sábado, 3 de noviembre de 2012

Mensaje del Papa para la XCIX Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado (13 de enero de 2013),

El Mensaje del Papa para la XCIX Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado (13 de enero de 2013) cuyo tema este año es "Migraciones: peregrinación de fe y esperanza". En su Mensaje para la XCIX Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, el papa Benedicto XVI recuerda a la Iglesia "evitar el riesgo del mero asistencialismo, para favorecer la auténtica integración, en una sociedad donde todos y cada uno sean miembros activos y responsables del bienestar del otro, asegurando con generosidad aportaciones originales, con pleno derecho de ciudadanía y de participación en los mismos derechos y deberes".
El Mensaje del Papa para la XCIX Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado (13 de enero de 2013) cuyo tema este año es "Migraciones: peregrinación de fe y esperanza", fue presentado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, por el cardenal Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes y el arzobispo Joseph Kalathiparambil, secretario del mismo dicasterio. El cardenal recordó que el Mensaje para esta Jornada Mundial se presenta a breve distancia del viaje del Papa a Líbano, "de forma muy concreta, nuestra mirada puede dirigirse particularmente a los países de Oriente Medio, donde la presencia de emigrantes cristianos, entre creyentes de otras religiones, tiene un papel significativo en la creación de la identidad tan especial de esa región. Pero este hecho no se limita a Oriente Medio, atañe al mundo entero. El fenómeno migratorio obliga a la confrontación con diferentes estilos de vida y culturas diversas, estimulando la construcción de nuevas relaciones". La Iglesia -concluyó- juega un papel importante en el proceso de integración, al que responde haciendo énfasis en la dignidad de la persona y la recomendación de tutelar a las minorías valorizando su cultura; en la aportación de las migraciones a la pacificación universal; en la dimensión eclesial y misionera del fenómeno migratorio; en la importancia del diálogo y de la confrontación dentro de la sociedad civil, de la comunidad eclesial y entre las diversas confesiones y religiones. Sobre los refugiados el arzobispo Kalathiparambil subrayó la dificultad cada vez más grande que encuentran a la hora de pedir asilo, citando en particular, las medidas restrictivas impuestas en algunos países para "obstaculizar el acceso al territorio", como los "requisitos para los visados, las sanciones aplicables a los que los transportan, la lista de 'safe countries of origen' (países seguros de origen). "Estas limitaciones -dijo- han incentivado las actividades de los contrabandistas y de los traficantes, además de peligrosas travesías por mar que han visto desaparecer entre las olas demasiadas vidas humanas". El Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, recordó que el Informe Mundial de 2011 sobre las Migraciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), estima los emigrantes internacionales en 214 millones (un 3% de la población mundial). A ellos hay que añadir los desplazados internos que en 2010 eran unos 740 millones. Sumando unos y otros se llega a casi mil millones de seres humanos, es decir, "un séptimo de la población mundial que experimenta hoy las suertes de la migración", afirmó el cardenal. Mensaje del Papa sobre la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2013 Con información de la Red ETC y VIS

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