Fr. Halim Noujam: «Al apoyar a los rebeldes sirios, Occidente ayuda a asesinar a los cristianos».
(InfoCatólica)Tras el incremento de las acciones violentas por parte de los opositores al régimen sirio, que tienen como objetivo expulsar a los cristianos del país, el P. Halim Noujaim, ofm, superior de los franciscanos en Siria y el Líbano, ha condenado abiertamente el apoyo que reciben los extremistas de parte de Occidente «Quisiera que todo el mundo sepa que al apoyar a los rebeldes sirios, Occidente apoya a los extremistas religiosos y ayuda a asesinar a los cristianos». Hay ciudades sirias en las que apenas quedan cristianos. Un ejemplo de ello es la localidad de Ghassanieh, donde solo permanece un diez por ciento de los cuatro mil cristianos que vivían antes de comenzar el conflicto.
No hay semana en la que no se informe de ataques contra los cristianos por parte de los extremistas islámicos que luchan para derrocar al régimen de Bassar al-Asad. Como excusa suelen utilizar acusaciones falsas de ofensas al Islam por parte de los fieles a Cristo.
En ese contexto, el apoyo político y militar que Occidente (EE.UU y Europa) pueda prestar a los rebeldes, es visto por los cristianos de la región como una catástrofe que llevaría a la práctica desaparición del cristianismo en Siria.
La siguiente noticia (del periódico El País).es del pasado 24/04/2013 . Vamos que el aviso de los franciscanos viene arrastrada desde hace tiempo en el problema sirio.
El secuestro de dos obispos pone de relieve el riesgo para los cristianos en Siria.
Los dos religiosos ortodoxos desaparecieron en la provincia de Alepo el lunes.
El precio del rescate de un cristiano ha sido en ocasiones anteriores de 200.000 euros.
No hay semana en la que no se informe de ataques contra los cristianos por parte de los extremistas islámicos que luchan para derrocar al régimen de Bassar al-Asad. Como excusa suelen utilizar acusaciones falsas de ofensas al Islam por parte de los fieles a Cristo.
En ese contexto, el apoyo político y militar que Occidente (EE.UU y Europa) pueda prestar a los rebeldes, es visto por los cristianos de la región como una catástrofe que llevaría a la práctica desaparición del cristianismo en Siria.
La siguiente noticia (del periódico El País).es del pasado 24/04/2013 . Vamos que el aviso de los franciscanos viene arrastrada desde hace tiempo en el problema sirio.
El secuestro de dos obispos pone de relieve el riesgo para los cristianos en Siria.
Los dos religiosos ortodoxos desaparecieron en la provincia de Alepo el lunes.
El precio del rescate de un cristiano ha sido en ocasiones anteriores de 200.000 euros.
Desaparecieron el lunes en la provincia de Alepo. Varias organizaciones religiosas dijeron que habían sido liberados la pasada noche. Su paradero, sin embargo, sigue siendo desconocido. Según el Gobierno de Siria, unos rebeldes armados secuestraron hace dos días a dos obispos metropolitanos, el de la iglesia Griega Ortodoxa de Alepo y Alejandría, Boulos Yazigi, y el de la iglesia Ortodoxa Siriana de Alepo, Yuhanna Ibrahim, tras matar a un sacerdote que los acompañaba. Su desaparición pone de relieve los graves riesgos que los cristianos sirios viven en Siria, acosados por células rebeldes que los consideran colaboracionistas con el régimen de Bachar el Asad.
La comunidad cristiana de Siria, un 10% de una población total de 22 millones, es una de las más antiguas del mundo. De hecho, en la Biblia se dice de Pablo de Tarso, el llamado apóstol de los gentiles, que se convirtió de camino a Damasco. Durante los años del régimen de la familia El Asad, desde 1971, los cristianos han ocupado puestos de poder en el país, y han sido considerados parte de una élite conformada por minorías que ha apoyado al Gobierno, controlado en última instancia por la tribu alauita, cuya confesión es una variación del chiísmo musulmán.
