viernes, 18 de noviembre de 2011

Histórico encuentro entre patriarcas católico y ortodoxo en Líbano. Preservar la presencia de los cristianos en Oriente Medio.

BKERKE, jueves 17 noviembre 2011 (ZENIT.org).- En Bkerke, Líbano, se celebra la 20 Conferencia de los Patriarcas Católicos de Oriente, dedicada a la situación de los cristianos en Oriente Medio. En el curso de la misma, el pasado 15 de noviembre, tuvo lugar un encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, en viaje por Siria y Líbano con la misma preocupación.

La inquietud por la situación de las minorías cristianas en Egipto, Libia, Irak y otros países de la denominada “primavera árabe” impulsó al patriarca de Moscú y todas las Rusias Kirill a una misión de paz de tres días en Siria y Líbano que acabó este jueves y durante la cual se entrevistó con jefes de Estado y líderes religiosos locales.

Antes de volver a su país, el 15 de noviembre, el patriarca Kyrill de Moscú se reunió con el patriarca maronita mar Béchara Boutros Raï. El encuentro fue en Bkerke, donde se celebra la Asamblea de los patriarcas católicos de Oriente, dedicada precisamente a la situación de las minorías cristianas en estos países.

Estuvieron presentes en la reunión el cardenal Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia y de los caldeos; el cardenal Antonios I Naguib, patriarca de los coptos católicos de Alejandría; el patriarca Gregory III Lakham de la Iglesia melquita griega católica; el patriarca Ignatius Joseph III Yunan de la Iglesia siria católica; el patriarca latino de Jerusalén Fuad Twal; el arzobispo Gabriele Giordano, nuncio apostólico en el Líbano; y el expatriarca maronita Nasrallah Boutros Sfeir.

El patriarca Kirill estaba acompañado por los miembros de la delegación de la Iglesia ortodoxa rusa.

El patriarca Boutros Raï saludó al patriarca Kirill y le informó de los debates mantenidos en la 20 Conferencia de los Patriarcas Católicos de Oriente. Destacó la necesidad de cooperación entre las diferentes confesiones para preservar la presencia de los cristianos en Oriente Medio.

La presencia cristiana “debe permanecer efectiva en sus sociedades, como ha sido a través de la historia, desde los tiempos de Cristo, la presencia de los apóstoles y de los primeros cristianos como 'levadura en la masa'”, dijo.

Añadió que había que afrontar que “la inestabilidad política de la región, la agresión a nuestras comunidades, y el miedo de que lo que se ha llamado 'primavera árabe' traiga la supremacía de grupos que alterarán la estabilidad de la región y de la convivencia por la que tan diligentemente estamos trabajando”.

Así mismo propuso afrontar “las dificultades que la vida de los cristianos encuentra a nivel de libertad de conciencia y de culto y en los derechos de ciudadanía, sabiendo que nos esforzamos junto al Islam moderado en el desarrollo de nuestras sociedades”.

Y, por último, “el conflicto israelí-palestino e israelí-árabe, y sus consecuencias en los países de Oriente Medio, afrontando la negación del derecho de los palestinos a recuperar las tierras de acuerdo con la resolución 194 de legitimidad internacional, y el rechazo al derecho de tener un estado palestino junto a un estado israelí de acuerdo con la resolución 191. Ambas resoluciones datan de 1948”.

“Consideramos –dijo- la petición del estado israelí de ser reconocido por la comunidad internacional como un 'estado judío' extremadamente peligrosa”.

Agradeció la “histórica visita”, esperando que este “diálogo con usted y con su iglesia continúe”, por el bien “de una continua colaboración para el beneficio de los cristianos y de los países de Oriente Medio”.

“¡Que la proclamación del Evangelio de Cristo siga siendo una luz de salvación para todos los hombres! Que la comunión entre las iglesias, el diálogo vivo entre las religiones y el testimonio cristiano de verdad y caridad siga siendo una garantía para el futuro de la paz, la justicia, la comunión con el respeto mutuo y la colaboración y la real participación en la vida pública y nacional”, concluyó.

El primado de la Iglesia ortodoxa dijo que, para los rusos, el Líbano había formado parte de Tierra Santa, compartió sus recuerdos de la visita del patriarca Nasrallah Boutros Sfeir de la Iglesia rusa ortodoxa en 1987, y destacó las buenas relaciones existentes entre el patriarcado de Moscú y la Iglesia maronita.

Mencionó los temas teológicos difíciles que están en la agenda del diálogo ortodoxo-católico y expresó su convicción de que el diálogo teológico no será la única materia de cooperación. El patriarca Kyrill dijo estar convencido de que el trabajo común para mantener los valores cristianos a flote en el mundo moderno era igualmente importante.

“El problema de la 'cristianofobia' es muy acuciante en la actualidad; los esfuerzos comunes de los cristianos de diferentes confesiones son esenciales para luchar contra este peligroso fenómeno”, dijo el patriarca ruso, añadiendo que la Iglesia ortodoxa rusa presta gran atención a este problema y que celebrará una conferencia internacional sobre el argumento en Moscú, los días 30 de noviembre y 1 de diciembre. El patriarca Kyrill invitó a la cúpula de la Iglesia maronita a tomar parte en la conferencia o a visitar Moscú más tarde.

Como recuerdo de esta reunión, su santidad regaló a la cúpula dirigente de la Iglesia maronita cálices de plata con grabados de los sitios santos más importantes de Moscú. Todos los participantes a la reunión recibieron el libro Libertad y responsabilidad, en lengua árabe.

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