lunes, 9 de enero de 2012

La nueva Secretaria de Estado de Investigación apoyó públicamente el derecho a matar a los no nacidos.

La recién nombrada Secretaria de Estado de Investigación por Mariano Rajoy, Carmen Vela, que apoyó explícitamente a Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba, se adhirió al «contramanifiesto» de censura del «Manifiesto de Madrid», en el que profesores, investigadores, académicos e intelectuales se oponían al aborto porque «existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación».



(ABC) En respuesta a esta declaración en contra del aborto, en el escrito que la ahora secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación suscribió como directora general de la empresa Ingenasa se denunciaba “el reiterado uso del término "científico" al referirse a opiniones sobre las que ni la Genética, ni la Biología Celular ni la Embriología tienen argumentos decisorios” y, a continuación, se afirmaba: “El momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana”.

Estos argumentos fueron el sustento ideológico para que la entonces ministra de Igualdad, la socialista Bibiana Aído, asegurara pocas semanas después en una entrevista radiofónica que un feto de trece semanas es “un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de un ser humano porque eso no tiene ninguna base científica”. El PP presentó en su día un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la Ley del Aborto aprobada por el Gobierno socialista, que aún no se ha resuelto, y en su último programa electoral se compromete a proteger a los “no nacidos” y a cambiar la normativa.
Según esta señora "el momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos".

Aunque fuese así, sinembargo si es una verdad científica que si al óvulo fecundado se le deja en paz, sin interferir su proceso natural, da lugar a un ser humano.

Por tanto, existe, al menos, la duda científica razonable de que el óvulo fecundado pueda ser un ser humano, y por tanto, ante tal duda razonable, lo ético sería abstenerse de interferir en su proceso de desarrollo, ya que corremos el riesgo de estar matando a un ser humano, precisamente porque no podemos precisar con seguridad si es o no es un ser humano.

Incluso, a los mayores criminales se les aplica el principio "in dubio pro reo", en la duda razonable o falta de prueba de que un imputado pueda haber cometido el delito que se le imputa se le debe absolver, pues podríamos estar condenando a un inocente.

¡Que menos que aplicar el mismo principio de duda razonable en el caso del óvulo fecundado, pues existe la más que razonable duda científica de que puede ser un ser humano y por tanto si interferimos su proceso podríamos estar matando a un ser humano!

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