sábado, 31 de diciembre de 2011

Miles de familias católicas se unen al Papa y a los obispos en Madrid para dar testimonio de su fe.

Miles de fieles cristianos han llenado la madrileña Plaza de Colón durante la Misa por la Familia cristiana que se ha celebrado este viernes, 30 de diciembre. Durante el acto se ha leído un mensaje del Papa Benedicto XVI, que ha animado a los católicos a dejarse «guiar por la Iglesia, a la que Cristo ha encomendado la misión de propagar la buena noticia de la salvación a través de los siglos, sin ceder a tantas fuerzas mundanas que amenazan el gran tesoro de la familia». El Cardenal Rouco ha lamentado en su homilía la espantosa cifra de niños a los que no se dejó nacer en España durante las últimas décadas.



(InfoCatólica) El Papa Benedicto XVI ha exhortado a las familias participantes en la Misa de hoy "a ser conscientes de tener a Dios a vuestro lado y de invocarlo siempre para recibir de él la ayuda necesaria para superar vuestras dificultades, una ayuda cierta, fundada en la gracia del sacramento del matrimonio".

El Santo Padre ha asegurado que "el calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más cosas de las que pueden decir las palabras. Esta dimensión educativa de la familia puede recibir un aliento especial en el Año de la Fe, que comenzará dentro de unos meses".

El Cardenal Rouco ha empezado su homilía recordando la pasada JMJ celebrada en Madrid en agosto de este año. Los jóvenes, ha dicho, "nos han pedido participar en la celebración de la Fiesta de la Sagrada Familia, este año, con una presencia destacada y significativa".

El Arzobispo de Madrid ha lamentado el alejamiento actual de la sociedad del modelo de famila cristiana: "¡Cuánto cuesta hoy a una sociedad tan intensamente influida y condicionada por una visión materialista y egocentrista del hombre y de su historia comprender y aceptar el Evangelio de la vida, del matrimonio y de la familia!"

Dirigiéndose a los jóvenes, ha afirmado que ellos son "muy conscientes de la dura y crítica situación por la que atraviesa la valoración y la propuesta de la vocación cristiana para el matrimonio y la familia. Pero también sois conocedores de la honda verdad que el matrimonio cristiano encierra y de la bondad y de la belleza que lo impregna".

Derecho a la vida

El cardenal ha recordado que "la vida es un bien sagrado que el ser humano recibe de Dios. El hombre no es el dueño de la vida sino su servidor: desde el momento en el que es concebida en las entrañas maternas hasta el instante de la muerte natural".

Tras citar las palabraslas palabras del Beato Juan Pablo II en su Homilía de la Misa de las familias en la vecina Plaza de Lima, el 2 de noviembre del año 1982, el arzobispo de Madrid ha exclamado: "¡Cuán otro sería el panorama demográfico, social y humano de las actuales sociedades europeas, incluida naturalmente la española, si se hubiese escuchado entonces, hace veintinueve años las palabras valientes de aquel Papa santo que pisaba por primera vez las tierras de España como testigo excepcional de la esperanza!"

Y a continuación, el cardenal ha testimoniado que "el número de niños a los que en nuestras sociedades, de raíces cristianas, se les ha impedido nacer en estas tres últimas décadas, es sencillamente estremecedor".

El purpurado ha recordado que el derecho a la vida parte de un "fundamento prepolítico indispensable para el orden constitucional; y, por otra, en cuanto anterior a él, ha de ser respetado, protegido y promovido por el derecho positivo en todas sus expresiones legislativas. ¡Se trata de un verdadero derecho natural!"

En relación a la configuración legal de la familia, el cardenal Rouco ha advertido que "el hombre tampoco puede disponer de la institución matrimonial y familiar a su antojo como si fuese su dueño. Habrá de respetar el designio de Dios, autor por igual de la vida y de esa comunidad matrimonial-familiar".

Y ha vuelto a hacer referencia al magisterio del Beato Juan Pablo II al decir: "¡Cuán otra sería la situación humana y espiritual de las sociedades europeas de hoy, sin excluir a no pocos sectores de la comunidad eclesial, si se hubieran tomado en serio las enseñanzas de la Familiaris Consortio!"

Dirigiéndose de nuevo a los jóvenes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha explicado que "si se cree, profesa y educa en la fe dentro del matrimonio y de la familia, si se acepta el don de la vida como un gran paso del amor, entonces quedará la puerta abierta al amor de Jesucristo que nos dará la fuerza para superar todas las crisis".

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