jueves, 30 de octubre de 2014

La muerte no tiene limite, una vez que el derecho a la vida es un valor relativo.

Aumenta el número de universitarios estadounidenses favorables a poder matar a los bebés recién nacido.

(ABC) En palabras de varios activistas en favor de los derechos de la infancia, una parte de los estudiantes encuestados en universidades como las de Minnesota, Florida u Ohio estarían de acuerdo el aborto post parto. Muchos de ellos, incluso, aceptarían que el niño fuese asesinado antes de los 4 ó 5 años de edad ya que -según afirman- hasta esa edad no son consciente de sí mismos.

No son mayoría pero cada vez son más. «En casi todos los campus que visitamos hay personas que piensan que es moralmente aceptable matar a los bebés después de su nacimiento. Aunque no es un punto de vista mayoritario, cada vez está ganando más adeptos», ha explicado en la Web del diario estadounidense Mark Harrington, uno de los voluntarios que ha llevado a cabo la encuesta.

Al parecer, esta idea proviene de Peter Singer, cuyas teorías habrían sido explicadas y difundidas en los diferentes campus. Éste filósofo defendió en 1979 una teoría que afirmaba que los bebés humanos no nacen conscientes de sí mismos y que, por lo tanto, su vida no vale más que la de un cerdo, un perro o un chimpancé.

¿Que dice Peter Singer ?
El fundador del movimiento a favor de los “derechos” de los animales es un filósofo australiano, llamado Peter Singer afirmó que algunos animales son más sensibles al dolor que los fetos y por lo tanto la sociedad les debe dar el reconocimiento que merecen.
En 1975 escribió el libro “Liberación de los animales”. Debido a esto, ciertos defensores de los derechos de los animales ahora se oponen a todos los experimentos con éstos en los laboratorios, aunque dichas investigaciones estén destinadas a salvar vidas humanas.
Años después de haber escrito la “Biblia” del movimiento pro derechos de los animales, Singer escribió otro libro aún más controvertido titulado “Ética práctica”. En él afirmó que “características como el raciocinio, la autonomía y la autoconciencia, son las que definen a un ser humano”. Como según Singer se supone que los niños “defectuosos” no tienen esas características, no pueden entonces ser considerados “normales” y por tanto no deben tener el derecho a la vida.
Singer pasó de defender el derecho al aborto, a tratar de justificar la práctica del infanticidio al afirmar: "No puedo comprender cómo uno puede defender el argumento de que los fetos se pueden reemplazar antes de que lleguen a nacer, pero los niños no se pueden reemplazar después que nacen". Singer afirma que los padres de la criatura nacida con graves defectos, luego de consultar a su médico, deben decidir si darle tratamiento o dejarla morir. Añade que en su opinión, "al tomar la decisión de no prolongar la vida, en lugar de permitir que el infante muera lentamente de la enfermedad o a consecuencias de que se le retire el agua y los alimentos, debía permitirse que se le diera muerte de una forma rápida y humanitaria". Singer es uno de los "expertos" en bioética en Estados Unidos que opinan que los niños ya nacidos no deben ser considerados "viables" hasta pasado un mes de su nacimiento para que los padres puedan tener la oportunidad de decidir si dejarlos vivir o no.
Lamentablemente, en Estados Unidos muchas veces los animales tienen más protección que los niños (sobre todo los que no han nacido). ¿Recuerda el lector el caso de la pareja de jóvenes amantes que mataron a su recién nacido en un motel de New Jersey y lo tiraron a la basura?
Recibieron una sentencia de cárcel de alrededor de dos años. Sin embargo, Barry Herbeck, de Madison, Wisconsin, recibió una sentencia de 12 años de prisión por torturar y matar a cinco gatos.
El hecho de que el infanticidio sea actualmente un tema de debate en prestigiosas universidades norteamericanas, muestra hasta qué punto la "cultura" de la muerte se ha infiltrado en las más altas esferas académicas de países llamados "desarrollados" como Estados Unidos. Era de esperarse, pues el falso "derecho" a matar seres humanos antes de su nacimiento (enfermos o sanos), quedó establecido en Estados Unidos mediante la legalización del aborto provocado en l973. Es indudable que una sociedad que legaliza la práctica del aborto provocado y permite que los niños no nacidos puedan ser destruidos como si fueran molestos mosquitos, tarde o temprano traspasa el umbral que lleva del aborto al infanticidio. Las sabias palabras del ya fallecido Dr. Albert Schweitzer han resultado proféticas en todos los países donde se ha legalizado el aborto provocado: "Cuando se le pierde el respeto a la vida en cualquiera de sus etapas, también se le pierde el respeto a la vida en su totalidad." En Estados Unidos, People for the Ethical Treatment of Animals (Personas por el Trato Ético de los Animales) cuenta con 750.000 socios y simpatizantes.

