2014-01-15 Radio Vaticana
(RV).- El mediodía del miércoles la Oficina de Prensa de la Santa Sede
hizo público un comunicado en el que se informa que el Papa Francisco ha
renovado para el próximo quinquenio la Comisión Cardenalicia de
vigilancia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), que ahora
resulta compuesta por los Cardenales: Christoph Schönborn, Arzobispo de
Viena; Thomas Christopher Collins, Arzobispo de Toronto; Jean-Louis
Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Dialogo
Interreligioso; Santos Abril y Castelló, Arcipreste de la Basílica Papal
de Santa María la Mayor; y por Monseñor Pietro Parolin, Arzobispo
titular de Acquapendente, Secretario de Estado. (RC-RV...........................................................
"Limpieza moral y limpieza financiera. Esos son los dos frentes sobre los que trabaja con ahínco Francisco en su titánica tarea de regeneración de la Iglesia y, más concretamente, del Vaticano.
Aparte de predicar con el ejemplo y hacer de la austeridad su divisa, casi no hay día que el Papa no se descuelgue duras críticas contra la mundanidad, la ambición o el culto al dinero. Pero el pontífice también es consciente de que hay que hay que hacer cambios importantes en la forma de la Santa Sede de gestionar sus recursos financieros. Y en ese sentido el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), conocido por ser el banco vaticano y acosado desde hace décadas por los escándalos y las sospechas de que pudiera estar blanqueando dinero negro, se lleva la palma.
Es en esa misión de regeneración y transparencia donde se enmarca la decisión de Francisco de renovar casi completamente a los miembros que componen la comisión de control del IOR, el organismo que se encarga de supervisar al banco vaticano, que informa directamente al Papa y que entre otras cosas se ocupa de nombrar al consejo de administración de esa institución financiera. Francisco ha cambiado a cuatro de los cinco miembros que componían la comisión de control del IOR, sin importarle lo más mínimo que hace menos de un año que fueran nombrados para ese cargo por su antecesor, Benedicto XVI, pocos días antes de su renuncia al trono de san Pedro y por un periodo en teoría de cinco años.
Los cuatro nuevos miembros de la comisión de control del banco vaticano, que formarán parte de la misma durante los próximos cinco años, son todos ellos personas de la máxima confianza del pontífice. Se trata del nuevo secretario de estado vaticano y brazo derecho del Papa, Pietro Parolin; el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn; el arzobispo de Toronto, Thomas Christopher Collins y del cardenal español Santos Abril y Castelló, arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor en Roma.
El único miembro de la precedente comisión de control del IOR que se ha 'salvado' y que seguirá perteneciendo a la misma es el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y quien también forma parte de la comisión creada por Francisco para trabajar en la reforma del IOR.
'Jubilados' por Francisco
Los otros cuatro componentes que integraban esa comisión han sido 'jubilados' por Francisco. Se trata del ex secretario de estado vaticano, Tarcisio Bertone; el presidente de la Administración del patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa), Domenico Calcagno, el arzobispo de Río de Janeiro Odilo Pedro Scherer (considerado el candidato preferido de la vieja guardia de la curia a suceder a Benedicto XVI como Papa tras su histórica dimisión) y Telesphore Placidus Toppo, arczobispo de la diócesis india de Ranchi.El nuevo presidente de la renovada comisión de control del IOR será elegido por sus propios integrantes, pero todo apunta a que el elegido podría ser el cardenal español santos Abril, uno de los purpurados más próximos a Francisco.
En los diez meses que lleva como Papa Bergoglio ha dado ya numerosos pasos para tratar de sanear la podredumbre moral que en muchos casos rodea a las finanzas vaticanas. Entre otras cosas, ha encargado al grupo estadounidense Promontory que revise las cuentas del banco vaticano y las actividades de Apsa, la Administración del Patrimonio de la Santa Sede, ha puesto en manos de Ernest and Young una auditoria sobre el Gobernatorio vaticano (el organismo encargado de la gestión financiera de la Santa Sede y donde según revelaba los papeles del Vatileaks campan a sus anchas la corrupción, las contratas hinchadas y la prevaricación). Amén de crear una comisión especial de cinco miembros para conocer exactamente la situación jurídica y las actividades del IOR y una segunda comisión para aumentar los controles sobre las contratas que se llevan a cabo en el vaticano y evitar los casos de corrupción.
"Sobre el futuro del IOR ya se verá", aseguraba recientemente el Papa en una entrevista al diario 'La Stampa', sin descartar la posibilidad de que decida cerrar el banco vaticano o que lo pueda convertir en un 'banco ético'.
(Tomado de El Mundo -internacional-).
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