En tiempo de pocos abortos esta tarea pastoral estaba encargada a un sacerdote: el penitenciario. Ahora con muchos más abortos, los sacerdotes pueden levantar la excomunión por el delito de aborto.
(El Universo) Los sacerdotes de las 200 parroquias de la Arquidiócesis de Guayaquil tienen la facultad de perdonar, mediante el sacramento de la confesión, a quienes hayan cometido el aborto y a quienes lo hayan practicado. Su arzobispo, Mons. Antonio Arregui manifestó ayer que desde que asumió el cargo en 2003, delegó a los párrocos la facultad -que solo la tiene el obispo- de levantar la excomunión causada por el aborto, por la misma razón que el arzobispo de San José de Costa Rica, Mons. Hugo Barrantes: para facilitar a la gente la superación del trauma y dolor.
Pero a diferencia de San José, en que se aplicará este perdón durante la Cuaresma, en esta ciudad la vigencia es todo el año. “En Guayaquil, en cualquier momento, una persona que haya incurrido en ese error, ese delito, puede obtener el levantamiento de su excomunión en cualquier parroquia”.
El arzobispo señaló que a los sacerdotes de la parroquia se les da una hoja de facultades en la que señala lo que pueden hacer: “Predicar, decir la misa, confesar y levantar las censuras reservada al obispo”.
Según el canon 1.398 del Código de Derecho Canónico de la Iglesia católica, “quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión latae sententiae”.
Mons. Arregui formuló un llamado a aquellos cristianos que hayan cometido este discrimen contra la humanidad, como es el aborto, y para todos los demás de que la Cuaresma es el tiempo adecuado para la “conversión, de penitencia, de arrepentimiento de las culpas y de acercarse a la fuente de gracia que es el sacramento de la confesión”.
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