niño para su propia satisfacción, es su dueña; cuelga de él todas sus frustraciones y fracasos que disfraza de grandes sentimientos de amor; la verdad es que un niño tiene derecho a un padre y nada ni nadie podrá suplir tan grande falta.

Parecidos problemas y aún mayores, tienen los hijos de divorciados que se ven desgarrados entre dos voluntades que luchan por conquistarlos eliminando al "contrario" cuando el niño ama y necesita a los dos.

Otro aspecto del problema de la madre soltera, es aquél que se debe, como en el caso de México, a una falta total de responsabilidad sexual. Parece ser que el 60% de los niños que nacen en México son ilegítimos. Esto trae como consecuencia dos problemas principales: la delincuencia infantil y juvenil y la tan famosa "explosión demográfica".

Vemos en las calles a todas horas del día y de la noche, parvadas de niños haciendo toda clase de malabarismos, para sobrevivir, muchos de ellos drogados, futuros idiotas y otras que en la calle aprenden a ser hábiles delincuentes.

La famosa explosión demográfica; ¿cómo es posible que traten de abrumarnos con propagandas de "pocos hijos para darles mucho", dentro de matrimonios, de familias establecidas y no atacan la verdadera explosión de los hijos sin padre de las madres solteras por irresponsables?

Los hijos de matrimonios estables tienen mayores posibilidades de ser ciudadanos útiles, sean pocos o muchos, pues no hay mejor escuela para la vida que una familia numerosa; desde el principio de los tiempos, la bendición de un hogar son los hijos, ¿cómo es posible que ahora sean los "enemigos "?

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