martes, 16 de agosto de 2011

La iglesia en EEUU, apoya las reindivicaciones de los emigrantes acerca de la politica migratoria del gobierno de Obama.

La falta de una reforma migratoria y política de deportaciones supone un incumplimiento de los derechos Humanos y es incompatible con los valores evangelicos, denuncian grupos de católicos en EEUU.

Por su parte dirigentes hispanos dijeron el martes que el discurso del presidente Barack Obama, pronunciado en la víspera durante la conferencia anual de La Raza, “quedó corto” y reiteraron sus preocupaciones ante la agresiva política de deportación que, en los dos años fiscales, causó más de 800 mil expulsiones.

“El presidente, en el tema de deportaciones, se quedó corto”, aseguró Janet Murgia, presidenta del Consejo Nacional de La Raza (NCLR) durante una conferencia de prensa tras el discurso. “Nuestra comunidad todavía está muy desilusionada con los resultados vistos”, agregó.

Entre 2009 y 2010 la Administración Obama deportó a más de 800 mil indocumentados, cifra que rompió todos los récords en la historia del servicio de inmigración.

Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la mayoría de los expulsados tenía antecedentes criminales serios, pero organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes aseguran que entre seis y siete de cada 10 expulsados, no tenían faltas graves que constituyeran una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Autoridad administrativa

Dirigentes hispanos han presionado a Obama para que utilice su autoridad administrativa para detener la expulsión de inmigrantes indocumentados sin antecedentes criminales y que calificarían para regularizar sus permanencias si el Congreso aprueba una reforma migratoria comprensiva, pero el mandatario no ha respondido a los llamados.

El presidente “no aclaró y continuó diciendo que no podía hacer nada en este asunto. Tenemos un verdadero desacuerdo con él”, sostuvo Murgía.

Obama dijo el lunes ante la conferencia anual de La Raza que su gobierno cumple con las "defectuosas" leyes de inmigración de la manera más humana posible, que hizo el juramento de “respetar las leyes” pero que ello “no quiere decir que no conozca bien el sufrimiento que causan las deportaciones”.

“Comparto y entiendo sus preocupaciones", subrayó el mandatario.

Están desilusionados

Pero la dirigencia hispana reclama algo más que la confesión de sentimientos y demanda acciones concretas. “De qué me sirve que alguien me diga que entiende que el caminar sin zapatos me provoca ampollas y dolor en mis pies, si no me ofrece zapatos para aliviar mi pena”, dijo Jorge Mario Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA). Es una falta de respeto que este presidente se pare frente a la comunidad Latina y nos diga que él no puede hacer lo que le pedimos”.

Cabrera agregó que “nosotros no le hemos pedido que cambie las leyes porque sabemos que el Congreso lo debe de hacer. Le hemos pedido que lo que está en sus manos lo utilice para reducir la pena de nuestra comunidad. Los sentimentalismos no me sirven para detener la deportación de un millón de inmigrantes que ya fueron arrancados de raíz de este país. Queremos acción, señor Presidente, no discursos insípidos”.

Durante la campaña presidencial 2008 Obama prometió que durante el primer año de su mandato empujaría una reforma migratoria que incluyera una vía de legalización para millones de indocumentados. Pero la crisis económica, las guerras en Irak y Afganistán y el debate de la reforma de salud, entre otros temas, postergaron el ofrecimiento.

Guerra de posturas

En noviembre de 2010 los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes y cinco asientos, y los republicanos han insistido desde entonces que no están dispuestos a respaldar ninguna propuesta de ley que incluya un beneficio migratorio.

Ante la posibilidad de que Obama use entonces su autoridad ejecutiva para permitir algún tipo de alivio a millones de indocumentados, tal el caso de estudiantes sin papeles que calificarían si el legislativo aprueba el Dream Act, el legislador Lamar Smith (republicano de Texas), introdujo una iniciativa para retirarle al presidente la autoridad ejecutiva hasta el 13 de enero de 2013.

Smith preside el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

Katherine Vargas, vocera del National Immigration Forum (NIF), comentó que en el discurso que Obama pronunció el lunes en la conferencia anual de La Raza "el presidente reconoció la frustración que siente la comunidad hispana e inmigrante ante la falta de una reforma migratoria integral", y que "sin embargo, si la administración no toma acción en medidas ejecutivas de alivio para inmigrantes indocumentados pero si sigue rompiendo el récord de deportaciones, la comunidad continuará presionando al presidente y rindiéndole cuentas por las promesas de campaña que quedan por cumplir".

Sí se puede

Mientras el Congreso discute y decide qué hacer con la propuesta de Smith, algunos demócratas en la Cámara de Representantes insisten en que Obama ejerza su capacidad discrecional y use la autoridad ejecutiva para suavizar la deportación de indocumentados, sobre todo de quienes carecen de antecedentes criminales.

“Sí se puede”, dijo el legislador Luis Gutiérrez (demócrata de Illinois) en un comunicado. “Estoy de acuerdo con aquellos que le dijeron al Presidente que ‘Sí se puede’ usar la autoridad administrativa y detener las deportaciones”.

Gutiérrez dijo que en los últimos tres meses ha estado viajando por varios estados del país pidiéndole al mandatario que use sus amplias facultades discrecionales para priorizar las deportaciones individuales.

Gutiérrez insistió en que el gobierno de Obama debe priorizar las deportaciones de criminales peligrosos y hacer más para no expulsar a personas que carecen de antecedentes criminales y que tienen hijos ciudadanos estadounidenses. “Hasta el momento, según la Administración, están utilizando este poder discrecional en menos casos que el anterior Presidente (Bush) y están deportando a más personas que cualquier otro presidente anterior”, enfatizó Gutiérrez.

El legislador de Illinois volvió a insistir en que Obama debe invertir un mayor capital político en la batalla por la reforma migratoria, pero se ha mostrado renuente a hacerlo”, dijo.

Las mismas palabras

El analista político Arnoldo Torres difiere un tanto de las opiniones de Gutiérrez. Durante una entrevista en vivo al programa Despierta América este martes, dijo que no creía que en estos momentos “haya espacio para movimientos sobre inmigración”, y en cuanto al discurso de Obama en la conferencia de La Raza indicó: “Me parece que las palabras del presidente fueron la mismas que presento cuando fue elegido la primera vez hace casi tres años. Sigue en la misma posición, sigue con un entusiasmo hasta cierto punto, pero hasta el momento resultados faltan muchos. No hay nada que podamos decir. Hay, al contrario, una posición, más dura contra la comunidad (inmigrante) en ciertos aspectos”.

De las probabilidades para que el Congreso apruebe una reforma migratoria, tal y como lo prometió Obama en su campaña y no ha logrado cumplir la oferta hecha a la comunidad inmigrante, Torres dijo que
“el problema, desde el principio, fue que el presidente anuncio algo que no podía cumplir, que era mover la inmigración”.

“Él prometió (una reforma migratoria) cuando realmente nunca debería haber hecho eso”, señaló y dijo que Obama, en los dos años y medio que lleva de Presidente “no sale, no habla, no empuja, no presenta” una propuesta concreta para cambiar las leyes de inmigración vigentes.

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