La prioridad de los derechos de los animales sentientes sobre los seres humanos no sentientes

El utilitarismo coincide con el dualismo en su visión "desligada" del ser humano, pero es aún más decididamente inhumanista, al negar la distinción entre el ser humano y el animal. Según el utilitarismo, el prejuicio ideológico fundamental que debe ser combatido es precisamente el humanismo, narcisismo de la especie humana o "especieismo", según la terminología de R. Ryder, es decir, la creencia en la discontinuidad entre la especie humana y los animales. El especieismo, según el utilitarismo, derivaría del monoteismo y llevaría a valorar más "un diminuto e insensible trocito de tejido embrionario", antes que todo el conjunto de los gorilas. Para el utilitarismo, por el contrario, el embrión no es nada en cuanto no es sensible, el gorila lo es todo en cuanto es sensible.
El elemento decisivo para ser persona y titular de derechos es el ser capaz de placer y / o sufrimiento, y ello es común a seres humanos (pero sólo a algunos) y animales (pero sólo a algunos). Por ello, el utilitarismo aproxima al ser humano y al animal, al mismo tiempo que enfatiza la separación de unos seres humanos respecto a otros.
El fundador del movimiento utilititarista, Bentham, había escrito, a fines del XVIII, que "un caballo que ha alcanzado la madurez o un perro es, más allá de cualquier comparación, un animal más sociable y razonable que un recién nacido de un día, de una semana o incluso de un mes. Supongamos, sin embargo, que no sea así. La pregunta no es ¿pueden razonar? sino ¿pueden sufrir?"El utilitarismo amplía el número de los titulares en derechos respecto al dualismo, al exigir tan sólo la existencia de una vida estructurada por un cerebro y capaz de sufrimiento. Los titulares de derechos pasan a ser ahora todos los capaces de gozar y de sufrir. Aparecen así como titulares de derechos los animales, capaces de sufrimiento, como los grandes mamíferos, y en especial los grandes simios, y concretamente los chimpancés.
El gran representante del animalismo es Peter Singer. Para él, la titularidad de derechos deriva de los intereses, y éstos de la capacidad de sufrimiento, razón por la no pueden ser titulares de derechos las piedras o los árboles, como pretenderá la deep ecology.
Para Singer, el criterio básico en la ética y el derecho es la continuidad hombre-animal, negar la frontera entre "nosotros- hombres" y "ellos- animales", ya que ambos usan y fabrican herramientas, utilizan el lenguaje, al modo de los sordomudos, y algunos tienen mayor autoconciencia que los seres humanos retrasados.
A partir de ahí, Singer pasa a establecer la prioridad de ciertos animales sobre ciertos seres humanos. Esta prioridad produce a su vez la ruptura de la unidad de la especie humana, ya que considera como titulares de derechos a los embriones sólo desde la formación de la corteza cerebral en la tercera semana desde la concepción. Los embriones, antes de los 14 primeros días, son considerados material biológico utilizable. La proyección del utilitarismo en el ámbito biojurídico tiene su aparición en el informe Warnock, aprobado en el Reino Unido en 1985, que establece la licitud del aborto y /o de la manipulación en relación con el mal llamado preembrión, esto es, el embrión hasta el día 15 de embarazo. Por otro lado defiende los derechos de los ancianos y los enfermos, pero niega el derecho a la vida a los que que se encuentran en coma. E1 criterio decisivo para el utilitarismo es la eliminación de todo sufrimiento como algo indigno. Ello legitima la eutanasia o la manipulación genética como medida eugenésica para eliminar el sufrimiento, ya que es preferible morir a sufrir.
