By Marian on Lunes, 21 marzo, 2011
Que el presunto laicismo de la izquierda es un mito, como los unicornios, poca gente lo duda. La impresión que realmente da es que el progrerío, genéricamente hablando, desea destruir el cristianismo y para ello utiliza dos métodos.
Uno, atacar directamente a la Iglesia católica para debilitarla y si es posible, destruirla.
Dos, favorecer a quienes también desean destruirla, aunque sea por otros motivos.
Ya es hora de interpretar adecuadamente lo de “poner la otra mejilla”. Las alimañas no entienden de honor, de dignidad, de vergüenza, de nobleza… y si queremos entendernos con alguien, ha de ser usando su lenguaje. Y el lenguaje del progrerío es éste:
España experimenta un anticlericalismo que recuerda cada vez más al vivido durante la Segunda República, tal y como reflejó el propio Benedicto XVI en su último viaje a España el pasado mes de noviembre. Y este anticlericalismo militante ha ido alimentando a los grupos más radicales, que no han dudado de ir poniéndolo en práctica en la Universidad, lugar destinado supuestamente a la libertad y a la tolerancia.
Durante los últimos meses, las universidades públicas están siendo noticia por los ataques a los católicos que se están produciendo en su seno. El más conocido fue el cierre temporal de lacapilla de la Universidad de Barcelona por la falta de seguridad. Agentes de seguridad tuvieron que escoltar a los estudiantes a una misa tras varias semanas provocando altercados.
A este cierre se unen estas acciones:
- En la Autónoma el cardenal Rouco Varela se vio obligado a suspender una conferencia por las amenazas que había recibido por parte de estos radicales.
- Posteriormente, el objetivo de estos laicistas radicales fue pedir el cierre de la capilla de la Facultad de Historia y de Derecho. De la primera casi lo han conseguido.
- Y por último está lo sucedido en el campus de Somosaguas, donde decenas de extremistas han asaltado el espacio religioso y se desnudaron en el altar.
Todo en personas a las que se les llena la boca hablando de respeto y de tolerancia,no lo olvidemos.
Pero como nos recuerdan en Libertad Digital, el acoso a lo católico es en todos los ámbitos: la retirada de crucifijos de todo edificio público que se precie auspiciada por el Ejecutivo ha causado bastante polémica en muchos centros públicos. En algunos centros se ha retirado el crucifijo por la petición de un solo padre, pese a la oposición del resto del colegio.
De hecho, el anteproyecto de la Ley de Libertad Religiosa, aparcado por el momento por el Gobierno, incluía la retirada de los crucifijos de todos los edificios públicos y según algunas fuentes respetaría el uso del velo para los musulmanes y haría incluso una revisión del Concordato. A este hecho habría que unir leyes como la del Aborto y el proyecto de la de Eutanasia.
Otro caballo de batalla ha sido la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía. Mientras, se buscaba eliminar la asignatura de Religión se instauraba esta materia y en algunos manuales se denigraba a los católicos y se ensalzaba el marxismo, tal y como informó en su momento Libertad Digital.
Por otro lado, esta dureza contra la Iglesia católica alienta y anima a los mahometanos a exigir cada vez más y más cosas:
- Un alumno musulmán denunciaba a su profesor por hablar de jamón en clase. Normal, añado yo: son engreídos y tienen todo de su parte.
- Un grupo de seguidores de Mahoma fue detenidos tras protagonizar un altercado mientras se desarrollaba una ceremonia religiosa en la Catedral de Córdoba.
- Unos empresarios tuvieron que cambiar el nombre de una discoteca en Murcia, llamada La Meca, porque ofendía a los musulmanes.
De los tres sucesos hemos dado cuenta en el blog.
Pero por lo visto, este acoso a lo católico no es nuevo en la Universidad, según este otro testimonio:
Tras trascender que decenas de energúmenos asaltaron la capilla de la facultad de Ciencias Políticas y se desnudaron en el altar, la representante de alumnos ha contado que ella ha vivido escenas similares en el campus de Moncloa. Según ha explicado, “hay gente que se ha encerrado en la capilla de la facultad de Derecho fumando porros” y “bebiendo cerveza” y exclamando frases como “alejad vuestros rosarios de vuestros ovarios”.
Y por último leed bien este párrafo, que pongo en negrita. La Asociación a la que se refiere se llama “Contrapoder”, es de ultraizquierda. No tiene desperdicio.
La asociación defiende lo que han hecho y alegan que no han “destrozado nada” ni “agredido a nadie”. “Nos parece mal que se amenace a alguien. Nosotros defendemos el derecho individual de cada uno a tener la creencia que considere oportuno, pero nos parece mal la presencia de una institución religiosa, sea cual sea, en una universidad pública”, ha declarado un portavoz a Europa Press. “La Iglesia ha sido una aliada con la dictadura nacional-católica fascista”, añaden justificando su actuación.
Incoherentes, como buenos progres de izquierdas. Sin capacidad de pensar por su cuenta, ni razonar, ni utilizar sus presuntos cerebros, como era de esperar. ¿La dictadura nacional -católica fascista? ¿Prefieren una dictadura teocrática totalitaria del s. VII? Y en todo caso, si esos niñatos tienen veintitantos años ¿qué pueden saber de la dictadura nacional-católica fascista?¿Sólo en base a lo que les han contado son tan fácilmente manipulables?
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que, como buenos progres de izquierdas, escupen el mosquito y se tragan el camello. Les parece mal la presencia de una institución religiosa, dicen, “sea cual sea”, en una universidad pública. Pero no deben parecerles mal las enormes subvenciones que recibe el islam a tenor del BOE, que también es “público”. De eso ni mú. Vaya coherencia.
Pero claro, en nuestra España oenegera y subvencionada, atacar a la Iglesia católica es “progre” y “mola”. Sin embargo, criticar el islam es racista, xenófobo, fascista y nazi.
Y luego se sorprenden de que la gente no les crea…
Fuentes: Libertad Digital (1), (2) y (3) y ABC
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