El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adopta una actitud gallega en la reforma del aborto.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha admitido este miércoles que en la reforma de la ley del aborto hay algunos puntos que son "controvertidos" y, por ello, serán sometidos a debate con el fin de legislar "con sensibilidad y delicadeza".
En la primera sesión de control al Gobierno del año en el Congreso, Rajoy ha respondido de esta manera a la diputada del BNG Olaia Fernández Davila quien le ha preguntado si va a retirar el anteproyecto de la ley ante el malestar social generado. Al respecto, Rajoy ha reiterado la condición preliminar del texto y ha recordado que, como todo anteproyecto, el de la reforma del aborto también conlleva una tramitación.
"Hay algunos puntos que, sin duda, son controvertidos y se someterán a debate", ha dicho, a la vez que ha agregado que es un tema "enormemente sensible" y debe estar en consonancia con la doctrina del Constitucional, ser "respetuoso con los derechos de todos" y valer para la mayoría de la sociedad.
El presidente del Gobierno hace estas declaraciones después de que, en la entrevista concedida el pasado lunes, evitara concretar si una ley como la del 85 -con el supuesto de la discapacidad- sería aceptable para el Ejecutivo.
Santamaría al PSOE: "Ustedes no conocen el respeto"
Por otro lado, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha advertido al PSOE de que el dogmatismo "no es bueno en nada" y menos en temas de "gran sensibilidad social" como la reforma del aborto, y le ha acusado de insultar a todos los que no comparten su opinión sobre éste y otros asuntos. "El dogmatismo no es el método. Ustedes no conceden respeto a nadie e insultan a todos los que no comparten sus posiciones. Sólo desde el consenso se puede construir", ha espetado a la socialista Soraya Rodríguez.
Al ser preguntada por portavoz del PSOE respecto a las razones por las que ningún miembro del Gobierno ha comparecido en el Parlamento sobre el anteproyecto, Santamaría ha reivindicado que el Ejecutivo "está haciendo su trabajo como corresponde" y está cumpliendo todos los procedimientos.
Gallardón defiende el anteproyecto
El ministro de Justicia y artífice de la reforma de la ley del aborto, Alberto Ruiz-Gallardón, ha sido más tajante y ha asegurado hoy que no hay garantías de que en el futuro el PSOE no intente legislar frente a "una persona efectivamente nacida" con la misma postura, "profundamente egoísta", que, a su juicio, tiene ahora con los concebidos o no nacidos.
Gallardón se ha expresado de esta manera ante la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, que le ha acusado de no preocuparse de la vida de las víctimas de violencia machista y de añadir "sufrimiento a las mujeres" con la reforma de la ley del aborto.
"No podemos tener una postura profundamente egoísta consistente en sólo valen mis derechos, porque si usted 'ese sólo lo mío' lo ejerce frente a un concebido o no nacido, quién me dice que después en otra legislación no lo va a intentar ejercer frente a una persona que efectivamente ha nacido", ha respondido el ministro de Justicia a la parlamentaria socialista.
Asimismo, Gallardón ha negado que la reforma planteada suponga "ningún recorte de libertades y derechos" y ha insistido en que sólo pretende fijar la doctrina establecida por el Tribunal Constitucional.
Para el ministro, el PSOE está "enganchado a un feroz individualismo, que pretende que su derecho no tenga límites y que se pueda ejercer al margen del concebido y del no nacido".
Los provida, sin miedo a las presiones
No obstante, la elaboración del texto definitivo se augura complicada dado que, incluso dentro del Partido Popular, hay voces discordantes que han manifestado su rechazo a una norma que impediría llevar a cabo abortos por la discapacidad del feto. En este sentido, la presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, Alicia Latorre, ha recordado que "en nombre del consenso se pueden admitir las mayores barbaridades". Puede haber consenso, señala, en una mejor atención médica y social al hijo y a la madre o en el compromiso para destinar todos los recursos necesarios para dar soluciones positivas a los casos especiales, pero nunca puede utilizarse el consenso para justificar quién y cuándo tiene derecho a la vida.
Por eso, los provida piden al Gobierno firmeza en este paso adelante y que no tenga miedo "a las presiones y descalificaciones de quienes se erigen en los garantes del progreso e inventan falsos derechos".
(Tomado de  GACETA.es).