Basándose en tales premisas afirma Singer: "No hay razón para matar chimpancés antes que a niños anencefálicos". Es más, según Singer, sería más razonable matar a los niños para hacer frente a los problemas ecológicos producidos por la superpoblación humana. Por otro lado, Singer propone realizar experimentos con niños anencefálicos, que sean huérfanos, ya que en tal caso, no hay sufrimiento alguno de los padres. Tal utilización sería, según él, más razonable que la de simios, monos, perros, gatos, o ratas, que son más inteligentes y sufren más.
El animalismo de Singer posee hoy una fuerte influencia práctica en elFrente de Liberación Animal, que ha contaminado tortas con plaguicidas en Florencia y Bolonia (l2.12.98), así como en extremistas como el británico Barry Horne, que cumple prisión de 18 años por daños causados en la isla de Wigh en 1994, y que se opone a la vivisección. El Frente de Liberación Animal, que él preside, ha amenazado con matar a los científicos que practican la vivisección, si Horne muere en su huelga de hambre. A este movimiento se opone el grupo "Enfermos graves a favor de la investigación médica", que preside André Blake, un enfermo de 36 años, incapacitado por una enfermedad degenerativa, la ataxia de Friederich. Blake ha sido amenazado por el frente por defender la vivisección de ratones de laboratorio, como condición indispensable en la lucha contra su enfermedad. Polly Toynbee, columnista de The Guardian subraya el odio al hombre como base de las posiciones del Frente, ya que hacen objeto de ataque a la ciencia, en vez de a la caza u otros espectáculos, cuando la ciencia es el ámbito en el que está más justificado el sacrificio de animales para salvar vidas humanas, y ademas ello se produce en un porcentaje muy bajo; sólo un 5% de los experimentos recurren al sacrificio de animales.
El animalismo es una forma de biologismo - según el cual todo lo humano se reduce a lo natural- y, en consecuencia, de inhumanismo, que no tiene en cuenta la realidad de la cultura en cuanto capacidad de proyecto basada en la libertad humana. En realidad, sólo la cultura puede fundamentar deberes con los otros, ya que, de modo irreflexivo, el ser humano tiende a negárselos tanto a los otros seres humanos como a los animales. Los animalistas parecen continuar la mentalidad del Tercer Reich, que hizo esclavos a los "bosquimanos" de Namibia para proteger a los animales.
Recuperar el humanismo supone no interpretar la inteligencia como una secreción de la masa cerebral, no ver los procesos mentales como si tuvieran una explicación meramente material. Eccles considera que debe ser superado el darwinismo en cuanto emergentismo, ya que la aparición de la conciencia tiene algo de misterioso. Por eso considera estúpido que el cerebro humano sea considerado como un ordenador. Más estúpido aún es atribuir derechos a los robots, como hace Engelhardt. Del mismo modo lo es atribuir derechos a los animales, como hace Singer, afirmando que hablan. Según Chomsky, el lenguaje es privativo del hombre, en cuanto también es privativo el pensamiento. El animal puede emitir fonemas, pero no sabe lo que dice. Como señala Andorno, "la persona es una realidad que supera la actividad neuronal". El animal carece de memoria y por tanto de capacidad de proyecto; el ser humano, por el contrario, es capacidad de proyecto, respuesta al reto del ambiente, "reabsorción de la circunstancia".
Frente a la tesis central del utilitarismo, que niega dignidad a la vida que sufre, sigue en nuestra opinión manteniendo su vigencia la afirmación del pensador judío Herman Cohen, según el cual "la suprema dignidad del ser humano se manifiesta en el sufrimiento" . No en balde el sufrimiento es uno de los componentes esenciales de la memoria y del proyecto y hace posible el ejercicio de la piedad ajena (Mitleid).

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