La comunidad cristiana en Siria ve con recelo la revuelta contra El Asad, dados los recientes acontecimientos en Egipto, donde también un 10% de la población es de origen cristiano. Allí la revolución instauró por la vía democrática un Gobierno de corte islamista, que ha sido incapaz de garantizar la seguridad en las calles. El 5 de abril una reyerta con tintes sectarios, entre musulmanes y cristianos coptos, se saldó con cinco muertos, cuatro de ellos cristianos. En su entierro, en la catedral copta de El Cairo, otra reyerta adicional se saldó con dos fallecidos.
El lunes, los obispos sirios Yazigi e Ibrahim se dirigían en coche a una localidad cercana a la frontera siria. El Gobierno de El Asad, que informó de la captura, se refirió en un comunicado al incidente en estos términos: “Esta operación terrorista completa la trama para atacar líderes intelectuales y de opinión que ya se ha cobrado la vida de uno de los más prominentes líderes religiosos y académicos del islam, Mohamed Saed Ramadan Al Buti”.
Al Buti, líder de la federación siria de ulemas, o doctores de la ley mahometana, e imán de la mezquita de los Omeyas en Damasco, murió en un atentado suicida contra una mezquita de Damasco el 22 de marzo.
La agencia oficial de noticias Sana dijo el martes que el Gobierno sirio “confirmó que los autores de este acto brutal son mercenarios chechenos que operan bajo el manto del Frente Al Nusra [un grupo opositor que recientemente ha jurado lealtad a Al Qaeda]. Denunció además los actos de profanación de mezquitas e iglesias y ataques contra clérigos musulmanes y cristianos que se están produciendo en Siria bajo el nombre de eslóganes islamistas y apóstatas, dirigidos por Al Qaeda, los Hermanos Musulmanes y los agentes árabes que están implementando agendas imperialistas y sionistas para desestabilizar Siria”.
Hubo el martes confusión sobre si los obispos habían sido liberados o no. La organización cristiana francesa L'Oeuvre d’Orient dijo en un comunicado que “los dos obispos de Alepo (siriano y griego ortodoxo) secuestrados fueron liberados a las 14.00 horas... y se hallarían en la iglesia ortodoxa griega de San Elías en Alepo”. La Liga Ortodoxa Siria, sin embargo, que aúna a los fieles de esa comunidad, lo desmintió este miércoles, y dijo en declaraciones a la agencia EFE que los obispos siguen en paradero desconocido.
No es esta la primera ocasión en la que religiosos cristianos son objeto de ataques en la guerra civil siria, que comenzó hace dos años y ya se ha cobrado 70.000 vidas. En septiembre, el sacerdote ortodoxo Fadi Jamil Hadad fue encontrado sin vida en Damasco, después de que hubiera intentado liberar a un secuestrado. Hace dos meses, el padre ortodoxo griego Maher Mafouz y el sacerdote católico armenio Michel Kayyal fueron secuestrados de un autobús por un grupo rebelde.
El sitio web Ora Pro Siria, que mantienen misioneros italianos en ese país, ha informado en repetidas ocasiones de las amenazas que sufre allí la comunidad cristiana. Según esos misioneros, el rescate que los rebeldes suelen pedir por cada cristiano secuestrado es de 200.000 euros. El secuestro de los obispos, dicen, “supone un salto cualitativo en el conflicto: es la primera vez que la jerarquía de la iglesia se ve afectada a este nivel. Se hace cada vez más evidente lo que ha denunciado siempre la minoría cristiana en Siria. La Iglesia está en la mira de las fuerzas antigubernamentales”.
