Dos síntomas del abandono de la sociedad española en la manifestación de sus creencias religiosas..
La Conferencia Episcopal Española, a diferencia de otras ocasiones se desentiende de las manifestaciones Pro-vida, y da la impresión de que adopta la misma actitud del PP. Incluso corren fundados comentarios que califican de "fachas y ultraderecha " a quienes promocionaron y participaron en dichas manifestaciones, en un intento de no incomodar al gobierno bastante tocado por otros temas.
El escudo del Real Madrid lucirá en Abu Dhabi sin la tradicional cruz que acompaña a la corona en la parte superior, con el objetivo de evitar cualquier susceptibilidad con los musulmanes. Así se ha podido ver en la presentación de las tarjetas de crédito del Banco Nacional de Abu Dhabi (BNAD), que a partir de ahora patrocinará al conjunto blanco. El club de fútbol prefiere el dinero del banco musulmán aunque sea a costa de ofender a los cristianos.
Alguien dirá que no tiene que ver una cosa con la otra. Por separados y si mediaran años de diferencia no, puestas ambas noticias una junto a la otra y dadas en la misma semana si parece que tengan que ver. ¿En que?. Pues en que lo que prima en determinadas capas de poder la sociedad civil y religiosa es lo políticamente correcto. Y ello da que pensar cuando hoy en el oficio de lecturas hemos leído:
" ¡Ay del camino por el que nadie transita y en el que no se oye ninguna voz humana!, porque se convierte en asilo de animales. ¡Ay del alma por la que no transita el Señor ni ahuyenta de ella con su voz a las bestias espirituales de la maldad! ¡Ay de la casa en la que no habita su dueño! ¡Ay de la tierra privada de colono que la cultive! ¡Ay de la nave privada de piloto!, porque, embestida por las olas y tempestades del mar, acaba por naufragar. ¡Ay del alma que no lleva en sí al verdadero piloto, Cristo!, porque, puesta en un despiadado mar de tinieblas, sacudida por las olas de sus pasiones y embestida por los espíritus malignos como por una tempestad invernal terminará en el naufragio.
¡Ay del alma privada del cultivo diligente de Cristo que es quien le hace producir los buenos frutos del Espíritu!, porque, hallándose abandonada, llena de espinos y de abrojos, en vez de producir fruto, acaba en la hoguera. ¡Ay del alma en la que no habita Cristo, su Señor!, porque, al hallarse abandonada y llena de la fetidez de sus pasiones, se convierte en hospedaje de todos los vicios.
Del mismo modo que el colono, cuando se dispone cultivar la tierra, necesita los instrumentos y vestiduras apropiadas, así también Cristo, el rey celestial y verdadero agricultor, al venir a la humanidad desolada por pecado, habiéndose revestido de un cuerpo humano y llevando como instrumento la cruz, cultivó el alma abandonada, arrancó de ella los espinos y abrojos de los malos espíritus, quitó la cizaña del pecado y arrojó al fuego toda la hierba mala; y, habiéndola así trabajado incansablemente con el madero de la cruz, plantó en ella el huerto hermosísimo del Espíritu, huerto que produce para Dios, su Señor, un fruto suavísimo y gratísimo." ( De las homilías atribuidas a san Macario, obispo. Homilía 28).
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