El Vaticano emitió ayer un llamamiento para la liberación de los obispos y los sacerdotes cristianos secuestrados. "El secuestro de los dos metropolitanos de Alepo y el asesinato de su conductor, mientras estaban llevando a cabo una misión humanitaria, es una confirmación dramática de las circunstancias trágicas que el pueblo sirio y su comunidad cristiana están viviendo", dijo el padre Federico Lombardi, portavoz del Papa. “El santo padre Francisco ha sido informado de este nuevo y grave hecho, que es parte de la creciente violencia de los últimos días, que supone una emergencia humanitaria de enormes proporciones”.
La comunidad cristiana de Siria, un 10% de una población total de 22 millones, es una de las más antiguas del mundo. De hecho, en la Biblia se dice de Pablo de Tarso, el llamado apóstol de los gentiles, que se convirtió de camino a Damasco. Durante los años del régimen de la familia El Asad, desde 1971, los cristianos han ocupado puestos de poder en el país, y han sido considerados parte de una élite conformada por minorías que ha apoyado al Gobierno, controlado en última instancia por la tribu alauita, cuya confesión es una variación del chiísmo musulmán.
El secuestro de los obispos y la muerte del sacerdote conductor son una confirmación dramática de las circunstancias trágicas que el pueblo sirio y su comunidad cristiana están viviendo"
Federico Lombardi, portavoz del Vaticano
El lunes, los obispos sirios Yazigi e Ibrahim se dirigían en coche a una localidad cercana a la frontera siria. El Gobierno de El Asad, que informó de la captura, se refirió en un comunicado al incidente en estos términos: “Esta operación terrorista completa la trama para atacar líderes intelectuales y de opinión que ya se ha cobrado la vida de uno de los más prominentes líderes religiosos y académicos del islam, Mohamed Saed Ramadan Al Buti”.
Al Buti, líder de la federación siria de ulemas, o doctores de la ley mahometana, e imán de la mezquita de los Omeyas en Damasco, murió en un atentado suicida contra una mezquita de Damasco el 22 de marzo.
Hace dos meses, el padre ortodoxo griego Maher Mafouz y el sacerdote católico armenio Michel Kayyal ya fueron secuestrados de un autobús por un grupo rebelde
Hubo el martes confusión sobre si los obispos habían sido liberados o no. La organización cristiana francesa L'Oeuvre d’Orient dijo en un comunicado que “los dos obispos de Alepo (siriano y griego ortodoxo) secuestrados fueron liberados a las 14.00 horas... y se hallarían en la iglesia ortodoxa griega de San Elías en Alepo”. La Liga Ortodoxa Siria, sin embargo, que aúna a los fieles de esa comunidad, lo desmintió este miércoles, y dijo en declaraciones a la agencia EFE que los obispos siguen en paradero desconocido.
La agencia de noticias Sana dijo el martes que el Gobierno sirio “confirmó que los autores de este acto brutal son mercenarios chechenos que operan bajo el manto del Frente Al Nusra”
El sitio web Ora Pro Siria, que mantienen misioneros italianos en ese país, ha informado en repetidas ocasiones de las amenazas que sufre allí la comunidad cristiana. Según esos misioneros, el rescate que los rebeldes suelen pedir por cada cristiano secuestrado es de 200.000 euros. El secuestro de los obispos, dicen, “supone un salto cualitativo en el conflicto: es la primera vez que la jerarquía de la iglesia se ve afectada a este nivel. Se hace cada vez más evidente lo que ha denunciado siempre la minoría cristiana en Siria. La Iglesia está en la mira de las fuerzas antigubernamentales”.
El Vaticano emitió ayer un llamamiento para la liberación de los obispos y los sacerdotes cristianos secuestrados. "El secuestro de los dos metropolitanos de Alepo y el asesinato de su conductor, mientras estaban llevando a cabo una misión humanitaria, es una confirmación dramática de las circunstancias trágicas que el pueblo sirio y su comunidad cristiana están viviendo", dijo el padre Federico Lombardi, portavoz del Papa. “El santo padre Francisco ha sido informado de este nuevo y grave hecho, que es parte de la creciente violencia de los últimos días, que supone una emergencia humanitaria de enormes proporciones”.
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